La paulatina emancipación de Softys del negocio de la celulosa
La empresa de tissue controlada por CMPC ha diversificado su cartera de productos a otros artículos de higiene, con un foco prioritario en la sustentabilidad.
Desde el año pasado, con la llegada de la pandemia al mundo, se ha promovido más que nunca una cultura de la higiene. Además de los hábitos al interior de los hogares, aquello ha tenido impacto en las compañías a cargo de estos productos de primera necesidad.
En el caso de CMPC, esto se tradujo en un aumento en los ingresos de su división de productos de higiene Softys. Desde la empresa comentaron que si bien la demanda por este tipo de insumos se vio disminuida por el lado de los clientes corporativos, fue compensado por un aumento en el consumo de los hogares.
El gerente corporativo del Negocio Tissue de Softys Chile, Rafael Schmidt, dijo en Pauta de Negocios, de Radio PAUTA, que “como compañía esta ha sido una oportunidad para replantearnos las fronteras del desarrollo del negocio”. Con la convicción de que los hábitos de higiene son una tendencia que se mantendrá en el largo plazo, decidieron el año pasado “dar un paso más en términos de innovación” con la incorporación de jabones y mascarillas a su mix de productos, alejándose así por primera vez del corazón de su matriz: la celulosa.
Softys cuenta con un plan de inversiones por US$ 100 millones para 2020 y 2021 en los ocho países donde opera. Según Schmidt, el foco de esta cartera está en las “innovaciones en términos de sostenibilidad”. En Chile, por ejemplo, se lanzó el primer papel higiénico con envase de papel 100% biodegradable, lo que implica un reemplazo de 15 toneladas de plástico que van al vertedero, explicó el gerente corporativo de la empresa. “Estamos aprendiendo del proceso y esperamos que sea el primero de muchos”, adelantó.
Desde la empresa afirmaron que su foco de crecimiento está en los mercados de México y Brasil, con el objetivo de consolidar su participación en esos países y de aprovechar las oportunidades de crecimiento que presentan. Según Rafael Schmidt, en Latinoamérica el consumo per cápita en higiene es casi cuatro veces menor que en países como Estados Unidos. En la región, Chile tiene cifras más altas que los vecinos, mientras que Brasil estaría por debajo del promedio. “Por lo tanto tiene ahí una tasa con una posibilidad de crecimiento relevante”, argumentó Schmidt.
Revisa la entrevista completa a Rafael Schmidt en Pauta de Negocios