Señales de mercado por Boric: Fitch duda de la recaudación y S&P pide “más pragmatismo”
La bolsa retrocedió 6,1% y el dólar a nivel local subió $35 a $874. No solo en Chile se ve con preocupación el escenario en que debutará el próximo gobierno y su programa económico.
Aunque el triunfo del candidato de izquierda Gabriel Boric estaba internalizado debido a las proyecciones de las encuestas, el desempeño tanto de la bolsa como del tipo de cambio mostraron que no es una buena noticia para los inversionistas.
El IPSA, que sigue los precios de las 30 empresas más grandes listadas en la Bolsa de Santiago, se desplomó 7,4% en las primeras operaciones pero terminó cerrando con una caída de 6,2% (4.088 puntos). El desempeño estuvo en línea con lo proyectado por el mercado. “Lo que se ve son reacciones emocionales, viscerales y especulativas. Todavía falta cuál es la reacción que podrían tener los aportantes de fondos mutuos, los sostenedores de ADR (American Depositary Receipt, que se transan en Nueva York). Entonces, todavía queda mucho campo que cubrir”, estimó Jorge Tolosa, de Vector Capital.
Otra cosa ocurrió con el tipo de cambio. Los pronósticos más pesimistas no se cumplieron, por ahora. El dólar a nivel local abrió en máximos de $878 y retrocedió por toma de utilidades. Sin embargo, terminó cerrando en $874, ganando $37 en una sesión, lo que no se había visto ni siquiera en la pandemia o la crisis subprime.
“El grueso de las operaciones se dieron en un promedio en torno a $860, unos $20 por sobre el cierre del viernes”, resumió el CEO de Ruvix, Sergio Tricio, lo que es un escenario moderado que habla de más riesgo en el futuro para Chile. Pero enfatizó que se debe seguir monitoreando, porque la señales sobre el nuevo gabinete “podrían influir un poco en las expectativas” y, por otro lado, el alto nivel del tipo de cambio real podría motivar una intervención verbal del Banco Central.
La preocupación no es solo local. El economista jefe para América Latina del banco de inversión Goldman Sachs, Alberto Ramos, comentó a PAUTA que el complejo escenario que le espera al Presidente electo y al nuevo Congreso, caracterizado por “una polarización política y social significativa junto con crecientes demandas de una red de protección social más amplia y un progreso socioeconómico más rápido”.
A su juicio, tanto Boric como los parlamentarios deberán buscar la forma de satisfacer “esas altas expectativas de una manera fiscalmente responsable, preservando los incentivos adecuados para la inversión y generando un crecimiento razonable”.
La pregunta es cómo armar este puzle. Y hacerlo evitando que el mercado de capitales se siga deteriorando en el intertanto.
El pesimismo de Fitch
Las agencias que califican la nota soberana de Chile también están atentas a los pasos de la próxima administración.
Fitch Ratings, que en octubre de 2020 recortó la nota soberana de Chile desde “A” a “A-“, ve que persistirán las presiones subyacentes sobre el gasto social, incluyendo un alza permanente si la nueva Constitución incorpora nuevos derechos sociales.
El director senior del equipo soberano de la agencia, Richard Francis, estimó que algunas medidas que buscan aumentar los ingresos fiscales (como el impuesto al patrimonio, royalty minero y reducir exenciones) “pueden resultar difíciles de lograr”, que las mejoras para reducir la evasión en 2,5% del PIB “no produzcan los resultados deseados” y advirtió que los grandes aumentos de impuestos “podrían tener un impacto negativo en el crecimiento”.
También expresó preocupación por las cuentas fiscales. Señaló que “las medidas de ajuste estructural fiscal a mediano plazo podrían verse obstaculizadas por las altas demandas sociales, el escaso apetito por aumentos de impuestos y la fragmentación del Congreso”. Para estabilizar la deuda, sostuvo, se necesitarían “más medidas fiscales especialmente en el contexto de un mayor gasto social”.
S&P: más pragmatismo
También emitió una nota sobre el futuro gobierno la agencia S&P, que en marzo de 2021 rebajó de ‘A+’ a ‘A’ el ratingo soberano de Chile. “Para atraer el apoyo de los votantes centristas, el Presidente electo Boric moderó algunas de sus propuestas durante la campaña. La nueva realidad política del país requerirá pragmatismo adicional”, comentó el director de Finanzas Soberanas a cargo de Chile en S&P, Manuel Orozco.
En su nota, precisa que la coalición ganadora no tiene fuerzas políticas suficientes en el Congreso para aprobar cambios estructurales y que las elecciones de noviembre y diciembre “indican una moderado cambio hacia el centro”. Añade que tienen la perspectiva que el proceso constitucional “conduzca a cambios graduales y moderados” que no socaven la calidad crediticia de Chile, pero les preocupa que “el débil crecimiento económico y los déficits fiscales consistentemente altos” reduzcan la capacidad del país para enfrentar futuras crisis, “lo que generaría presión sobre la calificación”.
Asimismo, afirma que el proceso constitucional y el surgimiento de nuevos líderes políticos y partidos “ha generado incertidumbre sobre la persistencia de la larga tradición chilena de política económica basada en el consenso”.