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Arabia Saudita levanta su prohibición a los cines

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POR Alejandro Alaluf |

Desde la década de los 80s que en el país árabe no estaban permitidas las exhibiciones cinematográficas. Pero eso cambió.

Grandes aperturas se están viviendo en el Reino de Arabia Saudita por estos días. Porque al levantamiento de prohibiciones históricas, como la posibilidad de que mujeres puedan conducir automóviles, ahora se suma la muy bien recibida noticia de que la prohibición de cines en ese país ha sido suspendida después de 35 años.

Y la película elegida para la ocasión, en el nuevo cine AMC –de propiedad de la cadena de cines más grande en EE.UU.– en Riad, la capital del país, el pasado miércoles 18 de abril, fue nada menos que la ultra taquillera Black Panther. A pesar de ser un estreno sólo por invitación, demuestra que las cosas están cambiando y que se abre una nueva era de progresismo en ese país árabe.

Todo esto se debe gracias a las gestiones del Príncipe Mohammed Bin Salman, también conocido como MBS y apodado el millennial más poderoso del mundo. Pero las razones no son sólo culturales. La idea es que Arabia Saudita comience a dejar de ser tan dependiente de su producción de petróleo, con el fin de abrirse y diversificarse a nuevas industrias.

Eso también se suma a que la población en Arabia Saudita es particularmente joven, donde el promedio de edad de la mayoría de sus 32 millones de habitantes está por debajo de los 30 años de edad.

Lo anterior no quita que el país tenga un estricto código de censura gubernamental para las películas que se vayan a estrenar allá. En el caso de Black Panther, por ejemplo, no fue tijereteada ninguna secuencia de violencia en la cinta, aunque sí quedó fuera una escena donde ocurre un beso.

Todo esto también establece el negocio de asentar una industria cinematográfica en ese país, con inversiones superiores a los 64 mil millones de dólares y con miras a que el 2030 se logren generar 22 mil nuevos puestos de trabajo.

Estas prohibiciones tienen origen en la década de los ochenta, luego de que una ola ultraconservadora se apoderara del reino, hasta el día de hoy. Tras ello, y junto a la posibilidad de que mujeres puedan conducir automóviles o realizar sus propios emprendimientos (sin necesidad de un varón guardián), ahora también está permitido que las personas puedan asistir a conciertos, recitales o desfiles de moda. Los tiempos cambian, sin duda.