Economía

Acceso más difícil, costos mayores: las trabas que enfrentan las mujeres al pedir créditos

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Crédito: Tumisu/ Pixabay
POR Marcela Gómez |

Dos estudios de la CMF revelan que hay avances en la brecha de género en el acceso a productos financieros, pero persiste una “discriminación por gusto” en ejecutivos de cuenta.

Aunque la brecha de género en Chile se va reduciendo, no existen avances en cuanto a la participación económica, según reporta el Foro Económico Mundial. Tras estas cifras está la menor participación laboral femenina y salarios más bajos que los hombres.

No es probable que este escenario cambie sustantivamente en los años que vienen, ya que la pandemia está generando una crisis de empleo femenino al retroceder la participación laboral. 

En este contexto la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) presentó el Informe de Género en el Sistema Financiero, que en esta versión se centra en el acceso a acceso a servicios bancarios y no bancarios.

El documento recoge algunas cifras desagregadas positivas. Por ejemplo, desde 2002 a la fecha la banca muestra un fuerte crecimiento de la cobertura de créditos y de cuentas para mujeres. En relación con el comportamiento de los hombres, ellas demandan más productos de ahorro para la vivienda, su grado endeudamiento respecto a sus ingresos es menor y también tienen niveles de morosidad y protestos más bajos. 

Discriminación “por gusto”

A diciembre de 2019, la brecha de género en deudores bancarios casi se ha cerrado, pero el monto total de crédito vigente de las mujeres es 40 puntos porcentuales menor que el que acumulan los hombres. La evidencia del mismo informe de 2019 revela que las tasas que se aplican a las mujeres son más altas. 

“En el estudio se señala que si la mujer participara en igualdad de condiciones que los hombres en el mercado laboral y ganara lo mismo, las tasas serían iguales e incluso hasta podrían bajar. Entonces, el problema parte antes: es algo estructural”, comentó la comisionada Bernardita Piedrabuena, quien presentó el informe. Estimó que un paso para innovar en la materia podría provenir de la ley Fintech (cuyo anteproyecto fue propuesto por la CMF a Hacienda), que permitiría a nuevos actores financieros ofrecer productos en forma regulada.

El presidente de la Comisión Nacional de Productividad, Raphael Bergoeing, apuntó a que como las mujeres tienen más trabajos informales y en sectores poco intensivos en capital (como servicios, por ejemplo los de estética o cuidado), tienen menos historial crediticio y por esta razón es más complejo para la institución financiera evaluar adecuadamente su capacidad de pago.

Pero otro estudio publicado por la CMF sobre discriminación de género en el mercado de créditos de consumo añade otras razones: las solicitudes de préstamo presentadas por mujeres tienen 14,8% de menor probabilidad de ser aprobadas que aquellas equivalentes presentadas por hombres; es decir, con iguales características.

Al proveer información real sobre el comportamiento de pago de quienes piden el crédito (que recoge el histórico mejor desempeño de las mujeres), no se logran reducir las brechas de aprobación que existen en favor de los hombres. Esto sugiere, según el reporte, una “discriminación por gusto” en los ejecutivos de cuenta, con diferencias de hasta 30% en las tasas de aprobación de créditos para hombres entre quienes sistemáticamente los prefieren.