Rezago laboral golpea más fuerte a mujeres con niños pequeños en el hogar
Datos del nuevo Observatorio de Género UDP muestran que la brecha salarial se concentra entre quienes aportan el ingreso principal del hogar.
Aunque ya quedan fuera del debate quienes defienden la discriminación a las mujeres en el plano laboral, ellas siguen teniendo una menor participación laboral que los hombres, salarios más bajos y menor acceso a puestos de poder. La pandemia acentuó este escenario al generar una masiva destrucción del empleo femenino. Con tantos frentes abiertos, ¿por dónde avanzar?
En el Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales aportan antecedentes novedosos que ayudarían a encontrar respuestas. En el lanzamiento de su nuevo Observatorio de Género, los investigadores revelan un análisis que vienen realizando con cifras oficiales sobre la brecha de género en materia salarial y de empleo.
Como quienes son responsables de financiar su hogar “no se pueden dar el lujo” de estar sin trabajo demasiado tiempo, lo habitual es que la participación laboral en este segmento sea alta, independientemente del género. Así, las mujeres proveedoras (que aportan todo o la mayor parte de los recursos para la subsistencia familiar) tienen tasas de participación laboral de 65%, la cual llega apenas al 40% entre las que no son las principales aportantes al hogar.
Si hoy en general el empleo está 3,9% por debajo de su nivel prepandemia, esa cifra está 18% rezagada para las mujeres no proveedoras. “Realmente es un segmento sumido en una crisis laboral profunda”, explicó el director del OCEC, Juan Bravo. En este grupo el desafío es recuperar más de 430 mil puestos de trabajo, sostiene.
Advierte que un factor clave es si en el hogar hay niños menores de cinco años, ya que las cifras muestran que este es un factor que incide fuertemente en la posibilidad de emplearse de las mujeres. Por ejemplo, en hogares sin niños pequeños, las mujeres proveedoras tienen un nivel de empleo 21,5% sobre el nivel prepandemia. “Este es un grupo con un dinamismo muy grande, es el que lidera hoy la recuperación económica”, dice el economista.
Pero cuando hay menores de cinco años en el hogar, el nivel de ocupación está 6,4% bajo el nivel pre pandemia para las mujeres proveedores y 31,8% para las no proveedoras. “Estos son datos que deben servir para orientar las políticas públicas. Hay que ver qué pasa con los servicios de cuidado“, apunta.
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La brecha salarial
Sobre la base de la Encuesta Suplementaria de Ingresos del INE de 2020 y al considerar solo quienes son las proveedoras principales de su hogar, la brecha salarial entre mujeres y hombres ocupados es de 25 puntos porcentuales (pp), pero solo de 8,9 pp si no aportan el ingreso principal de la familia. El mismo ejercicio para 2010 muestra una brecha de 31,9 y 9,3, respectivamente.
“En el segmento de proveedores principales, los hombres tienen una remuneración promedio de $795 mil y las mujeres de solo $592 mil. Esta realidad es completamente distinta si miramos a quienes no son los proveedores principales: en este grupo las mujeres tienen ingresos promedio de $519 mil, mientras que los hombres están más atrás, con $477 mil”, dice Bravo.
El economista plantea que estos datos fueron sorpresivos. Abren “un nuevo tema de investigación” para conocer por qué la brecha de ingresos se concentra entre quienes ejercen el rol de proveedores. Junto con ello, señala que es clave que las políticas públicas recojan esta realidad.