La esposa de Weinstein vuelve a la luz pública
Georgina Chapman, diseñadora de la famosa marca Marchesa, está retornado mediáticamente tras el escándalo de su marido.
Cuando ya había pasado toda la locura de la alfombra roja de la MET Gala, la fiesta neoyorquina más mediática del mundo de la moda, uno de los vestidos llamó la atención. Y no era ni el atuendo de Papa de Rihanna, ni las alas de ángel que usó Katy Perry, ni el rojo de Cindy Crawford ni el negro de Madonna. Entre el centenar de estrellas del cine y pasarela que posó frente a los flashes, fue Scarlett Johansson quien acaparó titulares con su vestido con flores y falda vaporosa. Era un diseño de Marchesa, y aunque por años fue habitual encontrar a la marca entre los vestidos usados en eventos como el Oscar o los Emmy, desde que estalló el escándalo de Harvey Weinstein en Hollywood el nombre casi había desaparecido, ya que es propiedad deGeorgina Chapman, la esposa del productor.
Ahora, la misma semana en que sus diseños volvieron a la alfombra roja -no sin una polémica mediática tras la reaparición-, Chapman dio su primera entrevista desde que dejó a Weinstein, cinco días tras la publicación del The New York Times en octubre donde se acusaba al productor de abuso y acoso sexual reiterado y por décadas. Mientras el nombre de Weinstein se convertía en sinónimo de infamia y escándalo, su mujer desapareció del radar público, junto con sus hijos de siete y cinco años.
Ahora comienza la operación retorno, con el vestido de Johansson (quien dijo que la diseñadora no puede cargar con las culpas de su hoy ex esposo) y con una entrevista para la nueva edición de Vogue. Ahí Chapman es entrevistada -entre sollozos, como describe el periodista- sobre qué sabía o sospechaba de los pasos de su famoso y poderoso marido. Entre las denunciantes, la actriz Jessica Chastain dijo que Weinstein presionaba a las estrellas a usar los diseños de Marchesa. Chapman negó cualquier tipo de conocimiento o participación en las manipulaciones de su ex pareja.
“Yo pensaba que estaba en un matrimonio feliz. Amaba mi vida”, dijo Chapman a Vogue, negando tajantemente tener sospechas sobre Weinstein. Contó que está trabajando con un terapeuta, y que lo que más le preocupa son sus niños. “Una parte de mí fue muy ingenua, claramente muy ingenua. Tengo momentos de rabia, tengo momentos de confusión, tengo momentos de incredulidad. Y tengo momentos en que solo lloro por mis hijos. ¿Cómo serán sus vidas?”.
Chapman explicó que además de cancelar su desfile por la última semana de la moda de Nueva York, ella misma decidió no vestir a celebridades durante los últimos meses por respeto a las víctimas de su esposo y por la seriedad del tema. “Las mujeres que han sido heridas merecen dignidad y respeto”, añadió. Chapman dice no sentirse ella misma una víctima, sino que una mujer “en una situación de mierda”.
Se puede leer la entrevista completa, en inglés, en este link.