Economía

El bajo uso de la licencia laboral para cuidar a hijos enfermos graves

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Pabellón oncológico del hospital San Borja Arriarán. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Desde 2018, la Ley Sanna protege a los trabajadores que cotizan cuando sus hijos e hijas enfrentan condiciones de salud graves. La Dipres informó que los beneficios que entrega son sustentables,

Que un hijo o hija se enferme siempre es motivo de angustia. Y es peor si es aún menor de edad y se trata de algo grave como cáncer, transplantes de órganos, un accidente con riesgo de muerte o de secuelas severas, o si enfrenta la fase terminal de su vida debido a cualquier enfermedad.

Para los trabajadores que deben atravesar por estos escenarios existe desde 2018 un nuevo apoyo de la red de seguridad social: la Ley N° 21.063 o Ley Sanna, que les permite ausentarse del trabajo para cuidar a sus hijos e hijas en estos casos, entregándoles un subsidio que reemplaza total o parcialmente su remuneración. 

Cumpliendo una disposición de dicha ley, la Dirección de Presupuestos realizó un estudio de sustentabilidad, que busca garantizar que existan recursos para entregar los beneficios a largo plazo. El documento, elaborado por Leonardo GonzálezClaudia Órdenes, aporta dos datos que son relevantes. Primero, que el fondo que financia las licencias es sustentable: de acuerdo con los parámetros considerados acumularía $55.263 millones a fines del año 2022, $207.283 millones en 2032 y superaría los $670.000 millones en 2050. 

Y segundo, el análisis también detecta que la acumulación de recursos es mayor los primeros años, debido a “la menor cobertura que se ha observado en relación con la población objetivo”. Es decir, el seguro no está siendo ocupado por todos los padres y madres que tienen derecho a usarlo.

Cómo funciona

El seguro está disponible para trabajadores dependientes (con contrato), independientes que coticen y trabajadores temporales (a plazo fijo, por obra o faena o por servicios determinados) que se encuentren cesantes, y funcionarios públicos, todos los cuales deben cumplir algunos requisitos. 

Las enfermedades de los hijos e hijas que se cubren se iniciaron en febrero de 2018 para cáncer, en julio de ese año se agregaron transplantes y en enero de 2020 la fase terminal de la vida (que da derecho a licencia hasta el fallecimiento). En diciembre pasado se sumaron los accidentes graves con riesgo de muerte o de secuela severa y permanente.

La licencia que permite ausentarse del trabajo en estos casos, recibiendo un subsidio, se financia en forma solidaria con una cotización mensual obligatoria que pagan todos los empleadores de trabajadores que cotizan y éstos si trabajan en forma independiente, sin importar si tienen hijos. 

Todos los detalles sobre cómo acceder a este seguro y cómo tramitar la documentación necesaria están disponibles en el sitio web de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso)

¿Bajo uso?

El estudio de Dipres detalla que, según datos de la encuesta Casen 2017 sobre la población ocupada que cotiza, 72% de los padres y 44% de las madres de menores de 18 años cumpliría con los requisitos de elegibilidad. Ya que el seguro podrían usarlo ambos padres simultáneamente, esto equivale a 1,16 trabajadores beneficiarios por cada menor diagnosticado por alguna de las condiciones graves de salud cubiertas.

Sin embargo, advierte el texto, “la experiencia hasta la fecha indica que el número de trabajadores que hace uso efectivo del Seguro es menor”. Por ejemplo, en el caso de cáncer alcanza solo al 35% de lo proyectado. 

Al respecto, el subsecretario de Previsión Social, Pedro Pizarro, estima prematuro hablar de un bajo uso del beneficio. Recuerda que la Ley Sanna tiene cuatro etapas y que la última condición en sumarse a la cobertura se agregó recién en diciembre pasado. “Creo que el análisis y revisión de cómo ha funcionado debe hacerse con la ley completa vigente durante algún tiempo”, sostiene.

Informa que desde que entró en vigencia la ley y hasta el 8 enero de 2020, se han solicitado 1.384 permisos para ausentarse del trabajo asociados a condiciones graves de salud de 1.128 menores. Ya que las licencias se dan por plazos definidos, renovables y pueden extenderse a ambos padres si cumplen los requisitos, en total se han cursado 9.354 licencias asociadas a estos casos.

“Claramente vamos a continuar los esfuerzos de difusión. Pero que se haya utilizado en estas condiciones y que los recursos que se están acumulando aseguren la sustentabilidad de este seguro son buenas noticias”, opina. Destaca que en la pandemia se extendieron las licencias a más de 90 días, “lo que sin duda ha sido una ayuda para los padres y madres en estos momentos difíciles y es algo que sin recursos no se habría podido hacer”.