Economía

OCDE sugiere que, tras la pandemia, Chile priorice reducir la desigualdad

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Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

El organismo valora la respuesta fiscal y monetaria en la crisis y plantea cambios tributarios para financiar aportes monetarios para todos los hogares.

Aunque valoró las medidas para enfrentar la pandemia, con estímulos monetarios y fiscales “sin precedentes y los más cuantiosos de la región”, la OCDE recomendó no perder de vista que la crisis sanitaria agudizará uno de los problemas más lacerantes de Chile: la desigualdad.

En su Informe sobre Chile 2020, el organismo analiza el escenario actual y proyecta que la economía crecerá 4,2% este año, el más alto de la región pero inferior al 5% estimado por el Gobierno y al rango entre 5,5% y 6,5% del Banco Central.

Junto con felicitar el inicio del proceso de vacunación, la entidad sostuvo que a corto plazo la prioridad debe mantenerse en evitar futuras olas de contagio, respaldar al sistema sanitario y apoyar a las familias y las empresas más vulnerables. 

“A medio plazo, y con la recuperación en marcha, Chile debería implementar un ambicioso programa de reformas estructurales destinado a fomentar el crecimiento inclusivo y a reducir el nivel persistentemente elevado de desigualdad”, insta la entidad.

La manija tributaria

La OCDE constata que la pandemia ha agudizado la vulnerabilidad: hoy el 53% de los chilenos son pobres o están en riesgo de serlo. Ocurre que, como el sistema tributario y los beneficios sociales solo reducen marginalmente la desigualdad de ingresos, los recursos con que cuentan las familias vulnerables y de clase media baja para subsistir siguen el ciclo económico: suben en los buenos tiempos, caen cuando se enfría la economía.

El organismo plantea enfocarse en modificar estos resultados. Primero, generando varios ajustes a nivel tributario, entre ellos reducir exenciones, como propone el informe de un grupo transversal de economistas convocado por Hacienda. También ampliar la base de las personas contribuyentes del impuesto a la renta.

“Solo el 25 % más rico está pagando el impuesto a la renta y con muchas exenciones. No estamos hablando de acabar con las exenciones, sino racionalizarlas para que el sistema sea más justo y eficaz”, comentó el jefe de Estudios Económicos por País de la OCDE, Álvaro Pereira.

El documento sugiere que los recursos adicionales recaudados con estas y otras medidas “pueden utilizarse para crear un impuesto negativo sobre la renta, que garantizaría que todos los hogares y todas las personas recibieran una prestación básica”. Esto sustituiría los subsidios que reciben las personas más vulnerables.

Se explica que instaurar esta medida “no implica una alteración de la estructura tributaria existente y sería una forma de consolidar todos los programas de apoyo a los ingresos dirigidos a los pobres en un solo programa”. Además, esta fórmula permitiría apoyar  a hogares vulnerables cuyos integrantes trabajan, lo que además de fortalecer sus ingresos podría aumentar el empleo; en particular para madres solteras.

El organismo también advierte que para reducir la desigualdad es clave elevar el gasto público en educación preescolar y escolar, ya que los resultados educativos están muy ligados a la realidad socieconómica de las familias.