Economía

Banco Central: La recuperación económica será más lenta si las mujeres no vuelven al trabajo

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Victoria Borodinova, Pixabay
POR Marcela Gómez |

El presidente de la entidad, Mario Marcel, alerta sobre los costos económicos que tiene para el país el rezago que muestra el empleo femenino.

Cifras en mano, el Banco Central (BC) y la Comisión de Hacienda del Senado analizaron un tema al que no suele prestársele atención: la realidad del empleo y la carga de trabajo en el hogar de las mujeres en la pandemia y qué ocurrirá con la economía si no se recupera la participación laboral femenina.

La preocupación adquirió forma con el estudio que realizó el ente emisor, incluido en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, que muestra cómo en pandemia las mujeres debieron asumir -además de las tareas domésticas- el cuidado de menores y otros adultos en el hogar. Dado aquello, la tasa de participación laboral femenina retrocedió todo lo avanzado en la última década

Sin opciones de cuidado, las mujeres en general no pueden buscar empleo y también se les dificulta realizar trabajos informales, por lo que estadísticamente figuran como inactivas. Las mujeres inactivas duplican a los hombres en esa condición, y en ellas la principal razón son las responsabilidades familiares. El rezago que muestra el empleo femenino hoy habla de lo difícil que será recuperar lo perdido. 

El presidente del BC, Mario Marcel, no dejó espacio para dudas sobre la importancia de que las políticas públicas se enfoquen en ese desafío. “La velocidad y la forma en que las mujeres se vayan reincorporando al mercado del trabajo va a determinar en buena medida el desempeño del mercado del trabajo y la economía en la recuperación. Si el empleo femenino se recupera mucho más lentamente o se concentra en ocupaciones de menor productividad, la recuperación de la actividad va a ser más lenta”, dijo a los senadores.

Estimó que el crecimiento del PIB no minero para el periodo 2021-2030 será de 2,9% por año, con un pero grande: si no se recupera el empleo femenino, a cada año en esa serie habría que ir restándole 0,1 punto porcentual acumulativo.

Difícil regreso

Si bien los datos muestran cómo en el segundo trimestre de 2020 se registró una masiva destrucción de empleo, que afectó a hombres y mujeres por igual, volver al mercado laboral está siendo desigual. Marcel recordó que la incorporación laboral de las mujeres ha sido “un proceso sistemático que ha tomado mucho tiempo, por lo que un retroceso implica volver a enfrentar los problemas que históricamente han enfrentado las mujeres para aceder a empleos de calidad y mejor remunerados”.

Añadió que al haber pasado un periodo prolongado de inactividad, se generan cambios en las dinámicas familiares y también pérdidas de capital humano que dificultan el reingreso. Y advirtió que la participación laboral femenina es diferente por grupos de edad: las mujeres más jóvenes se incorporan a edades más tempranas y en forma más rápida al empleo que las de mayor edad. “Volver no es igual para unas y otras”, sostuvo.

También hay otros factores que hablan de urgencia que tiene este tema: “Los hogares encabezados por mujeres explican la mayor parte del alza en la pobreza reportado en la encuesta Casen”, dijo Marcel. Además, más del 60% de los afiliados que quedaron con saldo cero en su AFP tras los retiros de fondos son mujeres, complementó. 

Valor del trabajo femenino en el hogar

El Banco Central también expuso su primera medición del valor económico del trabajo doméstico y de cuidados en el hogar, que por patrones culturales históricos realizan mayoritariamente las mujeres.

Aunque de acuerdo con estándares internacionales el PIB no considera la producción de estos servicios por tratarse de actividades no remuneradas, sí se les puede asignar un valor monetario empleando tanto la Encuesta de Uso del Tiempo (ENUT) 2015 como los salarios reportados en la encuesta Casen 2017. Así lo hizo el BC y constató que del tiempo total dedicado a actividades no remuneradas, el 70% lo asumen las mujeres.

Considerando el PIB de 2020 y sumando el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado, este equivale a 25,6% del PIB ampliado, muy por sobre lo que reporta cualquier rama de actividad económica. El Banco Central estima que este resultado representa un incremento de 4,8 puntos porcentuales respecto del año 2015. “El deterioro del mercado laboral debido a la crisis sanitaria, especialmente en el caso de las mujeres, explica en mayor medida este resultado”, afirma el documento.