Stephany Griffith-Jones despeja dudas del mercado por su llegada al Banco Central
La cercanía al Gobierno y su foco en políticas industriales han sido tema de preocupación, pero también se ve que puede aportar una nueva mirada. La propia consejera defiende sus credenciales .
Este 2 de mayo será la primera vez que Stephany Griffith-Jones cruce la puerta del Banco Central como consejera y se instale en su oficina del segundo piso.
La tercera mujer en integrar el consejo inició su carrera en la década de los 70 precisamente en esa institución, de modo que su regreso a la entidad puede leerse también como un cierre de ciclo. Servirá el cargo hasta octubre de 2025, periodo que le habría correspondido al exconsejero y hoy ministro de Hacienda, Mario Marcel.
Previo a su designación, la economista no era tan conocida por sus pares en Chile, ya que realizó toda su carrera en el extranjero. De hecho, ahora trasladó su residencia desde Brighton (Inglaterra) a Santiago.
Los desafíos que enfrenta el Banco Central son enormes: no solo la alta inflación y el proceso constituyente, sino también el futuro retiro del estímulo monetario en una economía que va aterrizando. Griffith-Jones tendrá voz y voto en la conducción monetaria. En privado, algunos economistas, analistas de bancos y gerentes de corredoras de bolsa expresaron a PAUTA su preocupación por el rol que cumplirá en el Banco Central.
Las dudas se relacionan con el foco de su carrera en políticas industriales (incluyendo el “Banco de Desarrollo” que propone el Gobierno) y su cercanía con las actuales autoridades, lo que podría comprometer su independencia como consejera. La profesional integró el equipo económico del Presidente Gabriel Boric en la última fase de la campaña, invitada por la hoy subsecretaria de Hacienda, Claudia Sanhueza.
“Mi experiencia es muchísimo más amplia”
Griffith-Jones descartó las dudas. En conversación con PAUTA, señaló que su experiencia “es muchísimo más amplia” que lo que se cree. “Me parece que no están al tanto de todo el trabajo académico y de política económica internacional que he hecho; por ejemplo, en temas de regulación financiera, de políticas macroeconómicas y de flujos de capitales”.
Añadió que en Reino Unido trabajó en el Barclays Bank International (hoy Barclays PLC) como experta en América Latina y ha sido consultora de los bancos centrales de Estados Unidos, Inglaterra, Francia, República Checa, Polonia y Sudáfrica. “También he dado seminarios en el Banco de Pagos Internacionales y en el Fondo Monetario Internacional; en este último expuse en dos de sus reuniones anuales, además de dar dos seminarios a su Junta Ejecutiva”, añadió.
Sobre el eventual riesgo para su independencia asociado a sus vínculos con el Gobierno, dijo no tener “mucho que agregar, precisamente porque el mecanismo de designación de los consejeros es público y conocido por la ciudadanía”. Añadió que, de hecho, todos los consejeros del Banco Central en Chile “son sugeridos principalmente por su calidad técnica y profesional, pero también por sus vínculos políticos”.
“En mi caso, estoy honrada de que el Presidente Piñera me propusiera y estoy particularmente feliz de que mi nombramiento como consejera del Banco Central haya sido ratificado en forma unánime por el Senado, con el apoyo de senadores de todos los partidos políticos. Espero hacer la labor de consejera lo mejor que pueda y en colaboración muy estrecha con las consejeras y los consejeros”, dijo a PAUTA.
El aporte de una nueva mirada
En el mercado también hay agentes que valoran la trayectoria de Griffith-Jones. Entre ellos está el economista jefe de BCI, Sergio Lehmann, quien considera que ella es una economista destacada, con una trayectoria de larga data particularmente en el mundo académico. “Se ha dedicado a temas de desarrollo especialmente, por lo que seguramente requerirá alguna adaptación al mundo más monetario. Pero no tengo dudas de que desde su mirada contribuirá de manera valiosa a la política del Banco Central”, afirmó.
El economista jefe de Gemines, Alejandro Fernández, opinó que “asumir que porque ella trabajó por cierta candidatura podría tener un comportamiento inadecuado me parece un prejuicio, ya que virtualmente todos quienes han pasado por el consejo tienen sus preferencias, por así decirlo”. Como ejemplo, recordó que la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, fue directora de Presupuestos del expresidente Sebastián Piñera y subdirectora de Libertad y Desarrollo; mientras que Luis Felipe Céspedes fue ministro de la expresidenta Michelle Bachelet.
“Si pudiera tener sesgos a ser menos proclive a apoyar alzas de tasas, tampoco sería la única en esa categoría. Es algo que también podrían compartir Céspedes y Pablo García, por ejemplo”, sostuvo.
A juicio de Fernández, que Griffith-Jones haya realizado su carrera fuera de Chile y se haya desempeñado en Inglaterra y Estados Unidos “le da una mirada interesante” y puede aportar desde su experiencia en política financiera y en mercados de capitales. “Tal vez podría no saber tanto de política monetaria, pero su formación y trayectoria merecen todo el respeto. Si es por comparar, incluso podría estar más preparada que algunos profesionales que integraron el consejo antes”, mencionó.