Piñera insiste en el fin de exenciones, pero dice que hoy el gasto está financiado
El Presidente destacó los US$ 20 mil millones que sumarán las transferencias fiscales entre 2020 y agosto 2021. Pidió perdón por las ayudas que no llegaron en forma oportuna.
Durante su Cuenta Pública el Presidente Sebastián Piñera salió al paso de la que ha sido la principal crítica en el Congreso, tanto al discutir los apoyos fiscales a familias y empresas como en los retiros de fondos desde las AFP. “Algunos piensan que toda ayuda siempre es insuficiente. A ellos les digo: el Estado de Chile ha hecho un enorme esfuerzo”, remarcó el Mandatario.
Y le puso cifras a ese compromiso, señalando que las ayudas directas a las familias, sumando todo 2020 y hasta agosto próximo, sumarán cerca de US$ 20 mil millones. La cifra, enfatizó, equivale a “más de un cuarto del gasto público total del año pasado”.
De esa suma, US$ 11 mil millones se gastarán en tres meses, cuando se aprueben los proyectos de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) universal y bonos para pymes. Como punto de comparación, el Jefe de Estado recordó que el acuerdo transversal de junio de 2020 -cuando la economía cumplía tres meses de retrocesos de dos dígitos-, contemplaba un desembolso de U$ 12 mil millones para un período de dos años.
Esto implica que los apoyos a las familias y pymes serán más grandes en montos, y más amplios en cobertura, ahora que la actividad muestra crecimientos de dos dígitos respecto de los que hubo el año pasado, cuando la economía estuvo en recesión. “Muchas personas han sentido rabia y frustración por no siempre recibir las ayudas que necesitaban en el momento oportuno y a ellos les pedimos perdón”, afirmó Piñera.
Destacó que en la región, Chile tuvo una de las menores contracciones económicas en 2020 y tendrá una de las mayores recuperaciones en 2021, lo que ya muestra el crecimiento de 14,1% del Imacec de abril conocido esta jornada. Admitió también el gran desafío de recuperar 800 mil empleos perdidos en la pandemia y que se apruebe la reforma de pensiones, pero no dio nuevas luces en estas áreas.
El marco fiscal en juego
El Presidente reiteró lo señalado al anunciar el IFE universal y las ayudas para pymes: que para financiar este gasto adicional se buscará un acuerdo “para aumentar la recaudación fiscal a través de la reducción o eliminación de exenciones tributarias que no se justifican, especialmente aquellas que favorecen a los grupos de mayores ingresos”. Añadió que también habrá mayor endeudamiento y uso de ahorros públicos.
Al terminar el evento, el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, reafirmó el punto explicando que “en estos momentos no tenemos problemas de financiamiento y eso significa que como Gobierno podemos llevar adelante esos proyectos”. Añadió que “ya llegará el momento que seguramente iremos [al Congreso] con un proyecto de exenciones para ir generando más recursos fiscales hacia adelante, para ir pagando algo de la deuda fiscal tengamos este año“.
A diferencia de lo recomendado por el Consejo Fiscal Autónomo (CFA), ni el Presidente ni el titular de Hacienda aludieron a que este mayor gasto fiscal debe retirarse cuando se contenga la crisis ni que implica una nueva desviación del compromiso fiscal del Gobierno. Hablaron de un acuerdo para mayores ingresos, pero no, como dice el CFA, para una senda de convergencia que impida que la deuda –ese peso que le legamos al próximo gobierno y a las futuras generaciones– siga creciendo en forma importante.