Denunciante anónimo y con recompensa: la nueva herramienta de la CMF
La Comisión Mixta que revisa el proyecto de agentes de mercado acordó incluir esta figura para detectar delitos financieros complejos.
Hasta ahora, quien tuviera información comprobable sobre un delito sancionado por la Ley de Mercado de Valores u otras bajo fiscalización de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) no tenía ningún canal o incentivo para denunciar. Así, el uso de información privilegiada, la manipulación de precios, la entrega de información falsa y otros delitos de difícil detección y comprobación tienen mayores probabilidades de mantenerse impunes.
Esto está a punto de cambiar. La Comisión Mixta de diputados y senadores que busca saldar las diferencias entre ambas Cámaras en el proyecto sobre agentes de mercado, acordó crear la figura del denunciante anónimo, con la correspondiente protección frente a represalias y el derecho a una recompensa monetaria si la información permite sancionar delitos.
“La figura de protección y recompensa para denunciantes anónimos es una de las herramientas más poderosas y efectivas para detectar y perseguir exitosamente ilícitos complejos. Permitirá aplicar sanciones por esas conductas junto con recuperar, en términos de multas, los costos que producen estos ilícitos”, comentó el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Jorge Pizarro, quien también lidera la Comisión Mixta. “Es un gran avance para combatir delitos y equiparar la cancha en el mercado financiero”, agregó.
El uso de esta figura, que ya existe en legislaciones de países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Perú y Reino Unido, entre otros, ha sido promovida por la OCDE tanto en el ámbito público como privado.
En Chile la primera propuesta en la materia la realizó en 2015 el grupo de trabajo liderado por el abogado Luis Cordero e integrado por Matías Larraín, Guillermo Tagle y Fernando Coloma, que propuso diversas recomendaciones para fortalecer la institucionalidad del mercado de capitales.
¿Cómo se denuncia?
Lo que hace esta nueva figura es alentar la entrega de información que permita detectar y perseguir irregularidades y delitos, aunque el detalle de cómo se procederá deberá definirlo la CMF. A diferencia de lo que ocurre con la delación compensada, quien denuncia no debe estar involucrado en los hechos ni como partícipe ni como víctima.
La identidad del denunciante será secreta siempre, salvo que éste renuncie al anonimato. La CMF le otorgará el carácter de denunciante anónimo incluso antes de iniciar la investigación y su identidad quedará protegida, además, con la opción de abstenerse de declarar en eventuales procedimientos penales asociados al caso.
Para desincentivar conductas oportunistas, el texto acordado por los senadores establece que quien solicite que se le otorgue la calidad de denunciante anónimo, pero entregue antecedentes a sabiendas de que son falsos o fraudulentos, será sancionado con las penas de presidio menor en sus grados mínimo a medio (541 a tres años y un día), además de una multa entre seis a 10 UTM (entre $305 mil y $509 mil).
La recompensa
Si las pesquisas prosperan, el denunciante anónimo tendrá derecho a recibir un porcentaje de la multa que se aplique como consecuencia de la investigación en la que aportó. Dicho porcentaje será definido por la CMF conforme a parámetros objetivos, pero no podrá ser inferior al 10% de la multa aplicada y tampoco podrá superar el menor valor resultante entre el 30% de esa multa o 25.000 UF (unos $ 727 millones).
El pago se efectuará a través de la Tesorería General de la República una vez que la CMF haya emitido la resolución sancionatoria. Esta recompensa estará exenta de impuestos y las operaciones necesarias para efectuar el pago correspondiente gozarán de secreto bancario.