Microsoft: el gran ganador de la E3 2019
Como ya es tradición todos los años, el Centro de Convenciones de Los Angeles abrió sus puertas para recibir a la más importante feria de videojuegos del mundo. Pero este año, eso sí, hubo un gran ausente.
La tradición anual dictaba que los más grandes actores de la industria de videojuegos se daban cita en estas fechas en la ciudad de Los Angeles, California, para presentar sus títulos y novedades a la prensa y al mundo. Esto se desarrollaba en las horas previas a la apertura de puertas del evento, en el gigantesco centro de convenciones de esa ciudad. Microsoft, Sony y Nintendo montaban grandes y muchas veces pomposas conferencias de prensa donde tiraban la casa por la ventana en una lucha por demostrar qué empresa no sólo tenía los juegos más esperados, sino también cuál era capaz de tener los anuncios más cool.
Sin embargo, en esta versión 2019 de la popular Electronic Entertainment Expo –E3, para los amigos– hubo un gran ausente: Sony. La japonesa, que hoy lidera esta octava generación de consolas con su PlayStation 4, decidió, por primera vez desde que se realiza la feria, no participar y, en vez, tener su propio evento en una fecha distinta.
En ese sentido, el gran ganador de esta versión ha sido Microsoft aunque, claro, de alguna manera corrió solo. Ante la ausencia de Sony, y Nintendo realizando su ya clásicas presentaciones de prensa virtuales (los Nintendo Direct), la competencia no fue muy difícil.
Aunque más allá de eso, la compañía norteamericana efectivamente tuvo una muy robusta presentación en la que no solo anunció una impresionante lista de videojuegos para todos los gustos. Claramente el actor Keanu Reeves se robó la película, al presentar el juego Cyberpunk 2077, donde él es uno de los protagonistas. Además, Microsoft y la cabeza de Xbox, Phil Spencer, sorprendieron a su audiencia al presentar su nueva consola de próxima generación, llamada por ahora “Proyecto Scarlett“, que vería la luz durante las fiestas de fin de año del 2020.
Por ahora, poco se conoce respecto a los detalles de la nueva máquina. Más allá de que esta doblaría en poder de procesamiento a los actuales modelos, como la Xbox One X, se especula que habría dos modelos –uno “pro” y otro más “light”– distintos y que el tema del streaming debiese ser parte integral de la arquitectura de la consola, a partir del uso de su plataforma xCloud. Se sabe que Microsoft trabaja desde hace mucho tiempo en una sólida red amparada en la nube, que permitiría a los usuarios jugar a través de distintas plataformas. Incluso su principal competidor, Sony, se estaría colgando para la siguiente generación de consolas, aprovechando la infraestructura que ya tiene desplegada el gigante informático.
Lo de Microsoft se podría considerar como una tendencia. No solo Google está apostando por el streaming para establecer una nueva forma de consumo de videojuegos, con su proyecto Stadia, que debutaría en EE.UU. en noviembre.
También Microsoft, Ubisoft y Bethesda pretenden establecer sus propias plataformas de juegos-como-servicio, con la idea de acceder a una biblioteca de títulos, previo pago de una suscripción mensual. Y sin duda se vienen más.
Pareciera ser que la posibilidad de establecer una nueva línea de negocios a través del streaming o, más bien, del concepto de suscripción –como lo hace Netflix o Spotify– es la máxima por estos días. Y si el consumo “a la carta” les funcionó a las industrias de la música y la televisión, por qué no también, eventualmente, a los videojuegos.