APV y Cuenta 2: cómo aprovechar sus ventajas sin terminar pagando de más
¿Quiere ahorrar para el largo plazo o tener dinero a mano para emergencias? ¿Busca rebajar los impuestos a pagar? Al usar estos instrumentos es clave no confundirse.
El retiro de fondos desde las AFP los puso de moda entre quienes no tenían decidido un destino para esos recursos. Ya sea para mejorar la futura pensión o simplemente para guardar dinero para alguna emergencia, son buenas alternativas tanto la Cuenta 2 de la AFP como el ahorro previsional voluntario (APV). Esta última opción la ofrecen las AFP (que concentran más del 60% de las cuentas), bancos, fondos mutuos, administradores generales de fondos y compañías de seguros
Pero para sacarles partido a estos instrumentos es importante tomar la decisión correcta considerando sus características. Desde Ciedess explican que lo que diferencia al APV y la Cuenta 2 es que el primero tiene un objetivo principalmente previsional, contando con dos regímenes distintos que entregan bonificaciones fiscales (A) o incentivos tributarios (B). En cambio, la Cuenta 2 “es un instrumento más de ahorro; por ende de disponibilidad inmediata, sin existir beneficios tributarios de ningún tipo”, dicen.
En Ciedess señalan que la opción más conveniente dependerá del objetivo buscado. “Si se trata de ahorro para mejorar la futura pensión, convendría el APV debido a los beneficios tributarios y las bonificaciones fiscales asociadas, que permiten acrecentar el monto acumulado. Si el ahorro es para otro fin, convendría la Cuenta 2, pues se pueden hacer retiros en cualquier momento sin un costo adicional”, detallan.
También se deben considerar las comisiones a pagar por la gestión de este ahorro, que para ambos instrumentos se calculan como porcentaje del saldo administrado. La única excepción es que la Cuenta 2 no cobrará comisión por gestionar los recursos provenientes del retiro excepcional de fondos desde las AFP.
A octubre de 2020, las AFP tienen una comisión de entre 0,16% y 0,95% anual sobre el saldo administrado cobrado por la administración de la Cuenta 2, según datos recopilados por Ciedess. La entidad agrega que las comisiones anuales que las AFP cobran por APV van entre 0,16% y 0,60% del monto administrado para los afiliados, rango que sube a 0,50-064% para los no afiliados.
Ventajas de la Cuenta 2
“La Cuenta 2 es una cuenta de ahorro que se puede abrir en una AFP. Permite realizar giros a voluntad, con un máximo de 24 retiros al año sin costo; o dejarlo para su futura pensión”, dice Jorge Tolosa, de Vector Capital. Añade que sus retornos están asociados a la rentabilidad de los multifondos y que se trata de ahorro embargable en caso de juicios. Destaca que es una opción con “baja comisión”.
La directora de BrainInvest, María Eugenia Jiménez, explica que para ahorrar en la Cuenta 2 la persona debe elegir en qué fondo mantener su dinero, pudiendo combinar incluso dos. “Por ejemplo, puedo poner una parte en el Fondo E, que tiene 96 % de renta fija; y otra en el A, que tiene 80% de renta variable”, dice.
Se pueden hacer muchas combinaciones. pero la comisión es la misma independientemente del fondo, a diferencia de otras inversiones, sostiene. “Los fondos mutuos pueden cobrar el triple por inversiones en fondos accionarios. Por eso es una alternativa muy barata con relación a lo que ofrece el mercado”, afirma.
La experta enfatiza que en el caso de las personas catalogadas como “dependientes únicos” (que tienen empleos formales con contrato y no tienen otros ingresos que los obliguen a declarar impuestos), pueden beneficiarse con la Cuenta 2 si el ahorro genera rentabilidad. Esto se conoce como ganancia de capital.
“En estos casos pueden hacer un retiro inferior a 30 UTM ($1,5 millones aproximadamente) sin pagar impuestos por esa ganancia. En cambio, alguien que es empleado y emite boletas de honorarios por otra actividad (por ejemplo, clases o asesoría), está obligado a declarar su renta e incluir cualquier ganancia de capital que hubiera obtenido en la Cuenta 2.
APV con 15% de regalo
Para ahorrar mediante APV se debe optar entre dos regímenes (A y B) que se diferencian en el incentivo tributario que entrega el Estado al contribuyentes. En el A, “el Estado aporta con una bonificación anual equivalente al 15% del monto ahorrado. En el caso que el aportante de estos fondos haga uso de ellos, tendrá que devolver al Estado la proporción correspondiente a la bonificación fiscal recibida”, afirma Jorge Tolosa.
María Eugenia Jiménez explica que en este régimen se ahorra desde el sueldo líquido (es decir, después de pagar impuestos), con un límite anual de 6 UTM; unos $300 mil. “Ese máximo se logra con un APV que en el año llegue a $2 millones, por lo que si ahorra más que eso el Estado le bonificará esos mismos $300 mil”, señala. Así, estima que este régimen no es conveniente para personas que reciben rentas altas.
La experta cree que al hablar de ahorro no hay monto mínimo. “Hay personas que ganan $600 mil mensuales y los insto a ahorrar aunque sea $10 mil mensuales. En el año van a tener $120 mil y se suma el extra que aporta el Estado de $18 mil”, dice.
Añade que la bonificación se va registrando en una cuenta separada de aquella que recibe los aportes, ya que si la persona quiere retirar todo o parte de su APV antes de jubilar ese “regalo” (los $300 mil del ejemplo) se debe reembolsar al Estado. Advierte también que el momento de retirar debe ser estratégico, porque si bien lo ahorrado ya pagó impuestos, los retornos de ese ahorro (ganancia de capital) son tributables.
APV que rebaja impuestos
El APV régimen B tiene una lógica distinta. En este caso, explica Jorge Tolosa, los aportes se rebajan del cálculo de la base imponible a la hora de pagar el impuesto a la renta, con un máximo de 50 UF mensuales ($1,4 millones) y un tope anual de 600 UF anuales (unos $17 millones). Agrega que si quiere retirar este dinero, “el cotizante estará expuesto a una sobretasa de impuesto de entre 3% y 7% adicional a su tasa de global complementario”.
Este mecanismo de ahorro antes de pagar impuesto, explica María Eugenia Jiménez, es conveniente para personas con remuneraciones sobre $2,5 millones líquidos. “Dependiendo de la renta anual y el monto ahorrado, es posible bajar el tramo de renta para el cálculo del impuesto a pagar, algo que para algunos contribuyentes puede ser más beneficioso que la bonificación que entrega en APV letra A”, comenta. Eso sí, tiene que elegir uno u otro, afirma.
Añade que si bien a quienes ahorran en este régimen no les conviene retirar sus dineros antes de jubilar, debido a los costos que enfrentan, hay situaciones en que estos se reducen significativamente. Por ejemplo, quienes teniendo APV régimen B se van a residir algunos años al extranjero o dejan de trabajar: al no tener ingresos en Chile quedan en el tramo exento y podrían retirar sus ahorros pagando un impuesto bajísimo. “Pero son casos aislados. Hay que hacer los cálculos caso a caso”, advierte.