La arista tributaria: de la megarreforma de Boric al minimalismo de Kast
El mundo tributario organizó un foro para conocer los planes de ambas candidaturas. La izquierda explicó en detalle su propuesta y la derecha evidenció que apuesta a que el crecimiento genere más ingresos.
Para 2022 Chile parte con un déficit estructural de 3,9%del PIB y una deuda creciente, que se estima se ubique en 37,5% del PIB. Con un crecimiento que se proyecta en torno a 2% y el riesgo incluso de una recesión técnica, el desafío para el gobierno entrante es mayor. El control del gasto público importa, pero también allegar nuevos recursos al Fisco es clave. Entre los ingresos, la llave tributaria surge como uno de los elementos relevantes en el debate fiscal.
Para conocer las propuestas tributarias de los candidatos presidenciales que se enfrentan en segunda vuelta, el Centro de Estudios Tributarios (CET) de la Universidad de Chile y el Instituto Chileno de Derecho Tributario (ICHDT) invitaron a los asesores económicos de ambos comandos: por la campaña de José Antonio Kast asistió Eduardo Guerrero; y por el equipo de Gabriel Boric participó Nicolás Bohme.
Los diferentes enfoques de ambas candidaturas ya quedan claros en los grandes números que se han informado desde ambos comandos. El programa de Boric cuesta US$ 12.500 millones y se financia íntegramente con los cambios tributarios, mientras que el de Kast tiene un costo de US$ 7.500 millones y solo un tercio de esos recursos proviene de medidas tributarias, ya que el resto se origina en el mayor crecimiento esperado y mejoras en eficiencia del gasto público.
Boric: reformas ambiciosas y graduales
Nicolás Bohme planteó que tras la convergencia lograda con los economistas que apoyaron a Marco Enríquez-Ominami y Yasna Provoste en instrumentos, gradualidad y proyecciones de recaudación, se logró un acuerdo que contribuye a viabilizar “una reforma tributaria que requerirá
un amplio respaldo”.
Explicó que si bien la meta de recaudar 8% del PIB en 8 años se mantiene, se instala un hito intermedio de recaudar 5% del PIB al cierre del próximo gobierno. Para esto, gradúa el avance de las reformas.
En 2025 solo una medida debe completarse y se refiere a las que gravan la riqueza, que recaudarían 1,5% del PIB: un nuevo impuesto patrimonial que afectará a unas 11 mil personas, impuesto a las utilidades corporativas retenidas y potenciar la sobretasa del impuesto a propiedades sobre $400 millones.
Otras medidas deberán tener avances sustantivos al cierre del próximo gobierno, esperan en el comando, como la eliminación de nueve exenciones (régimen de renta presunta, ganancia de capital en instrumentos bursátiles, impuesto a fondos de inversión privados, y crédito IVA a la construcción, entre otras). También suman el royalty a la gran minería del cobre, que tendrá un componente referido a las ventas y otro sobre la rentabilidad (operacional o financiera), para extraer más rentas en yacimiento de menores costos. Ambas recaudarían 0,8% del PIB, aunque en 8 años su aporte llegaría a 1%.
Otro 1,6% del PIB al cierre de 2025 provendría de medidas contra la evasión y elusión (fortalecimiento del SII y Aduanas, registro de dueños de empresas para toda la cadena, y más información sobre inversiones en paraíses tributarios, entre otras).
“Hay otros aspectos de la reforma en que es importante una implementación más pausada, más gradual, para permitir el ajuste de los contribuyentes y del propio SII”, dijo Bohme, aludiendo a los cambios en el tributo a la renta y los impuestos verdes. En el primer caso, se trata de desintegrar el actual sistema tributario y, sin cambiar la tasa corporativa, sí elevar la tasa del impuesto a la renta personal para quienes ganen sobre $4,5 millones mensuales. La medida considera un ajuste automático para que los dividendos no tributen más de 44,45%.
Sobre los impuestos verdes, se incluyen aumentar gradualmente el impuesto al CO2 y el específico que grava al diésel; eliminar exenciones para industria y transporte en materia de diésel, y devolver parte de lo que pagan las familias por tributos a los combustibles.
Kast: la apuesta del crecimiento
Aunque se trataba de un foro tributario organizado por especialistas en la materia, el representante de Kast enfocó su intervención en la importancia del crecimiento económico. Esa candidatura ha debido ajustar sus propuestas en esta fase de la campaña, de modo que ahora condiciona su promesa original de masivas reducciones e incluso eliminaciones de impuestos al principio de la responsabilidad fiscal. La conclusión tras conseguir el pasaje a segunda vuelta es simple: cortar impuestos, como se proponía originalmente, reduce los ingresos del Fisco.
El nuevo plan, al que aportaron economistas que se sumaron a esa campaña, contiene el compromiso de avanzar en reducir la tasa corporativa en la medida que las cuentas fiscales lo permitan. Y tambíén plantea eliminar exenciones (excepto zonas francas), reducir la evasión y avanzar en la simplificación tributaria. No se incluye ningún detalle ni estimación sobre la recaudación esperada.
Tras criticar la reforma tributaria de 2014, Eduardo Guerrero dijo que “una buena reforma tributaria debe cumplir con dos objetivos: recaudar lo que se propone y que no atente contra la inversión y el crecimiento económico”. Ante ello, volvió al tema del dinamismo económico. Enfatizó “que por cada punto de mayor crecimiento el país recauda en torno a US$ 650 millones”, por lo que en cuatro años habría ingresos por US$ 2.600 millones adicionales por cada incremento anual de 1% del PIB. Insistió en que se puede recaudar más reduciendo la tasa corporativa. Puso como ejemplo a Irlanda, que “bajó su impuesto a las empresas desde el 40% en que alguna vez estuvo a 12,5%, logrando superar el crecimiento promedio de la OCDE”.
El representante del comando de Kast expuso las propuestas tributarias más relevantes de la candidatura, entre ellas la reducción gradual de impuestos corporativos en la medida que se cumplan las metas fiscales. Otros voceros han hablado de una baja de 27% a 25% en ese tributo como primer paso. “En lo que sí vamos a avanzar inmediatamente es en la tasa cero para pymes y startup, como importante motores de la economía”, afirmó.
Junto con eso, se apunta a una reducción gradual del IVA “para dar espacio, con esas rebajas, a una mayor cotización vía consumo, para poder abonar a las cuentas inviduales para pensión”. Otros temas de rápida concreción son las simplificaciones tributarias, revisión de exenciones e integración del sistema. “Hay amplio consenso en estos tres temas y es importante que los tomemos desde el primer minuto”, aseguró.