La “minifiesta” del consumo que empujó la inflación en septiembre
Los precios de alimentos y equipamiento del hogar se elevaron debido al mayor gasto de los hogares tras las ayudas estatales y el retiro de fondos desde las AFP.
Por primera vez desde abril, la inflación superó la meta del Banco Central en el registro de septiembre, que se instaló en 3,1% medido en 12 meses y se aceleró rápidamente desde el 2,4% interanual medido en agosto. Los alimentos y el equipamiento del hogar fueron los principales responsables del alza mensual de 0,6% en los precios de septiembre, muy por arriba de lo esperado por el mercado.
La sorpresa para los analistas, que esperaban un avance de 0,3%, fue positiva. La inflación nula (como en abril) o negativa (como los registros de mayo y junio) son indeseables: los bancos centrales se enfocan en mantener la inflación acotada y estable, porque esto facilita el ajuste de la economía.
El registro, que se suma al avance de la inflación que excluye los componentes más volatiles (energía y alimentos), llevó al mercado a corregir al alza sus expectativas para el IPC anual, aunque esperan mediciones más modestas para los meses próximos. Esto no modifica las perspectivas para la política monetaria y el anuncio de mantener la TPM en su mínimo técnico de 0,5%. Con una economía en recesión y las decepcionantes cifras de agosto, no hay otra.
Más dinero
Pasadas las Fiestas Patrias, el economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira, alertó sobre el fuerte incremento de la división de alimentos que monitorea el INE durante las dos semanas previas a las celebraciones, lo que rompía la tendencia de los últimos dos años en que esos precios bajaron.
La profecía sobre presiones en los precios de los alimentos se cumplió. Y fue complementada por aumentos en vestuario y calzado, y también en equipamiento y mantención del hogar, que registró “el alza más importante para esta división en el mes de septiembre de los últimos 11 años; básicamente, desde que el IPC se mide en todo el país”, dijo Pincheira.
Pero más allá de las principales alzas, el factor de fondo fue lo que Scotiabank denominó “un shock de demanda en consumo de carácter transitorio”, que no se basa como es habitual en el poder adquisitivo de los trabajadores sino en el efecto del retiro de fondos desde las AFP y las ayudas fiscales, como el Bono Clase Media.
BICE Inversiones añadió que también influyó el mayor desconfinamiento que habría impulsado la demanda y que la oferta de bienes “podría estar limitada por disminuciones en el stock, ya que las cadenas de suministros se han visto afectadas en los meses previos”.