Así es el viaje de regreso a Westworld
La ambiciosa serie de HBO regresa este domingo con su segunda temporada y esto trae su primer episodio.
*Advertencia: esta crítica tiene spoilers de la temporada 1
“¿Qué es real”, pregunta la bella androide Dolores (Evan Rachel Wood). Fue creada y programada para ser la dulce hija del ranchero y ahora, a punta de escopetas, ahorcamientos y más torturas, lidera la revolución de los “anfitriones”.
“Lo irreemplazable”, responde Bernard (Jeffrey Wright), el hombre que -sorpresa- en realidad era androide también, y que está conflictuado entre quién es y quién era.
Un diálogo inicial para la nueva temporada de Westworld, la serie de HBO sobre un parque de entretenciones que permite a los ricos vivir experiencias casi reales en el viejo oeste. Los anfitriones son androides creados en imagen y semejanza a los humanos, pero sus personalidades son dictadas por algoritmos y desarrolladores. Eso hasta el final de la primera temporada cuando estos robots, tras ser asesinados, perseguidos, violados y abusados por los visitantes buscando fantasías extremas, comienzan a recordar todas sus vidas pasadas y a rebelarse. Ahora tienen libre albedrío.
El retorno de Westworld es uno sangriento, luego del caos que desató la rebelión de Dolores y los suyos. Hay cuerpos por todos lados, hay algunos humanos aún tratando de sobrevivir, y nuestros distintos protagonistas están embarcándose en nuevas historias: Dolores en su venganza y levantamiento armado por todo lo vivido; Maeve (la magnífica Thandie Newton) en la búsqueda de su hija; el hombre de negro (Ed Harris) cabalgando nuevamente y por fin entretenido con este juego que se vuelve real, y Bernard tratando de hacer sentido a todo lo que está pasando.
Ya que nuevamente Westworld juega con las temporalidades, los espectadores deben hacer los mismos esfuerzos cerebrales que el androide para no perder el hilo y seguir todas las historias. En la temporada anterior, uno de los mayores giros de la trama fue entender que estábamos viendo dos tiempos, el pasado y presente del hombre de negro. Claro que los fans de la serie lo habían adivinado como al segundo episodio, posteando todas sus teorías online. Westworld es un refugio perfecto para ese tipo de público, el comprometido y obsesivo, el bueno para los “huevos de pascua” y los detalles, y el que ha consumido ya suficientes series y ha leído suficientes libros para adivinar los pasos de los creadores Jonathan Nolan y Lisa Joy. El interactivo, el conspirativo, encuentra en Westworld un juego digno de jugarse. Pero el resto del público, el que considera a La casa de papel la mejor entrega de acción del momento y no pide más que eso, se encontrará nuevamente perdido en estas tramas. Y aburrido por el ritmo de fuego lento que la serie ha entregado.
Westworld tiene elementos fascinantes, sobre todo en la lectura sobre qué nos hace humanos, la naturaleza oscura del hombre a la que le da rienda suelta en fantasías, y sus mujeres protagonistas, Dolores y Maeve, quienes están abriendo un camino muy de la era #MeToo, con tremendas actuaciones.
Pero, pucha: qué agotadora es Westworld. Es bien distinto tener que concentrarse en quién es pariente con quién en Game of Thrones, a tener que estar siempre pensando qué momento de la historia de Westworld es, y qué ha hecho esta persona antes. Este primer capítulo acompañan a Bernard en pasado y presente de la debacle. Tendremos que ver qué pasó después de la rebelión y cómo pasó. Ahora la pregunta viene siendo: ¿Nos interesa realmente?. En la guerra de hombres versus las máquinas, estas últimas pueden ser mejores personas que los humanos en Westworld, pero no por eso pueden sumergirnos del todo en su mundo (un ejemplo de serie compleja y de visión esforzada cuyos personajes sí amamos y nos ayudan a avanzar en la trama: Legion).
La ambición de HBO con Westworld es que vaya creciendo en audiencia hasta tener otro hit mundial para cuando termine, en 2019, Game of Thrones. Pero si esta segunda temporada seguirá siendo tan ambiciosa en sus complejidades nos tiene que entregar más seducciones: alguien tan inventivo como Tyrion, o tan odioso como Cersei o tan querible como Arya. Está muy bien Westorld en factura, temática y en sus ganas de que juguemos el puzzle, pero para eso alguna de las piezas tiene que sentirse real. O debe sentirse, como bien entiende un androide, irreemplazable.
Westworld estrena su temporada dos el domingo 22 abril a las 22 horas por HBO. La temporada uno, está en la app HBOGO.