La inflación entra a la campaña electoral
La trayectoria alcista en los precios proyectada por el Banco Central pondría en primer plano iniciativas que ya discute el Congreso, como una rebaja diferenciada del IVA y la reducción de los impuestos a los combustibles, entre otros.
Ya en marzo en el mercado se proyectaba que la inflación llegaría transitoriamente a 4%, debido a una mezcla de bajas bases de comparación, alzas globales en los precios de los combustibles y la mayor liquidez de hogares que impulsa el consumo. Los mismos factores llevaron al Banco Central a ir más allá: en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, estima que la variación de precios cerrará el año en 4,4%, con registros mayores a esa cifra en el segundo semestre.
Exceptuando a los combustibles, los factores que impulsarán esa alza se irán desvaneciendo a medida que concluya el efecto del tercer retiro de fondos y de las transferencias fiscales, que suman unos US$23 mil millones a desembolsar hasta septiembre. La baja base de comparación es otro factor: entre abril y agosto de 2020 el IPC estuvo prácticamente plano, lo que estadísticamente impulsa una inflación más alta este año.
Mayor inflación y la probable persistencia de alto desempleo son una combinación especialmente indeseable en un año electoral. No extraña, entonces, que diputados oficialistas hayan venido impulsando iniciativas para aliviar el bolsillo de las familias, las que preocupan a los economistas. El PPD también ha hecho lo suyo, pidiendo al Ejecutivo fijar y estabilizar los precios de los productos de consumo básico.
“Es probable que [las iniciativas que para bajar precios] avancen en la Cámara y tomen mayor protagonismo en la discusión pública durante junio y julio. Debemos tener como factor fundamental el contexto electoral en el que estamos. Solo faltan cinco meses para la elección parlamentaria y presidencial, en donde gran parte de los actuales parlamentarios nuevamente postularían”, dice el abogado y socio de Paréntesis Estrategia, Felipe Venegas.
Añade que hay que tener presente que, de los actuales 155 diputados, 123 pueden ir a la reelección y otros ocho serían candidatos al Senado. “Es decir, 84% podría estar en candidaturas a final de año. Uno podría indicar que gran parte de sus actuaciones están influenciadas por ese contexto”, explica.
Menor impuesto a combustibles
Diez diputados UDI impulsaron un proyecto de resolución que pide al Presidente Sebastián Piñera rebajar en 50% el impuesto específico a los combustibles, cuando existan estados de excepción constitucional.
Aunque un proyecto de resolución es simplemente una petición que no obliga al Ejecutivo, generó preocupación entre expertos por el alto respaldo que tuvo: 103 votos a favor entre 143 diputados y apenas ocho en contra (todos de oposición). Otros 32 parlamentarios se abstuvieron, grupo en que junto a opositores estuvieron los RN Francisco Eguiguren, Sebastián Torrealba y Bernardo Berger, y los Evópoli Francisco Undurraga, Pablo Kast y Andrés Molina, entre otros.
Si hay un tema de respaldo transversal en el mundo técnico, ese es la necesidad de requilibrar ese tributo. Esto es, elevar el que grava al diésel (1,5 UTM por metro cúbico, aproximadamente $78 mil), combustible que es más contaminante que las gasolinas, pero éstas tienen un impuesto mayor (3,5 UTM por m3, unos $182 mil). ¿Por qué no se ha hecho? Transversalmente se reconoce lo difícil que es retirar beneficios que hoy tiene el gremio camionero.
La idea de rebajar ese impuesto generó reacciones de profesionales de distintas disciplinas, pero ninguna para respaldarla.
La economista y académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile Claudia Martínez argumentó que no es momento de rebajar los ingresos del Fisco y que cualquier cambio debe ser para corregir la diferencia entre los tributos del diésel y las gasolinas. El ingeniero en transporte Alejandro Tirachini, académico de la Universidad de Chile, criticó la regresividad de la idea. Afirmó que si transfiere toda la rebaja a las personas, algo que ve difícil, apenas el 3% del menor valor beneficiaría al quintil de menores ingresos, mientras que el 53% se iría al segmento más rico.
El economista jefe de Scotibank, Jorge Selaive, dijo que la iniciativa de los diputados pone “ruido” a la inflación de corto plazo, añadiendo que por cada UTM/m3 que se baja el impuesto la inflación se reduce en 0,15% “a lo menos”. O sea, sería una rebaja de 0,4% por efecto de la medida. Resultados similares obtuvo el economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira, quien modeló el efecto del recorte estimando que reduciría el IVA en 0,48 puntos porcentuales el mes que entraría en efecto. En mayo, la variación mensual del IPC fue de 0,3%, acumulando, 3,6% en 12 meses.
El epidemiólogo y experto en Salud Pública Juan Carlos Said fue más duro en su cuenta en Twitter:
Me acabo de enterar de q hay una iniciativa parlamentaria para bajar impuesto al diésel. Una política q solo va a llevar a la muerte de más chilenos por polución del aire. Sólo falta q propongan bajar el impuesto al tabaco y reincorporar el asbesto a la construcción
— Juan Carlos Said (@juancarlossaid) June 6, 2021
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Rebajar el IVA
Otra iniciativa que de concretarse reducirá de inmediato la inflación es la reforma constitucional que crea un impuesto transitorio a los altos patrimonios. Esto porque la Cámara de Diputados despachó al Senado esa iniciativa sin ese nuevo tributo, pero con una rebaja diferenciada del IVA promovida por diputados oficialistas y respaldada por 112 votos en la Sala. La Comisión de Constitución del Senado aún no la tiene en tabla.
La fórmula apunta a reducir, entre 2021 y 2022, la tasa del IVA (hoy en 19%) a 10% para alimentos, productos sanitarios y hotelería, entre otros; y a 4% para insumos básicos (como harina, leche, huevos), libros y medicamentos, entre otros. Tal como ocurre con la rebaja tributaria a los combustibles, en el mundo técnico existe coincidencia en que reducir el IVA es una mala idea y más bien debería apuntarse a medidas alternativas como el IVA personalizado.
Consultado por PAUTA sobre el nuevo escenario para la inflación expuesto por el Banco Central, uno de los impulsores de la rebaja, el diputado Gonzalo Fuenzalida (RN), lo calificó de “preocupante” y proyectó que si se concreta “van a salir numerosas ideas y algunas de ellas no son muy afortunadas; por ejemplo, la fijación de precios que puede terminar incentivando el mercado negro”.
Sostuvo que como finalmente los inventarios se van a recuperar y el precio se estabilizará al haber productos disponibles, su fórmula alternativa de disminución transitoria del IVA a ciertos bienes esenciales “pareciera ser la medida más conservadora para enfrentar una eventual [mayor] inflación”.
Curiosamente, cuando se votó la rebaja del IVA en la Sala de la Cámara, el diputado Giorgio Jackson (RD) pidió votación separada de la rebaja a 10% del IVA a los combustibles para vehículos y consumo personal. Esta propuesta se rechazó en forma transversal, incluyendo los votos en contra de los autores de la indicación, los diputados Fuenzalida y Jorge Alessandri (UDI).