Ministro Cerda defiende “normalización” presupuestaria y oposición critica brusca baja del gasto
Al presentar el Estado de la Hacienda Pública dijo que en 2022 la economía avanzará 2,5% y 1,7% la demanda interna. La deuda pública, en tanto, llegaría a 37,5% del PIB.
El Gobierno ajustó a la baja su proyección de crecimiento de la economía para el año próximo situándola en 2,5% (desde el 9,5% para este año), asociada a una demanda interna que perderá impulso tras el retiro de las medidas de apoyo extraordinarias impulsadas en la pandemia y que implican que los recursos del Presupuesto 2022 serán 22,5% inferiores a los que se gastarán el año en curso.
Si este año Hacienda ve que la demanda interna llegará a 16,2%, fundamentalmente impulsada por el consumo gracias a la liquidez que aportan las transferencias fiscales y los retiros, el próximo alcanzará apenas a 1,7%. Además, la inflación llegaría a 4,1% este año (5,7% según proyecta el Banco Central) y en 2022 se mantendrá en niveles más altos que los acostumbrados, proyectándose en 4,4% anual, según Hacienda.
Las cifras fueron entregadas por el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, al presentar el Estado de la Hacienda Pública ante la Comisión Especial Mixta de Presupuestos del Congreso. La instancia marca el inicio del debate del erario 2022.
Junto con informar sobre la situación económica y fiscal del país, la autoridad destacó la respuesta sanitaria y fiscal ante la pandemia “al nivel de los países avanzados”, aunque admitió que en 2020 la caída en los ingresos laborales de las personas “fue mayor a los aportes fiscales, situación que se revierte desde el segundo trimestre de 2021“. Esto último en virtud de masivos apoyos fiscales (como el IFE Universal) que suman poco más de US$ 30 mil millones en los dos años, lo que permitió una “salida rápida” de la crisis al haber recuperado la economía la actividad que mostraba previo a la pandemia.
Como resultado, no sólo el déficit fiscal ha aumentado: la cifra efectiva cerrará en -8,3% este año y -2,8% el próximo. Además, e incluso considerando el recorte del gasto covid, la deuda pública bruta seguirá creciendo ubicándose en 34,9% en 2021 y en 37,5% en 2022.
Normalización, no freno
Un tema en que el ministro Cerda insistió fue en que la necesaria consolidación fiscal, que evita el riesgo de un sobrecalentamiento de la economía, no significa frenar el gasto sino normalizarlo. El economista detalló que los US$ 82 mil millones que considera el Presupuesto 2022, si bien son inferiores a los US$ 105 mil millones que se ejecutarán este año, serán superiores a los US$ 79 mil millones gastados en 2020 e incluso a los de los años 2019 y 2018.
El recorte del gasto, como se anticipaba, fue el tema que generó más reacciones de los parlamentarios. Desde la oposición, si bien se comparte el objetivo de retirar la mayor parte del gasto transitorio de la pandemia, se estima que puede hacerse de forma distinta.
El vicepresidente del Senado, Jorge Pizarro (DC), dijo que se trata de un “ajuste brusco” que tendrá consecuencias sobre las familias y la economía, por lo que planteó la opción de una mayor gradualidad. También pidió más información, especialmente para cautelar que la caída en el gasto responda a las transferencias y apoyos transitorios, y no en gastos permanentes o en programas sociales relevantes.
En tanto, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) planteó que si el desafío fiscal es hoy mayor se debe a que en 2020 no se dispusieron los recursos “cuando más se necesitaban”. Sobre los que se entregaron este año, a juicio del parlamentario, haber ido “de más a menos” habría permitido una transición más ordenada y lógica.
También pidió estudiar un fondo separado para asegurar financiamiento ante eventuales rebrotes de la pandemia.
El senador Carlos Montes (PS) dijo que se debe conocer en detalle qué ocurre con los presupuestos de ministerios y servicios, además de los planes de inversión pública, pero desde ya pidió que existan recursos para que “el país pueda recuperarse y que el nuevo gobierno tenga margen para actuar”.