Nobel Esther Duflo: “Cada vez que hay una crisis se incrementa la desigualdad”
La economista ganadora en 2019 advierte que el mundo poscovid requerirá repensar las políticas sociales para facilitar el ajuste de la economía y apoyar a las personas.
Los problemas económicos serán una de las secuelas de la pandemia y exigirán repensar las políticas sociales para facilitar el ajuste de la economía, planteó la Premio Nobel de Economía 2019 Esther Duflo, quien participó en el ciclo de webinars organizados por la facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN) y el Massachusetts Institute of Technology (MIT).
La economista franco-estadounidense, galardonada junto a Abhijit Banerjee y Michael Kremer por el análisis experimental de las políticas para combatir la pobreza, planteó que en la realidad no siempre ocurre lo que dicen los modelos básicos de economía, por lo que es clave que las políticas públicas se basen en evidencia.
“Creemos que las personas se mueven hacia donde hay oportunidades, pero la realidad es más rígida: cuando las oportunidades desaparecen la gente no se cambia. El resultado es que cada vez que hay una crisis se incrementa la desigualdad. Algunos se benefician, pero los perjudicadas no se mueven a donde hay ganancias”, afirma. La excepción son los migrantes, que “nos recuerdan que la gente se cambia cuando algo terrible está pasando. En la crisis de la economía griega, nadie se fue del país”.
Duflo estimó que la pandemia del Covid “es un tsunami” que generará cambios permanentes en la manera que funciona la economía y que no se deben ignorar. “Sabemos que estas transiciones son muy costosas y las personas necesitarán ayuda en capacitación, subsidios [para moverse a otros sectores], vivienda. Pero muchos de quienes han hecho su vida en un lugar no se van a mover y tendremos que subsidiarlos incluso si sabemos que no hay futuro [allí]”, sostuvo la experta.
¿Momento para la Renta Básica Universal?
Duflo y la red que fundó para levantar evidencia sobre cómo combatir la pobreza se han identificado como impulsores de la Renta Básica Universal, una política que sustituye programas estatales por una transferencia fija sin requisitos de acceso. Sin embargo, la economista no es partidaria de aplicar esa medida en todos los países en el actual contexto.
“En países muy pobres donde el aparato estadístico no es bueno es demasiado difícil focalizar las políticas y entonces una RBU es más simple y asegura que la gente no se muera de hambre”, explica. En contraste, agrega, en los países ricos hay información detallada y procesos eficientes para ayudar a quienes lo necesitan.
“América Latina está en medio de estas realidades. Es aún difícil focalizar beneficios por el trabajo informal y presiones políticas. Una RBU pequeña no serviría. Muchos países en la región podrían necesitar un poco de RBU y beneficios robustos focalizados”, explica. Pero deja en claro que, en cualquier caso a caso, “es el trabajador de la línea área el que necesita ayuda y no los dueños de la compañía”.
Ante una consulta sobre los trabajos de emergencia con financiamiento estatal como forma de proveer empleo en la crisis, la economista considera que hay tareas de cuidado con mucho valor social que podrían fortalecerse mediante subsidios. “En la pandemia muchos ancianos murieron en asilos donde no deberían haber estado, pero no tenían apoyo para permanecer en casa. Los jóvenes no tienen nadie que cuide a los niños y esto es parte del desastre que ha sido el Covid para las mujeres trabajadoras”, comenta.