Suelo fiscal para familias sin casa: la fórmula Kast para reducir el déficit de vivienda
El arquitecto Iván Poduje explica plan para entregar sitios urbanizados a 120 mil propietarios en cuatro años, con subsidios de autoconstrucción o vivienda prefabricada.
La pandemia hizo crecer la pobreza por primera vez desde el año 2000 y los datos de Techo muestran que las familias viviendo en campamentos llegaron a casi 82 mil, la cifra más alta desde 1996, que no considera a grupos que viven allegados, hacinados o en arriendos informales. Con el alza del precio de los suelos y de las tasas de interés, tener una vivienda se ha vuelto más difícil.
El equipo del candidato de derecha José Antonio Kast se enfocó en esa materia para levantar una de sus propuestas de mayor visibilidad. De ahí surge la idea de fusionar los ministerios de Vivienda y Bienes Nacionales: se generaría una nueva entidad que gestione todos los predios fiscales disponibles, incluyendo aquellos de otras reparticiones fiscales que estén subutilizados, abandonados o en venta. De este modo se creará un banco de suelo, el insumo más caro para resolver el problema de vivienda.
“Nuestra meta es que todo el suelo fiscal que no se use se ponga a disposición de las familias sin casa desde el primer día de gobierno”, dice el programa. Estos terrenos serán entregados a las familias que lleven más años en las listas de espera de los programas habitacionales. Serán sitios urbanizados, con calles, agua potable, alcantarillados, áreas verdes y módulos con escuelas, jardines y sedes sociales.
Las familias podrán optar a un subsidio de autoconstrucción asistida o a una vivienda prefabricada, con el Estado asegurando la infraestructura básica y el tratamiento de aguas grises. La meta es entregar a nuevos propietarios 120 mil sitios en cuatro años, lo que es una fórmula rápida para reducir el déficit de vivienda, explica el texto. Concretar esta idea cuesta US$ 1.660 millones en cuatro años.
Estas y otras ideas fueron trabajadas por el arquitecto Iván Poduje, junto con Hector Navarrete y Fernanda Aguirre (los tres provenientes del equipo de Sebastián Sichel), con sus contrapartes del comando original de Kast. Esta “operación sitio” cubre el 30% de la meta de construir 100 mil soluciones de vivienda en cada año de gobierno, “reduciendo la burocracia que tiene a las familias siete años esperando en promedio, para que esa espera sea de tres años”, dice Poduje.
Mejorando los barrios
Otra de las ideas centrales recogidas por Kast es la recuperación de barrios críticos mediante la construcción de 300 centros cívicos en zonas donde hay problemas de narcotráfico o falta de servicios. “Esta propuesta es muy relevante, porque son barrios donde el Estado se ha estado saliendo y donde es necesario recuperar el entorno. Por ejemplo, mejorar la infraestructura de escuelas, espacios públicos y de las policías”, explica Poduje.
Añade que estos centros de barrios abarcan una superficie promedio de 10.000 m2 y consideran un área deportiva, gimnasio o piscina (dependiendo de la zona). La meta es construir 120 en el Gran Santiago, 75 en capitales regionales y 105 en capitales provinciales y ciudades intermedias. Todo ello con un costo total estimado en US$ 2.660 millones en cuatro años.
Agrega que a esto se suma una idea que denominaron “Eriazo Cero”, que consiste en la erradicación gradual pero decidida de todos los sitios eriazos o microbasurales que hoy son focos de inseguridad, incluyendo las canchas en mal estado o abandonadas.
La idea es que esos espacios que existen en los barrios puedan ser reemplazados por áreas verdes, áreas deportivas o piscinas; incluso con fondos concursables para cerrar y techar ciertos espacios para transformarlos en gimnasios o polideportivos