Economía

Banco Central adopta agresiva decisión para frenar la inflación: sube la tasa a 1,5%

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Banco Central
POR Marcela Gómez |

Los cinco consejeros acordaron esta sorpresiva alza buscando evitar una escalada alcista en los precios. La inflación ya había llegado a 4,5% anual en julio.

El mercado esperaba un alza de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en esta reunión del Consejo del Banco Central. El 10 de agosto, los 51 analistas consultados para la Encuesta de Expectativas Económicas apostaron a que la TPM subiría 25 puntos base este mes, llegando a 1%. Pero por unanimidad de sus cinco integrantes, el Consejo decidió dar un paso más agresivo y subir 75 pb de un salto, llevando la tasa a 1,5%. 

En simple: el Banco Central se está “pintando para la guerra” contra la inflación. El paso se lee con más nitidez si se considera que recién en julio se elevó la TPM a 0,75 pb luego que se mantuviera en su mínimo técnico desde marzo 2020 debido a la pandemia. Además se trata de la mayor alza en 20 años.

Según el comunicado, esto responde “a la necesidad de evitar la acumulación de desequilibrios macroeconómicos que, entre otras consecuencias, podría provocar un aumento más persistente de la inflación que la lleve a desviarse de la meta de 3% a dos años plazo”.

¿Cuáles son esos desequilibrios? Por un lado, el texto menciona que el desempeño de los mercados financieros “continúa ampliamente dominado por factores idiosincráticos [locales], entre los que destaca la posibilidad de nuevos retiros masivos de ahorros previsionales”. Estos factores han generado depreciación del peso y alzas en las tasas de interés del mercado de renta fija y significativa caída de los rendimientos en UF de más corto plazo. 

Por otro, suma otras sorpresas respecto del escenario previsto, como el mayor crecimiento de la actividad (que llegó a 18,1% en el segundo triemestre), la significativa expansión del gasto público (que superará el 30% previsto para 2021 con la extensión del IFE) y el pujante consumo, entre otros. Se suman disrupciones en la cadena de producción y distribución global e incrementos en precios de las gasolinas. La combinación de estos factores aumenta la presión sobre los precios, como lo demuestra la inflación de julio (que el BC califica de sorpresa) que sumó 4,5% anual. Así, admite que las expectativas de inflación a plazos más largos están sobre la meta de 3%.

Los detalles sobre el escenario económico y los riesgos que ve la entidad se conocerán este 1 de septiembre, cuando se presente el Informe de Política Monetaria.

La lectura del mercado

Las reacciones de los agentes de mercado coinciden en leer la decisión como un gesto de autoridad.

“Banco Central ‘golpea la mesa’ a horas de votación por el 4to. retiro”, resume Scotiabank, que dice que la decisión busca “aplacar las expectativas inflacionarias de corto y mediano plazo que se ubicaban marcadamente sobre promedios históricos”. A la espera de más detalles sobre la visión de las autoridades monetrarias, el reporte dice que “preliminarmente consideramos que no vendrían ajustes de esta magnitud en octubre de lograrse el objetivo buscado por el BC; reducir expectativas inflacionarias, dar señal al Congreso respecto al 4to retiro y apreciar el peso”.

El economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira, sostuvo que el BC dio “un golpe de autoridad” porque  “no se quiere quedar detrás de la curva” tras advertir que la economía “está entrando en una fase de sobrecalentamiento”. Así, considera que la decisión de elevar la TPM en 75 pb “sólo sería el comienzo de un retiro [del estímulo monetario] mucho más agresivo que el que proyectábamos”.

Banchile Inversiones habla de “sorpresa” en la decisión. Destaca que el ente monetario ve riesgos de inflación más persistentes aunque en julio aludía a la ‘transitoriedad’ de algunos factores de base para una mayor inflación, como el rezago de la oferta de productos provocado por la disrupción en los canales de producción y transporte internacional. “Ahora se prevé que esto no será normalizado prontamente”, dice el reporte.