“Subir el guarismo”: el objetivo de la oposición para el gasto del Presupuesto 2022
Parlamentarios opositores estiman que la economía necesitará un impulso que incluya recursos para los gobernadores regionales. El Consejo Fiscal pide, en cambio, que se avance en la consolidación fiscal.
Los debates presupuestarios siempre son complejos y con mucho tironeo entre gobierno y oposición. Pero este año la controversia ya comienza a apuntar a algo que hasta ahora no se había cuestionado: la cifra total de gasto, número que en esta discusión es conocida como “el guarismo”.
El Presupuesto 2022 considera un alza de 3,7% en el gasto aprobado para 2021, pero reduce en 22,5% el gasto que se proyecta ejecutar al sumar las medidas extraordinarias asociadas a la pandemia. Es la caída del gasto para 2022 lo que critican desde la oposición y lo que buscarán modificar.
La consigna es subir ese techo, para lo cual se buscará instalar una negociación con Hacienda mediante rebajas y rechazos de recursos, como el que ya figura sobre la mesa respecto de los fondos de inversión para las regiones que deben gestionar los nuevos gobernadores.
La estrategia es similar a lo que se hizo el año pasado, cuando la discusión en la Comisión Mixta de Presupuestos (integrada por senadores y diputados) se inició con el inédito rechazo de los recursos existentes en la partida del Tesoro Público. Esa etapa del debate es la que se dará este martes 26 de octubre.
“Este recorte de 22,5% parece brusco considerando la necesidad de tener una mayor actividad económica para un año en que las proyecciones de crecimiento no superan el 2%“, adelanta una minuta sobre la estrategia opositora elaborada por el vicepresidente del Senado, Jorge Pizarro (DC).
El diputado Manuel Monsalve (PS) afirma que el Presupuesto 2022 tiene que contribuir a reactivar la economía, generar empleo y empezar a recuperar cierto equilibrio fiscal. “Llama la atención la contracción enorme que propone el Gobierno, porque no hemos vuelto a normalidad. El Presupuesto debe seguir jugando rol contracíclico. Es claro que no se puede seguir gastando lo mismo, pero aspiramos a una reducción paulatina, no abrupta como se plantea. Además, no solo se recortan las transferencias asociadas a la pandemia, sino también gasto regular”.
Visiones en pugna
El presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara, Pablo Lorenzini (Indep.), no es partidario de presionar por una modificación del guarismo. “Lo van a tratar de politizar un poco, pero el Presupuesto tiene que avanzar. Al final es posible que en partidas específicas haya algún alza y otras se bajen los recursos, eso sí. Pero no en el genérico, eso es perder el tiempo”, comenta.
El senador PPD Ricardo Lagos Weber precisa que el Erario “debe comenzar a retirar los apoyos universales y focalizarnos en las familias que más lo necesitan”. Pero también pide recursos para múltiples necesidades: enfrentar las listas de espera en salud, enfrentar la reactivación económica, apoyar a las regiones y a las pymes; combatir la sequía y el cambio climático, además de “generar la holgura para que el gobierno que venga tenga recursos suficientes para llevar a cabo sus propuestas”.
Sobre el tema, el senador RN José García Ruminot advierte que aumentar el gasto “significa mayor déficit fiscal y mayor endeudamiento, en momento en que tasas de interés van al alza”. A su juicio, el Erario presentado por el Gobierno “es realista, se hace cargo de las dificultades fiscales y del endeudamiento en que hemos tenido que incurrir”. Con todo, es partidario de entregar más facultades y flexibilidad a los gobrnadores regionales para que “puedan tomar decisiones de acuerdo con su propia realidad”.
El diputado Monsalve considera que la oposición debe mostrar su fuerza para abrir espacios de negociación y diálogo con las autoridades, de lo contrario “no habrá capacidad de negociación ni menos una flexibilización del Gobierno”. Esto, dice, ya que los parlamentarios no puden aumentar recursos ni modificar montos, solo puede rebajar o eliminar “asi que sas son nuestras herramientas”.
La preocupción del Consejo Fiscal
En medio de este debate, el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) insistió en la importancia de “generar consensos políticos transversales sobre la necesidad de una consolidación fiscal compatible con la sostenibilidad”. Valora que el Presupuesto 2022 sea el inicio de ese camino al retirar el gasto extra asociado a la pandemia. Esto permite reducir el déficit fiscal estructural de 11,5% del PIB este año a 3,9% el próximo, aunque la deuda pública se empine a 37% del PIB.
En un documento difundido en la jornada (descargar aquí), el CFA estimó “imprescindible” que la consolidación continúe hacia adelante. “De otro modo”, planteó, “en pocos años la deuda neta podría llegar a niveles incompatibles con la sostenibilidad de las finanzas públicas”.
La entidad identifica riesgos en esta dirección, entre ellos que en 2022 las nuevas autoridades no se guíen por la regla fiscal, que no exista un compromiso “realista pero exigente” con la consolidación fiscal; y que se sigan aprobando nuevos retiros previsionales, que presionan el gasto fiscal a mediano plazo.