Fisco llega tarde: gastará más cuando la economía crece, que cuando se desplomó
Cuando la economía vivía su mayor retroceso en 40 años, el FMI y el CFA revelan que el gasto fue más bajo de lo que se prevé para 2021, cuando la actividad avanzaría 6,5%.
Diversos organismos internacionales han valorado las medidas macroeconómicas de Chile para enfrentar la pandemia. En su informe sobre Chile, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) las calificó como “sin precedentes y las más cuantiosos de la región”. El Banco Mundial también habló de “una de las respuestas más grandes de la región“. Y el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó la reacción “de amplio rango y sin precedentes“, que sustenta la recuperación económica este año.
Sin embargo, en la política interna no cesa la queja en torno a que las decisiones adoptadas para apoyar a las familias ha sido insuficientes en monto y/o en cobertura. Tanto cifras recientes del FMI como las que entregó el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) ante el Congreso apuntan a que la respuesta fiscal en 2020 fue más modesta que lo que parece. Incluso, que el impulso fiscal fue menor cuando la economía vivía su mayor retroceso en 40 años que en su fase de recuperación.
FMI: gasto crece menos que la región
Los datos del Monitor Fiscal del FMI confirman que, descontando a los gigantes en términos de población (como China, India y Brasil), los planes fiscales anunciados por Chile desde 2020 constituyen uno de los mayores esfuerzos entre las economías emergentes (descontando los gigantes en términos de población como China, India, Brasil, Rusia), superando incluso a países desarrollados como Dinamarca, Noruega y Portugal.
Según el reporte, las medidas “sobre la línea” (que implican mayor gasto y menores ingresos) suman US$ 20,7 millones (equivalentes a 8,2% del PIB), de los cuales US$ 18,5 millones se destinan apoyos sociales distintos de los que exige el sector salud. El texto también detalla medidas “bajo la línea” por US$ 3,5 millones, correspondientes a inyecciones de capital (como las realizadas a Fogape y BancoEstado), préstamos, compra de activos y deuda.
Pero una cosa son los anuncios y otra distinta el gasto efectivo. El Monitor Fiscal no detalla la ejecución de estos anuncios, pero revela que si bien la caída de ingresos fiscales de Chile es igual a la que, en promedio, registró el mundo emergente, la expansión del gasto público fue menor. Al comparar el gasto fiscal de Chile en 2019 y 2020 como porcentaje del PIB, el avance el año pasado fue de 2,7 puntos porcentuales (pp). La cifra es inferior a los 3,2 pp del promedio de las economías emergentes y los 3,4 pp de la región.
“Lo que estas cifras parecen señalar es que aunque el anuncio de impulso fiscal en la pandemia de Chile fue significativamente mayor que otras economía emergentes, el gasto público adicional en 2020 fue 2,7% del PIB. El resto fueron reasignaciones presupuestarias y gastos bajo la línea”, comentó la economista y académica de la Universidad Adolfo Ibáñez Andrea Repetto.
“No se pudo gastar en inversión pública o subsidios al empleo porque la gente no podía salir a trabajar. El gasto en transferencias fue poco. No son solo las cifras del FMI y CFA, sino también se refleja en el Informe de Finanzas Públicas del cuarto trimestre de 2020″, añade Repetto. A su juicio, una explicación para esto es que “en todo momento se pensó que la crisis sanitaria pasaría rápido y que la reactivación estaba a la vuelta de la esquina, por lo que había que guardar recursos para ese momento. Pero la verdad es que la reactivación todavía no se consolida”.
PAUTA consultó al Ministerio de Hacienda sobre este tema, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvo respuestas.
CFA: impulso fiscal bajo promedio de emergentes
En la presentación ante la Comisión Mixta de Presupuestos, el CFA evalúa el impulso fiscal, una medida que busca reflejar el efecto de la política fiscal sobre la actividad económica y que en este caso “limpia” el efecto cíclico, el pago de intereses y las medidas “bajo la línea” como préstamos y garantías (que no son gasto). No se consideran los retiros de fondos de las AFP.
El cálculo del organismo apunta a que en 2020, mientras las economías desarrolladas mostraron un impulso fiscal promedio de 4,1% del PIB y los emergentes 2,3%, el indicador para Chile llega a 1,1% del PIB en dicho año.
Para 2021, el escenario cambia drásticamente. El impulso fiscal en los países desarrollados sube el equivalente a apenas 0,1% del PIB; en el promedio de los emergentes, la cifra es negativa, porque esos países carecen de capacidad para mantener el gasto. Chile mostraría un impulso fiscal de 3,4% del PIB.
Midiendo el promedio de los dos años, Chile termina sobre el promedio de países desarrollados y emergentes, con un impulso de 2,3% versus el 2,1% y 0,6%, respectivamente. “Chile partió un poco más lento en cuanto al impulso fiscal, pero se va a poner al día en 2021”, comentó el presidente del CFA, Jorge Desormeaux.
Este resultado, sin embargo, obvia un hecho fundamental: en 2020 la economía retrocedió 5,8% y las proyecciones para 2021 son muchísimo más optimistas, con una expansión de 6% según enlGobierno, de 6,5% según el FMI y de hasta 7% en la visión del Banco Central. Entonces, el impulso fiscal fue menor cuando la economía vivía su mayor retroceso en 40 años que en su fase de recuperación.
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