Aseguradoras ante el nuevo anticipo: “Se rompe el vidrio, se entra a la casa y se saca todo lo que hay”
Mario Gazitúa dice que la iniciativa parlamentaria de “anticipar” las rentas vitalicias podría ser catastrófica para la economía.
La semana del 25 de octubre se reinicia la discusión del cuarto retiro del 10% de los fondos de pensiones en el Senado, luego de que fuera aprobado en la Cámara de Diputados. La iniciativa también contempla un segundo anticipo de rentas vitalicias, algo que según han advertido diversos actores podría llevar a la quiebra a varias compañías de seguro.
“Me sorprende que lamentablemente estemos defendiendo una situación que es kafkiana, de cómo nos podemos llevar por delante una industria”, advirtió Mario Gazitúa, presidente de la Asociación de Aseguradores de Chile, en Pauta de Negocios, de Radio PAUTA. Si bien comentó que está confiado de que en el Senado habrá una “sana discusión”, advirtió que “ningún legislador, nadie, ni siquiera en la Cámara de Diputados, midió los impactos que puede tener sobre nuestra economía. Esto puede ser catastrófico para una economía en una situación de debilidad como la que vamos saliendo. Como dijo un economista, esto es un suicidio”.
El presidente del gremio que reúne a las compañías de seguro enfatizó que con el primer anticipo -autorizado por el Congreso en el segundo retiro de pensiones- “se trizó el vidrio”, y agregó que, de aprobarse este segundo anticipo, “se rompe el vidrio, se entra a la casa y se saca todo lo que hay”. Dijo que si bien con el primero se trató de una confiscación de recursos, en el segundo ya se trataría de una “expropiación de las compañías de seguro”, y eso, con todas las consecuencias que eso traería para la inversión extranjera en el país. “No estamos respetando las reglas del juego y no se mide el impacto”, lamentó.
Fin de las compañías de seguro
El primer anticipo de rentas vitalicias autorizado por el Congreso provocó que se abrieran 16 juicios de aseguradoras, consecuencia del cambio de reglas del juego en contratos que se hacen entre privados. Gazitúa señala que esto es un “mal llamado anticipo”, porque “no hay nada que anticipar”, y comentó que esto significará un préstamo de US$ 3.900 millones, a un plazo promedio de 25 o 30 años a todos los pensionados, independiente de la fecha en que se hayan pensionado. Dado que su cartera involucra incluso a personas que lo hicieron en la década de 1980, en la práctica se trata de un préstamo que no será devuelto por clientes, dado que todos tendrían que vivir más de 100 años para pagar, lo que lo hace inviable. Por ende, se calcula una pérdida de 50% del patrimonio de las aseguradoras, lo que implicaría que caigan en la insolvencia y que no puedan seguir operando.
“Estamos hablando de US$ 3.900 millones, que es más que el IFE anual, en una industria aseguradora que tiene un patrimonio de US$ 5 mil millones. O sea, es tan irracional que para cualquier empresa o industria sería insostenible”, puntualizó.
Lo anterior impactaría a las compañías de seguro en su totalidad, y por ende, afectaría a los más de 7 millones de chilenos que hoy cuentan con seguros de vida o de salud, terminando asimismo con los reembolsos de consultas médicas, farmacias, enfermedades entre otros. Pero no solo eso, advirtió Gazitúa, sino también impactaría a los créditos hipotecarios, dado que las compañías de seguro son las que ofrecen el seguro de desgravamen; y también a las inversiones de largo plazo como el sector de infraestructura, donde tienen una fuerte presencia.
El presidente de Aseguradoras de Chile destacó que, a su juicio, la mayoría de los chilenos quieren paz, reglas del juego claras, y “nadie quiere salir a jugar un partido si no saben si son 11 contra 22, o si los arcos son más chicos”. Por ende, señaló, “confío en que como país sabremos resolver la incertidumbre que hemos generado, pero escuchándonos y entendiendo las razones técnicas, y también humanas y sociales”.
Vea la entrevista completa con Mario Gazitúa, presidente de la Asociación de Aseguradores de Chile