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El impulso a una vacuna que previene varios tipos de cáncer

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Flickr de Ed Uthman
POR jorge Román |

El virus de papiloma humano es el principal factor de riesgo del cáncer de cuello del útero. Sin embargo, también protege de otros tipos de cáncer que afectan a los hombres.

El viernes 5 de octubre, la agencia estadounidense de Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) aprobó el uso de la vacuna contra el virus de papiloma humano (VPH) en hombres y mujeres de entre 27 y 45 años de edad. De acuerdo a la información publicada por The New York Times, la aprobación se basó en un estudio hecho en mujeres de dicho rango etario, en el que se demostró que la vacuna es altamente efectiva en prevenir la infección de este virus, así como los precánceres cervicales, vaginales y vulvares, entre otros daños causados por esta enfermedad de transmisión sexual.

Pero, ¿qué tan extendido está este virus como para justificar el uso de la vacuna? “Uno de cada dos adultos sexualmente activos“, afirma la ginecóloga infanto-juvenil de la Clínica Alemana Andrea Schilling, “tiene, o va a tener o tuvo en algún momento de la vida el virus de papiloma humano“. 

Como suele ocurrir con las infecciones de transmisión sexual (ITS), hablar del VPH es un tema complejo. Como explica Schilling, el VPH suele ser asociado con una alta actividad sexual, con ideas de libertinaje y adicción al sexo, pero no es necesario nada de eso para infectarse con el virus: “Puedes haber tenido muy pocas parejas, pero con la mala suerte que una de esas parejas tenía el VPH”, explica la ginecóloga. Esto se refuerza con la alta prevalencia del virus: “En mujeres jóvenes, entre tres y cuatro de cada 10 tienen el virus […]. Pero en hombres, son siete de cada 10”, dijo Schilling en entrevista con La Invención del Futuro, de Radio PAUTA.

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“Hoy sabemos con certeza que la infección por el VPH constituye la infección de transmisión sexual más frecuente, tanto en mujeres como en hombres, y que son fuente de variada patología tanto benigna como maligna para ambos sexos”, se explica en un editorial de la Revista chilena de obstetricia y ginecología. De hecho, en 2008 se otorgó el premio Nobel de Medicina al doctor Harald Zur Hausen, quien condujo los estudios que demostraron la asociación entre el VPH y el cáncer de cuello del útero, enfermedad que en Chile mata a dos mujeres al día, explica Schilling.

Sin embargo, el VPH puede provocar otros tipos de cáncer. En hombres, por ejemplo, puede generar cáncer de pene, anal y, el más frecuente, orofaríngeo. De hecho, el actor Michael Douglas contrajo esta enfermedad en 2010. Además, el tabaquismo aumenta el riesgo de cáncer en mujeres y en hombres. “El primer carcinógeno que hay es el cigarro, que está involucrado en la mayor parte de los cánceres, y el segundo es el virus papiloma. Entonces, cuando más encima sumamos los dos, el riesgo es mucho mayor”, afirma Schilling. 

En 2005, los investigadores Ian Frazer y Jian Zhou lograron desarrollar una vacuna que evita la infección de VPH. Luego de los estudios clínicos que validaron su eficacia en la prevención en el desarrollo de lesiones premalignas y de condilomas, desde 2006 existen dos vacunas que protegen contra los tipos más comunes de VPH. Y, una década después de su lanzamiento, la tasa de infección por VPH se redujo hasta en un 90% en los países con altos niveles de cobertura de la vacuna. Incluso en Estados Unidos, donde solo el 37% de las niñas y el 13% de los niños entre 13 y 17 años de edad han recibido la vacuna contra el VPH, la tasa de infección de este virus se redujo en un 64% en 2016.

“En el mundo, hay 98 países que tienen la vacuna contra el VPH en su plan de inmunizaciones”, explica Schilling. En Chile, el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) incorporó esta vacuna en 2014, aplicándola a niñas de cuarto (primera dosis) y quinto básico (segunda dosis) de todos los establecimientos educacionales del país. Y, según informó recientemente Cecilia González, jefa del PNI, ahora buscan ampliar su cobertura a varones de cuarto básico a partir del segundo semestre de 2019, aunque esto depende de que se apruebe el presupuesto para ello.

Antivacunas

La película de 1992 Medicine Man (protagonizada por Sean Connery y Lorraine Bracco) trata sobre un científico que busca una cura contra el cáncer en el Amazonas. La locación elegida para la historia no es casual: el anhelo por descubrir una cura contra esta enfermedad ha sido una especie de búsqueda de El Dorado para la medicina.

Por ello, que se haya desarrollado una vacuna que evita varios tipos de cáncer -y en especial uno tan peligroso como el cáncer de cuello del útero- debería haber sido recibido como un triunfo de la ciencia. Sin embargo, las reacciones de algunos padres, colegios religiosos y medios de comunicación ha ido desde el escepticismo hasta el franco rechazo. En Chile, el temor de algunos padres a la inmunización obligatoria los llevó en 2016 a presentar recursos ante la justicia para poder rechazar la vacuna. Incluso la diputada Cristina Girardi (PPD) ha apoyado este movimiento.

“Los dos primeros años teníamos una cobertura espectacular”, dice Schilling. Sin embargo, en 2016 “nos vinimos abajo por los movimientos antivacunas”. Este rechazo tuvo un impacto temporal y Schilling asegura que actualmente se han ido “recuperando las coberturas”.

En abril de este año, la diputada Cristina Girardi (PPD) defendió al grupo de padres que acusó al Consejo de Defensa del Estado por obligarlos a pagar las costas del proceso judicial tras el frustrado intento por evitar que sus hijos se vacunaran contra el VPH.

Este rechazo a la vacunación obligatoria generó numerosas respuestas por parte de la comunidad científica. El medio de divulgación científica Etilmercurio, por ejemplo, publicó dos artículos (disponibles aquí y aquí) donde desmiente mitos en torno a la vacuna contra el VPH, citando numerosos estudios donde se certifica la eficacia de la vacuna, la inexistencia de efectos secundarios graves e incluso la idea de que inocular contra este virus favorecería las conductas sexuales riesgosas o un inicio más temprano de la vida sexual. “Hay numerosos estudios hechos en Europa y en Estados Unidos […] que mostraron que las conductas sexuales no cambiaron nada [después de la vacunación]”, afirma Schilling.

“Yo entiendo que hay papás que están en contra de la vacuna porque piensan que es lo mejor que pueden estar haciendo a sus hijos”, dice la ginecóloga. No obstante, destaca que en estos casos lo mejor y más responsable para los niños y niñas es la vacunación: “Una mujer que tenga el virus papiloma humano número 16 en sus genitales tiene 400 veces más riesgo de desarrollar un cáncer del cuello del útero que una mujer que no tenga el virus papiloma 16”, dice Schilling.

La especialista afirma, sin embargo, que queda una tarea pendiente con los propios médicos, porque algunos de ellos “lamentablemente no están muy al día” y dicen que no se ha demostrado la efectividad de la vacuna.

Respecto a los supuestos efectos adversos de la vacuna, Schilling explica que “hay numerosos estudios hechos y estudios poblacionales en grandes países, publicados este año, en países escandinavos, en Estados Unidos, en Inglaterra, en Francia”. Allí se estudiaron las supuestas relaciones entre la vacuna y parálisis, enfermedades cerebrales o neurológicas y no se encontró ninguna relación con la vacuna contra el VPH. “Son igual de frecuentes estas enfermedades espantosas en chicos, chicas y adultos que no se vacunaron, que aquellos que sí se vacunaron. O sea, no tienen nada que ver”.

La importancia de inmunizar a los varones

Actualmente, en Chile la inmunización obligatoria (y, por lo tanto, gratuita) solo incluye a las niñas y mujeres jóvenes. No obstante, hay más de una veintena de países -entre ellos Brasil y Argentina– donde la vacuna contra el VPH también se aplica a varones.

¿Por qué en el plan de inmunización chileno se incluye a las mujeres y no todavía a los hombres? “Es una cosa de recursos”, explica Schilling. “En Chile, lejos el cáncer más frecuente causado por el VPH es el cáncer de cuello cervicouterino”. Sin embargo, como también existen otros tipos de cáncer que afectan a varones y como los hombres tienen una mayor tasa de infección, el siguiente paso sería hacer obligatoria la vacuna para niños y varones jóvenes. Algo que, como mencionamos, se podría hacer realidad el segundo semestre de 2019.

Gardasil es la vacuna tetravalente que inmuniza contra los tipos 6, 11, 16 y 18 de VPH y que se utiliza actualmente en Chile.

Ahora que el PNI manifestó su interés por incluir a varones, solo faltaría la aprobación de recursos por parte del Ministerio de Hacienda, aunque la vacuna ya puede ser adquirida en forma privada desde 2011, dice la ginecóloga. Según ella, la vacuna cuesta alrededor de $ 40.000 una dosis y un niño de nueve o 10 años necesita dos. Ella recomienda que si el niño tiene esa edad, se espere un poco a que el plan nacional de inmunización contra el VPH incluya a varones. Pero si el niño tiene 13, 14 o más años, recomienda que se la pongan de inmediato: “El pediatra le tiene que dar la orden: no pueden ir directo al vacunatorio”, dice Schilling.