Economía

Un ambicioso paquete de alivio a las pymes cierra con éxito la agenda de mínimos comunes

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Pymes gastronómicas están entre las beneficiadas por las medidas. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Acuerdo entre Gobierno y senadores permitió mejorar las dos iniciativas sobre bonos y alivios tributarios para el sector. La cobertura llegará a 800 mil pequeñas empresas, movilizando recursos por más de $3 mil millones.

Hasta ahora, los microempresarios y las pequeñas y medianas empresas (pymes) golpeadas por las restricciones de la pandemia habían accedido a alivios tributarios y a créditos Fogape. Pero el paquete de apoyo acordado entre el Gobierno y el Senado, en el marco de la agenda de mínimos comunes, da un giro al entregarles subsidios con montos y cobertura suficientes, junto con otras medidas para aliviar la “mochila de deuda” que han acumulado.

El avance es fruto del acuerdo logrado tras intensas negociaciones, votado a altas horas de la noche del lunes 7 de junio en la Comisión de Hacienda del Senado para que la Sala pudiera ratificarlo en la sesión de este martes. Dos cifras permiten dimensionar el cambio: se agregaron US$ 1.200 millones adicionales a los anuncios que el 26 de mayo hizo el Presidente Sebastián Piñera para este sector, con lo que ahora se movilizan recursos por US$ 3.200 millones; y la cobertura se amplió desde 330 mil a 800 mil pymes.

El respaldo logrado a esta versión fortalecida del paquete pyme se reflejó en el ánimo imperante en el debate, donde los senadores transversalmente valoraron las medidas. Se aprobaron por unanimidad tanto el proyecto que entrega bonos de $1 millón a 800 mil pymes, además de otros apoyos; y el que dispone un conjunto de apoyos tributarios.

Ambas iniciativas deberán revisarse ahora en la Cámara de Diputados (en segundo y tercer trámite, respectivamente), pero el nivel de acuerdo logrado augura una favorable recepción y un pronto despacho a ley. De hecho, suspendiendo su semana distrital, la Cámara ya citó este jueves a la Sala para votar ambos proyectos.

Con la Ley del nuevo IFE Universal, que se espera llegue a 15 millones de personas, la agenda de mínimos comunes está próxima a concretarse plenamente.

La hora de la política

En un clima más distendido, la sesión especial del Senado permitió no solo valorar el paquete pyme y revisar algunos temas aún pendientes para el sector, sino también dar espacio a la reflexión política.

“Esto muestra que es posible llegar a acuerdos y que estos requieren esfuerzos máximos y no necesariamente mínimos”, planteó el senador Juan Antonio Coloma (UDI). Agregó que luego de que el Mandatario pidiera perdón a quienes no recibieron ayudas en forma oportuna en la pandemia, su partido lo mandató a buscar que los apoyos a las pymes fueran amplios y no se limitaran a créditos.

Su par Ricardo Lagos Weber (PPD) también cifró en ese sinceramiento del Presidente un giro en la forma de abordar la crisis, que “confirma que había un camino distinto, que fue el que muchos planteamos en los debates del año pasado respecto que las ayudas a familias y pymes debían ser más robustas y universales. Este aprendizaje ha costado caro”.

En lo político, la gran ganadora es la presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC), quien articuló la agenda de mínimos comunes en un complejo momento político. Incluso, desde sectores radicalizados ese diálogo fue visto como un “salvataje” al Gobierno, tras la doble derrota del tercer retiro desde las AFP y los resultados electorales“Acudir a este diálogo [con el Gobierno] tuvo costos, pero nada es más importante que el bien superior del país”, comentó la parlamentaria, quien ya figura como carta presidencial en las encuestas. Ella aún no ha explicitado su carrera a La Moneda, lo que parece solo un asunto de tiempo.

La “mochila” pyme

El senador Carlos Montes (PS) habló de un “viraje propyme después de 15 meses de pandemia” y dijo que espera que las medidas las ayuden a superar los problemas acumulados y prepararse para la reactivación. Para el senador Claudio Alvarado (UDI) no hay un punto de inflexión, sino un nuevo paso que se suma a los diversos instrumentos de beneficio a las pymes aplicados desde 2020, “medidas que se van sumando y permiten este alivio”.

La principal novedad es el bono de $1 millón al que accederán las empresas que cumplan al menos uno de los siguientes requisitos: haber tenido un trabajador contratado en 2020, declarar ingresos por ventas al menos dos meses cualquiera ese año o aquellas cuyo giro sea gastronomía, eventos de cultura, peluquería, belleza, gimnasios, servicios de turismo, transportes, jardines infantiles, siempre que hayan tenido alguna venta en 2019.

También habrá devolución de tres meses del promedio del IVA débito del año 2019 por hasta $2 millones y una reformulación del Fogape en materia de acceso al crédito.

Además de liquidez, lo más demandado por los gremios de pequeñas empresas era medidas frente al alto endeudamiento tras un años con bajas o nulas ventas. Aquí se considera la suspensión de remates por deuda, la eliminación transitoria del interés penal en deudas tributarias, postergación de pago de patentes y un plazo de cuatro años para pagar deudas a Tesorería y municipios.

Además, el pago de cotizaciones previsionales de trabajadores con contratos suspendidos será de cargo del Seguro de Cesantía y las deudas por este concepto se abordarán con una cotización adicional que se pagará en cinco años. También se levanta transitoriamente la restricción que impide al Estado contratar a empresas con deudas previsionales, a cambio de que 30% del pago se destine al saldar dichos compromisos.

También se acordaron varios ajustes en materia de compras públicas para favorecer a las pequeñas empresas, entre ellas elevar el monto a partir del cual se piden garantías y promover uniones temporales de proveedores mypes para responder.