Dos mujeres con las que reír en Netflix
Los stand-ups recién estrenados de Tig Notaro y Ali Wong son dos aproximaciones diferentes al género y al humor.
El catálogo de stand-up de Netflix crece cada semana, y hay para todos los gustos: los superfamosos como Jerry Seinfeld o Dave Chappelle o Chris Rock están ahí. También hay nombres más emergentes, además de un aporte latino que incluye a los chilenos Fabrizio Copano y Natalia Valdebenito (a fines de junio se suma Jani Dueñas). En las últimas semanas, dos mujeres muy distintas han regresado con aplaudidos especiales de comedia, y dan un vistazo al género, la maternidad y su reciente fama.
Ali Wong: Hard Knock Wife
La comediante de 36 años ya tenía una carrera estable escribiendo comedia y actuando, cuando saltó a la fama estelar con un especial de comedia en Netflix en 2015 llamado Baby Cobra. Ahí Wong se subía al escenario con una enorme panza de embarazada, y se reía sin censura de todo lo que temía pasaría una vez que el bebé estuviera fuera de ella. Funcionaba no sólo porque es ocurrente y muy graciosa, sino por la sinceridad con la que hablaba. Ahora acaba de estrenar una especie de continuación, Hard Knock Wife, donde nuevamente está embarazada, a punto de tener su segundo hijo. Todo lo que pensó que era fantástico de la maternidad -básicamente, tener una excusa para estar en casa todo el día-, resultó no ser cierto.
Wong se ríe de las dificultades de la lactancia, la soltura del bajo vientre, de lo difícil que es cuidar a los hijos y de cómo vivirá todo de nuevo. Rompe esquemas de lo que se supone debería ser “la dulce espera”, y cuenta con gracia y sarcasmo todo lo que reclaman y sufren las mujeres sobre el embarazo y los hijos cuando el resto del mundo no está escuchando.
Tig Notaro: Happy to be here
Fue justamente lo peor que le ha pasado en la vida, lo que hizo a Tig Notaro un nombre famoso en el mundo de la comedia. Ya era conocida en el circuito de clubes en California, cuando en 2012 fue diagnosticada de cáncer de mama. Pocos días después de la noticia, Notaro subió al escenario de Largo, un famoso teatro de stand-up, e hizo una rutina muy honesta sobre lo que está viviendo al enterarse que estaba enferma. Fue un éxito instantáneo y hoy la rutina tiene fama de mítica; desde entonces ha hecho unas versiones de la misma en grabaciones.
En Netflix se puede encontrar un documental sobre este periodo de su vida y su carrera, y además, se acaba de lanzar un nuevo especial de stand-up llamado Happy to be here. Este es un despliegue de lo que hace a Notaro tan particularmente graciosa: pareciera estar siempre con la presión baja, inalterable, y relatando con humor y mucha comedia negra las pequeñeces de la vida. Parte riendo sobre cómo la suelen confundir con un hombre, y luego sigue hablando de su vida marital con su esposa Stephanie, su gato y sus hijos mellizos. Una versión más doméstica y menos punzante de Notaro, cuyo mayor valor es justamente esa presencia escénica tan impávida como graciosa.