La PGU comenzaría a pagarse a fines de febrero tras su aprobación en el Congreso
El beneficio de $185 mil mensuales para mayores de 65 años solo excluye al 10% más rico de la población. Un test de afluencia definirá quiénes integran este grupo de mayor patrimonio.
Tal como se proyectaba, la Cámara de Diputados aprobó en tercer trámite la Pensión Garantizada Universal (PGU) propuesta por el Presidente Sebastián Piñera en medio de la campaña presidencial. Tanto el proyecto que crea el beneficio como el que aporta a su financiamiento con ajustes tributarios fueron respaldados en forma unánime.
Con este paso, la iniciativa quedó en condiciones de ser promulgada como ley y las autoridades comprometieron el inicio de los pagos de $185 mil mensuales para las últimas semanas de febrero.
Los primeros beneficiados serán los poco más de 1,4 millones de personas que reciben pensiones básicas o aportes complementarios del pilar solidario de pensiones. La medida beneficiará en total a 2,4 millones de adultos mayores de 65 años, activos o jubilados, incluyendo a quienes ya tienen pensiones de vejez o invalidez. También lo recibirán los menores de 18 años con discapacidad mental severa.
El financiamiento de la iniciativa, que fue objeto de críticas desde el inicio de su tramitación, fue compensado parcialmente con ajustes tributarios. Desde la oposición se insistió en que si bien dos tercios del costo de esta reforma están financiados, el tercio restante procede de reajustes y reasignaciones presupuestarias, por lo que se requerirán nuevas fuentes de financiamiento hacia adelante.
Como lo resumió el diputado Marcelo Schilling (PS), el respaldo a los cambios aprobados por el Senado buscó “consolidar un triunfo conceptual al establecer derechos universales y garantizados y no seguir con políticas de focalización asociadas al neoliberalismo”.
El titular de Hacienda, Rodrigo Cerda, valoró el apoyo a una ley que beneficia a las personas. “Una de las cosas buenas que hemos logrado en este proyectos es que tenemos acuerdos muy amplios con nuestras bancadas, con quienes son oposición hoy y también con el equipo del Presidente electo”, destacó, precisando que la PGU es de alguna manera “heredera del IFE Universal” al excluir sólo al 10% más rico y apuntar a la línea de pobreza como aporte mínimo.
¿Cómo se excluirá a los más ricos?
La PGU es un aporte mensual de hasta $185 mil para personas mayores de 65 años, activos o jubilados, que se encuentren en el 90% de menos recursos de la población. Para quienes cuenten con una pensión base igual o menor a $630 mil mensuales recibirán el aporte completo, el que irá disminuyendo gradualmente para quienes reciban entre $630 mil y $1.000.000. Sobre este límite no habrá PGU.
Para determinar quienes podrán recibirla, a los instrumentos de caracterización socioeconómica habituales se sumará un test de afluencia que permitirá determinar la riqueza de las personas y excluir a quienes están sobre el 90% más rico de la población.
El titular del Trabajo Patricio Melero, sostuvo que, “hay casos de personas que tienen bajas pensiones porque acumularon poco en sus cuentas, pero tienen un patrimonio considerable”; por ejemplo, porque poseen propiedades, automóviles y tienen recursos invertidos en instrumentos financieros.
El nuevo instrumento de focalización no considerará la vivienda principal del adulto mayor (por ejemplo, si su casa es de alto valor o si la arrienda para generar recursos para su subsistencia) y se enfocará en la autonomía presupuestaria del beneficiario, para que “no se contamine” con parientes que pueden tener altos patrimonios. También se valorizará el flujo de ingresos de la persona (sueldos, pensión, arriendos) como el patrimonio total que posee.