Las ventas de música física superan a las descargas
La venta de música digital cayó fuertemente durante el año pasado. A tal punto, que las ventas físicas fueron superiores.
Si consideramos la creciente popularidad de las plataformas musicales de streaming, con Spotify como punta de lanza, no es descabellado penar que este modelo de acceso a contenidos como servicio es lo que más retornos le otorga a la industria discográfica. Y así es. Sin embargo, según datos de la Recording Industry Association of America (RIAA), que representa a casi toda la industria fonográfica norteamericana, el año pasado presentó una pequeña sorpresa en lo que respecta a las ventas de discos.
Porque si bien las plataformas de streaming aún siguen dominando el mercado norteamericano, con un 65% de participación (y creciendo cada año), las ventas de formatos físicos superaron, por primera vez desde el 2011, el ritmo de crecimiento de los formatos digitales. Y la explicación puede encontrarse nada menos que en la sostenida alza de ventas de los discos en vinilo.
Sucedió que hubo una desaceleración de la baja de compras físicas en relación con las digitales, lo que provocó que las ventas físicas alcanzaron un alza de 17%, mientras que las descargas aumentaron en 15%. No es tanto, pero es una tendencia que finalmente se rompe tras seis años.
En ese sentido, las ventas de vinilos alcanzaron un 10% de las ventas, con un alza sostenida desde hace ya una década, mientras que los CD tuvieron una leve baja de un 6%. En total, las ventas de vinilos aumentaron en un millón de unidades durante el 2017 y, en total, suman poco más de 15,5 millones de unidades el año pasado. “El vinilo sigue siendo una luz brillante en la venta de formatos físicos”, concluyó la RIAA.
Es entendible. Porque no tiene mucho sentido competir con un servicio que ofrece más de 30 millones de canciones a sólo dos clicks de distancia, que puede ser reproducido en cualquier dispositivo y que incluso puede ser gratuito, como sucede con las plataformas de streaming. Sin embargo, pareciera ser que el encanto de los vinilos a la hora de experimentar la rutina de escuchar un álbum completo es algo que las nuevas generaciones poco a poco están comenzando a apreciar.