¿Subir el IVA para mejorar pensiones? El debate que divide a los expertos
El Gobierno baraja esta y otras ideas, mientras los expertos debaten si este impuesto es o no regresivo y qué opciones alternativas existen.
En los últimos días el Gobierno ha acelerado conversaciones con sus parlamentarios en torno a la reforma de pensiones. Las señales son que habría una “arremetida final”, con nuevas indicaciones al proyecto que está en la Comisión de Trabajo del Senado. Todo ello mientras en la Cámara Baja se discuten varias propuestas para un nuevo retiro de fondos previsionales.
¿Qué propondrá el Gobierno? Varias ideas están sobre la mesa. Entre ellas, el director de Horizontal (centro de estudios de Evópoli), Sebastián Izquierdo, confirma que el Gobierno evalúa tanto elevar la tasa del IVA para obtener recursos para mejorar las pensiones, como poner en marcha la propuesta de cotizaciones por consumo, “que tiene la gran ventaja de incorporar a personas que hoy no cotizan”.
Pero tocar el IVA no es tan fácil: es el impuesto de mayor recaudación (40% del total) y lo pagan todos los consumidores, por lo que un alza encarece de inmediato los productos. Pero hay fórmulas alternativas.
Ingresos y consumo
El director del Centro de Estudios Tributarios de la Universidad de Chile, Gonzalo Polanco, explica que un impuesto regresivo es aquel en que, a mayor base imponible, es menor la tasa de impuesto. Un ejemplo es si un impuesto tiene tasa 10% sobre una suma de $1.000 pero 5% sobre $10.000. “Desde el punto de vista jurídico, el IVA es un impuesto proporcional porque independientemente de la base (un chocolate de $1.000, una máquina de $100 millones), la tasa será siempre de un 19%”, añade.
Pero detalla que el IVA es regresivo desde el punto de vista económico al considerarlo en base al ingreso, porque grava el consumo. “Las personas de menores ingresos consumen todo su ingreso, por lo que pagarán la totalidad del IVA; en cambio, las personas que tienen más recursos ahorran parte de sus ingresos y ese ahorro no está afecto al impuesto”, afirma.
El abogadoRodrigo Benítez, socio de BLTA Consulting, resume que el IVA es esencialmente regresivo por dos aspectos: porque grava en un mismo porcentaje (19%) a personas con distintos niveles de ingresos y porque mientras más altos son los ingresos mayor es la proporción de ellos que se destina al ahorro… que no paga IVA.
Neutral o levemente regresivo
Ya no existe unanimidad sobre la regresividad del IVA. Un reporte de Libertad y Desarrollo (LyD) muestra que, al analizar las canastas de consumo por quintil, el porcentaje del ingreso destinado al pago de IVA “es bastante estable entre quintiles de ingreso”.
El economista y consultor Luis Felipe Lagos advierte una falla cuando conceptualmente se establece la regresividad del IVA: “En el fondo, no trata bien el problema del ahorro, que implica reservar recursos para consumo en el futuro, cuando pagarán IVA. Y hay que considerar también que lo que se consume hoy puede ser fruto de ahorros pasados”, afirma. Por ello, dice que se deben considerar los ingresos a lo largo de la vida, incluso incluyendo las herencias que dejan quienes no logran consumir todo.
Sostiene que, en la práctica, el análisis empírico apunta a que el IVA es neutral, “aunque puede ser levemente progresivo o regresivo”. Esto, dice, surge al aislar el ahorro cuando se calculan los gastos en consumo como proporción del ingresos, “que es lo que señala un reciente informe de la OCDE“.
Admite que ese cálculo es complejo porque hay países que tienen tasas diferenciadas de IVA para algunos productos (alimentos, medicinas), hay sectores exentos (como salud, educación, seguros y transporte en Chile) y además informalidad en el consumo. “Si los grupos de menores ingresos consumen más en la economía informal [por ejemplo, venta ambulante], terminan pagando menos IVA”, comenta.
Según el informe OCDE, el IVA puede ser “ligeramente progresivo” bajo ciertos supuestos que Chile no cumple. El abogado tributarista Ricardo Guerrero explica que “no tenemos tasas diferenciadas ni las exenciones a determinadas personas, bienes o servicios que tienen otros países OCDE”.
Añade que el análisis del estudio debe tomarse con cuidado porque asume que las personas consumen todos sus ingresos durante su vida, “pero sabemos que una parte los sectores de mayores ingresos no los consumen durante su vida, y sus herederos tampoco pagan impuesto a la herencia porque algunos utilizan herramientas legales para mantener sus ingresos en sociedades, trusts u otros”.
Para usarlo en pensiones
Sebastián Izquierdo considera que en el IVA existe regresividad, pero cree que si la tasa de ese impuesto se aumenta “para hacernos cargo de las pensiones en forma solidaria, para apoyar a los más vulnerables, esa regresividad original puede ser revertida”. Otra barrera a sortear es que la Constitución impide destinar la recaudación de impuestos a fines específicos, lo que exigiría una reforma constitucional, “aunque si se trata de una cotización a través del consumo que vaya a las cuentas individuales podría sortear ese problema”, dice.
Gonzalo Polanco plantea que si se va a aumentar el IVA, debería fortalecerse la progresividad del sistema tributario, por ejemplo, “eliminando exenciones que favorecen a personas de mayores recursos”. Rodrigo Benítez propone gravar con IVA actividades hoy exentas, como servicios profesionales y ocupaciones lucrativas que en otros países sí pagan este impuesto.
“En vez de subir el IVA, podríamos pensar en generar mecanismos de devolución de IVA al segmento de trabajadores informales, o a ciertos deciles de ingresos”, plantea Ricardo Guerrero. Explica que de este modo, un determinado porcentaje del IVA que pagan estas personas podría ser abonado al fondo solidario que podría crear la reforma de pensiones. Estima que esa transferencia “debería financiarse a través del aumento de impuestos directos, específicamente cerrando exenciones, disminuyendo la evasión en el impuesto a la renta y mejorando la recaudación de nuestros impuestos personales, herencias, entre otros”.