Declaración y no pago en las AFP: ¿mal menor o autopréstamo legal?
La ley permite postergar el pago de cotizaciones de propiedad del trabajador, que en su gran mayoría terminan pagándose. Aun así, las AFP tienen 2,5 millones de juicios activos.
La crisis en el mercado laboral producto de la pandemia redujo fuertemente los puestos de trabajo y, por ende, también comprimió las cifras de cotizantes de AFP. Aunque marcaron su punto más bajo en junio, luego de que la economía tocara piso en mayo al retroceder 15,5%, ha ido subiendo la cifra de quienes cotizan para su pensión y a octubre sumaban poco más de seis millones.
La cifra no considera solo las cotizaciones ingresadas a las AFP, sino también aquellas declaradas y no pagadas. Es una fórmula que permite la ley y que fue añadida en 1981 al decreto ley N°3.500 que creó un año antes el sistema de AFP.
Históricamente, la inmensa mayoría de las cotizaciones se paga oportunamente y aquellas declaradas pero no pagadas (DNP) equivalen en torno al 4,4% del total mensual. Pero según datos de la Asociación de AFP basados en la información de la Superintendencia de Pensiones, en octubre de 2020 las DNP representaron el 3% de las cotizaciones totales.
“Las pequeñas y medianas empresas, que tienen mayores dificultades de financiamiento, recurren a la figura de la DNP, donde ‘declaran’ la existencia de una relación laboral con sus trabajadores y establecen con este mecanismo un compromiso de pago futuro de las cotizaciones previsionales adeudadas”, explica el gerente de Estudios de la Asociación de AFP, Roberto Fuentes.
Agrega que debido a que las pymes se han visto mayormente perjudicadas por los efectos de la pandemia, un menor número de ellas ha recurrido a la DNP. “Esto explica la caída de 82 mil DNP en 12 meses, con una variación negativa de 31,5%”, dice.
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Por qué sirve
Roberto Fuentes afirma que el mecanismo legal de la DNP “beneficia a las empresas y a los trabajadores”. Esto porque permite la recuperación de las cotizaciones declaradas y es “una salida para las empresas que tienen dificultades financieras para pagar las cotizaciones, permitiendo de esta forma la continuidad de giro de las empresas y de los puestos de trabajo”.
Precisa que el 89% de las DNP que se registran cada mes se paga en los seis meses siguientes y la diferencia pasa a cobranza judicial, añadiendo que las AFP mantienen 2,5 millones de juicios de cobranza de cotizaciones previsionales. “La mayor parte de la mora se origina en medianos y pequeños empleadores y personas naturales, que sin embargo representan un porcentaje menor en cuanto a montos adeudados”, acota.
Entre las medidas que el oficialismo busca impulsar en la reforma de pensiones, está una fiscalización más rigurosa para reducir las deudas de cotizaciones.
No al autopréstamo
El economista de la Universidad Católica Juan Bravo tiene otra opinión. “El mecanismo de declaración y no pago no debiera existir. Esta fórmula pasa a llevar el derecho de propiedad del trabajador sobre su cotizaciones. La ley le permite al empleador hacerse un autopréstamo con dineros de los trabajadores sin su autorización”, advierte.
Añade que lo más grave son los efectos que esto tiene en pensiones. El último Informe de Deuda Previsional detalla que el stock de deuda de cotizaciones previsionales llegó a US$ 6.944 millones a diciembre de 2019, de los cuales el 88% está en juicios de cobranza. “Pero si sumamos aquellos juicios en que el el empleador está inubicable o la empresa quebró o desapareció, en cerca del 60% de ellos el trabajador nunca recupera lo adeudado. Esto daña las pensiones”, afirma.
A su juicio, este mecanismo debe revisarse. “Si se quiere proveer liquidez a las micro y pequeñas, hay que buscar otro mecanismo, no usar la plata que corresponde a pensiones”, concluye.