Economía

Columna de Rodrigo Gutiérrez: “Empleabilidad y calidad del empleo en personas mayores”

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POR Equipo Radio Pauta |

En la medida que nuestra población envejece, también lo hace nuestra fuerza laboral. Si bien es necesario fortalecer la empleabilidad de las personas mayores, el verdadero desafío no es solo construir espacios para “trabajar más”, sino que también para “trabajar mejor”.

El envejecimiento demográfico tiene múltiples manifestaciones, entre las cuales destaca la dimensión del empleo y el cambio en la composición de la fuerza laboral. A medida que la expectativa de vida aumenta, también lo hace la etapa laboral activa de las personas. Si bien se observa reticencia a discutir sobre el necesario aumento de la edad mínima legal de retiro, en la práctica las personas ya se están jubilando por sobre dichos umbrales, ya sea motivadas por la necesidad de mantener ingresos, incrementar sus futuras pensiones, o simplemente por mantenerse activos. Como sea, la empleabilidad de las personas mayores es un desafío tanto para aquellos que buscan oportunidades laborales, como también para los responsables de promover la inserción y permanencia de las personas mayores en el mercado del trabajo.

Este escenario no solo pone de manifiesto la necesidad de impulsar políticas de empleo para las personas mayores, sino que también nos invita a reflexionar sobre la calidad del empleo disponible y los crecientes riesgos de precariedad laboral y empleo informal. Entendemos que un empleo de calidad es aquel que posee atributos tales como: estabilidad, buenos salarios, entornos laborales seguros y saludables que promuevan el bienestar físico y mental, oportunidades de capacitación y desarrollo, flexibilidad para conciliar la vida laboral y personal, posibilidad de adaptar las tareas a la edad de los trabajadores de mayor edad; principalmente. En resumen, el empleo de calidad no solo se centra en la remuneración, sino también en el bienestar integral del trabajador.

Pues bien, una mirada de nuestro mercado laboral da cuenta de una realidad diferente, razón por cual tenemos una tarea pendiente como sociedad. Si bien es necesario fortalecer la empleabilidad de las personas mayores, el verdadero desafío no es solo construir espacios para “trabajar más”, sino que también para “trabajar mejor”. Para ello proponemos avanzar en la formación de nuevas competencias laborales y en procesos de reconversión laboral ajustados a las posibilidades de las personas mayores, con criterios de flexibilidad y adaptabilidad. También sugerimos reconocer una serie de atributos intrínsecos a las personas mayores que contribuyen a su atractivo y potencial laboral, tales como el valor de la experiencia acumulada que se traduce en sabiduría, temple, compromiso, estabilidad y otras características cuya expresión conductual los convierte en mejores prospectos para desempeñar ciertos roles. Tampoco debemos olvidar combatir los estereotipos, el edadismo y las distintas formas de discriminación que limitan sus oportunidades de empleo.

En definitiva, queremos advertir sobre el aumento de la longevidad y sus efectos en el empleo. No basta solo con extender la etapa laboral activa de las personas, sino que es esencial asegurar que estos años adicionales de trabajo se vivan con calidad, reconocimiento y dignidad. No hacerlo implica riesgos crecientes de tensión social en un contexto en que una proporción significativa de nuestra fuerza laboral estará envejecida en el mediano plazo.

Gerente General de Ciedess, Rodrigo Gutiérrez.