Cuatro vidas transgénero en el cine
Tras el éxito arrasador de Una mujer fantástica, ahora otra película nacional se centra en las personas trans y sus dificultades en Chile: el documental En tránsito.
Tras el éxito mundial -premio Oscar incluido- de Una mujer fantástica y de su protagonista Daniela Vega, llega ahora otra película chilena que se hace cargo de abrir una ventana hacia la vida de una persona trans. Esta vez la mirada viene del documental, y sigue a cuatro historias, con personas de distintas edades, unidas por el hecho de haber nacido en un cuerpo que no creían era el correcto y las dificultades que han tenido que vivir por ello.
Dirigido por Constanza Gallardo, En tránsito (que llega a salas independientes el 28 de junio) ha tenido pasos por festivales internacionales y ganó una mención honrosa en el Sanfic. “Yo partí haciendo la película hace tres años y medio, y puntualmente en el documental mismo Una mujer fantástica no influyó”, explica la directora sobre el arrastre de la cinta de Sebastián Lelio sobre una temática similar. “Pero el tema trans se ha visibilizado. En eso Una mujer fantástica ha influido bastante, porque más gente se informa de lo que es una persona trans, y se pone en boca de todos, para que se pueda hablar”.
Los protagonistas del filme de Gallardo son Paty, una mujer adulta que narra lo complejo que fue su cambio de género en el entorno laboral; el joven Matías, que siendo apenas un adolescente narra cómo ha sido vivir el proceso sin el apoyo de sus compañeros, y Gis, quien debe lidiar con la incomprensión de sus madres, como parte de una familia lesboparental donde no se entiende su transexualidad. Además está Mara Rita, una conocida activista, escritora y que simplemente se roba la película por su energía, coqueteo y encanto en pantalla; es también la historia más desgarradora, pues la joven murió en 2016 a los 25 años por un accidente cerebrovascular. Es debido a ella que la Universidad de Chile pasó el Decreto Mara Rita, que permite a las personas trans en la casa de estudios ser llamados por su nombre social.
Gallardo llegó a los casos a través de una ONG llamada Organizando Trans Diversidades (OTD): tras ir a sus reuniones, fue entrevistando a alrededor de 30 personas transgénero, para luego optar por Paty y Gis para la película. En el caso de Mara Rita, fue a través de la prensa que supo de su vida, y la abordó para la investigación. “Era muy única”, dice Gallardo sobre la activista.
El caso del joven Matías necesitaba otro acercamiento: la directora quería mostrar la diversidad que hay dentro de las personas trans. Tener a un menor de edad es una mirada que se instala en medio del debate por una Ley de identidad de género en Chile, donde justamente la edad al momento de tomar la decisión del cambio es materia de discusión. “Cuando me di cuenta de que hay muchos derechos vulnerados, me planteé hacer la película con más puntos de vista y tópicos que se fueran juntando, quise tomar a un niño menor de edad y a Matías llegué por la Fundación Transitar”, dice Gallardo. Sobre si hubo alguna contemplación especial al momento de filmar su caso, contesta: “Hubo un resguardo obviamente de mostrar sólo lo que él me dejaba, y en lo que me permitía entrar. Sin detenerse en las cosas que le pudieran doler mucho, para no victimizarlo. La ventaja que es que él quería visibilizar, él quería contar su historia”.
Siendo que los casos son muy distintos, y representan las diferentes trabas que deben sortear las personas transgénero en Chile, la ambición de la directora era mostrar su cotidianidad “para que la gente se diera cuenta que son personas comunes y corrientes”, dice. En tránsito es entonces un documental que busca aproximar el tema, y sobre todo, generar empatía. Gallardo remata: “Yo sé que la película es de nicho, el de la diversidad sexual, pero siempre pensé en un público más amplio. Apunta a educar desde diferentes puntos de vista”.