Banco Mundial proyecta que Chile y Haití serán las únicas economías de Latinoamérica que no crecerán en 2023
La región crecerá un 1,3% este año, influenciada por el control de la inflación y un “panorama mundial poco auspicioso”, debido al “crecimiento algo lento de Estados Unidos y China”.
Un informe del Banco Mundial (BM) presentó las proyecciones económicas para América Latina en 2023. Según el organismo internacional, en 2022 la región creció un 3,6%, influida principalmente por el consumo y la recuperación de los mercados laborales en la pospandemia.
La institución proyecta que este año habrá desaceleración en la región, que crecerá un 1,3%, y se recuperará en 2024, con un 2,4%. La contracción estaría vinculada, aseguró el BM, al control de la inflación y a un “panorama mundial poco auspicioso”, debido al “crecimiento algo lento de Estados Unidos y China”.
El reporte plantea que las economías que más crecerán serán República Dominicana (4,8%), Panamá (4,5%) y Paraguay (4,5%). Por su parte, el crecimiento de los gigantes de la región será menor al esperado: Argentina tendrá un incremento de 2%, México un 0,9% y Brasil un 0,8%.
En el caso de Argentina, “la inflación muy elevada del país obstaculizará la actividad económica”, mientras que en México, según la institución, “las condiciones monetarias restrictivas, la inflación persistentemente alta y la merma en las exportaciones reducirán la actividad”. En Brasil, en tanto, “las altas tasas de interés frenarán las inversiones, y el crecimiento de la exportaciones se desacelerará”.
Las economías que menos crecerán en América Latina serán Chile, con una decrecimiento de -0,9%, y Haití con un -1,1%. El reporte del Banco Mundial argumenta que “es probable que la economía de Chile se contraiga a lo largo del año, debido a que la baja en los ingresos reales erosionará el consumo”.
“En términos más generales, las proyecciones indican un estancamiento de los niveles de vida en la primera mitad del decenio de 2020, con un crecimiento promedio del PIB per cápita del 0,6 % anual entre 2020 y 2024. Esto podría dificultar la lucha contra una amplia gama de problemas sociales y agravaría los obstáculos que impiden un desarrollo sostenido e inclusivo en América Latina y el Caribe”, señala el informe de Perspectivas económicas mundiales sobre la situación regional.