Guillermo Larraín y diálogos para destrabar la reforma previsional: “Desconfío de que en realidad pueda haber un acuerdo”
En Pauta de Negocios, el académico y exsuperintendente de Pensiones, afirmó que el diálogo impulsado por el Ejecutivo “hay que mirarlo con cautela” y respecto a la idea de reorganizar la industria sostuvo que “hay que hacerla, pero hacerla bien. No puede haber errores”.
La propuesta del Gobierno para la reforma previsional todavía no convence a la oposición, pero tampoco al oficialismo. Este martes 18 de julio, un grupo de parlamentarios y expertos designados por los partidos se reunieron con la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, y el subsecretario de Previsión Social, Claudio Reyes, para escuchar el nuevo plan del Ejecutivo, que busca reorganizar la industria.
Guillermo Larraín y diálogos para destrabar la reforma previsional: “Desconfío de que en realidad pueda haber un acuerdo”
En conversación con Pauta de Negocios, de Radio Pauta, el exsuperintendente de Pensiones y académico de la Universidad de Chile, Guillermo Larraín, afirmó que “este es el primer paso en una negociación que tiene por lo menos 15 elementos que son bastante controvertidos. Creo que hay que mirarlo con cautela, y no sacar conclusiones muy apresuradas respecto a la probabilidad de éxito de todo el proceso”.
“La gente ha ido cayendo en la cuenta de que hay una obligación no sólo moral, sino más bien política, de sacar esta reforma adelante. Es imposible presentarse, por ejemplo, a las elecciones próximas habiendo fracasado una vez más en ponerse de acuerdo en algo que a mucha gente le hace tanto sentido, pues solidifica la situación de pensiones en Chile y mejora el nivel de las pensiones. Hay una presión política y moral bastante fuerte”, aseguró.
Larraín valoró que “en lugar de armar una nueva comisión, se haya hecho un grupo de trabajo técnico. Es una buena iniciativa para tratar de que se pongan de acuerdo en algunos elementos clave. Me parece que está bien, pero falta mucho todavía”.
A juicio del exsuperintendente de Pensiones, “detrás de la seguridad social y del sistema de pensiones, lo que hay son ciertas visiones de mundo, no es sólo un problema de números. Hay visiones de lo que tiene que hacer el Estado, a quiénes tiene que proteger, bajo qué condiciones y cuándo esa ayuda o protección tiene que ser incondicional, o cómo se hace la solidaridad”.
“Desconfío de que en realidad pueda haber un acuerdo porque hay muchas visiones en juego”, constató.
Para el académico, “nosotros partimos desde una esquina discutiendo esto. Es más fácil tener una discusión más pragmática cuando uno parte desde un sistema que ya es mixto y hay que hacerle correcciones paramétricas, que es lo que pasa en Francia o en Estados Unidos. Nosotros venimos desde una esquina, donde había un gran pilar de capitalización individual con cuentas individuales y ahorro, fundamentalmente, y un pilar solidario que era bastante débil”.
“En este modelo, no hay solidaridad entre los trabajadores, que sí tienen solidaridad en los países desarrollados. Además, no hay una participación estatal significativa, salvo en el componente de la pensión garantizada universal. Esta discusión ideológica parte desde un punto de vista donde el mercado es particularmente importante en el sistema, y cualquier reforma que se pretenda hacer desde la centroizquierda pareciera que es una amenaza para el mercado. Eso es algo que se puede ver como un problema por quienes están convencidos de que el sistema funciona bien. Hay un tema ideológico que hay que resolver bien”, argumentó.
Parte importante de la discusión de la reforma se ha centrado en el destino del 6%. Sin embargo, según Larraín, la idea de separar la industria “hay que hacerla, pero hacerla bien. No puede haber errores, y hasta el momento no los ha habido. Pero lo que hay que entender es que el rol económico que juega la centralización de funciones es la reducción significativa de barreras de entrada a la industria del ahorro, lo que hará más compatible la idea de tener gestores privados de ahorro, porque van a estar en un ambiente competitivo más fuerte”.
El exsuperintendente planteó que “hay que motivar que haya más ahorro voluntario, la postergación de la jubilación y dar incentivos para que se postergue, aunque no vamos a ser capaces de subir la edad de jubilación. Ese tipo de cosas debieran ser de fácil acuerdo”.
“Cuánto se va a cuentas individuales y cuánto al pilar de ahorro colectivo, cómo va a estar estructurado ese pilar, cuál va a ser el régimen de inversión, cómo se generan incentivos para que haya más ahorros, entre otras cosas. Estas son áreas en las que se puede avanzar y llegar a un acuerdo”, cerró.
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