Economía

Marcel sincerará el 25 de abril la “línea de base” económica y fiscal del gobierno

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Fernanda Monasterio Blanco
POR Marcela Gómez |

Aunque tiene plazo hasta el 11 de junio para explicitar la trayectoria fiscal que comprometerá, primero debe corregir las optimistas proyecciones que hereda.

Varias tareas tendrá que liderar el ministro de Hacienda, Mario Marcel. Pero una de máxima relevancia para todas las propuestas y decisiones del nuevo gobierno será la de definir la “línea de base” en materia económica y fiscal. 

Una primera señal en este sentido se conocerá el próximo 25 de abril, fecha en la que la Dirección de Presupuesto tiene previsto entregar el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre. Además de corregir las últimas estimaciones económicas de la administración de Sebastián Piñera, se espera que en esa ocasión se incluya también cuál será la meta fiscal que comprometerá el nuevo gobierno.

En sus primeras declaraciones tras asumir como ministro, Marcel anticipó que adelantará a abril la definición sobre la trayectoria fiscal del gobierno y no esperará el plazo del 11 de junio que tienen los gobiernos entrantes para plasmar mediante un decreto ese compromiso. Su idea, dijo, es comunicar “lo antes posible” su visión en este tema.

Optimismo vs realidad

Las definiciones se vuelven más relevantes luego que a comienzos de febrero la administración Piñera actualizó sus proyecciones, estimando que este año la economía crecería 3,5% y que habría holguras (espacio de gasto) por US$ 30 mil millones para la nueva administración. Una economía más dinámica implica más ingresos para el Fisco y menos necesidad de priorizar.

Esa visión pareció optimista en febrero e incomodó a Marcel y a su equipo, que estimaron que no reflejaba la realidad de una economía sobrecalentada, con alta inflación y con una deuda publica que llegaría este año al 38,7% del PIB. En su última cadena nacional, Piñera insistió en la idea, destacando que entrega como legado “una economía ordenada, con ahorros y en pleno crecimiento“. 

En el mercado parecen discrepar de esta visión, porque se ve un avance acotado de la economía este año, incluso con algunos trimestres negativos. La Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) de l Banco Central de marzo, que resume la visión de 52 economistas y agentes, apunta a una expansión de 2%. Hay algunos más pesimistas; por ejemplo Santander proyecta una variación de apenas 1%.

El Banco Central entregará su proyección el 30 de marzo, pero en diciembre apostaba a una cifra  de entre 1,5% y 2,5% y lo habitual es que precise su visión dentro de ese rango.

La meta fiscal

En cuanto a la meta fiscal, lo clave para Marcel es señalizar un compromiso que permita cumplir con el Presupuesto 2022, acompañar al Banco Central en el combate de la inflación y contar con un marco que viabilice las reformas que se impulsarán.

En 2007, cuando partió la obligación de cada Gobierno de definir una meta fiscal, se apuntó a un superávit estructural anual de 1% del PIB. Pero desde entonces cada administración ha ido ajustando ese compromiso e incluso lo ha ajustado sobre la marcha.

En 2010 se abandonó la meta anual, comprometiendo el objetivo de un déficit estructural de 1% al final del mandato. En 2014 se apostó a converger a un balance estructural al cerrar el periodo, pero luego se optó por ir reduciendo el déficit estructural en 0,25% del PIB cada año. En 2018 la apuesta fue reducir ese déficit en un quinto del PIB cada año, pero tras el remezón del estallido y la pandemia se apuntó a que ese indicador llegara a -3,9% en 2022.