Los números, las críticas y los límites rotos por Guasón

Mientras algunos la aclaman y ovacionan de pie, otros la tachan de cínica e incluso, peligrosa. La primera semana de Guasón en las salas chilenas brilló por su polémica y, por sobre todo, taquilla.

La película dirigida por Todd Phillips —quien tambien dirigió la trilogía ¿Qué pasó ayer?—, cuyo rol protagónico recae en los hombros de un delgado Joaquin Phoenix, y que se toma 122 minutos para relatar el posible origen que habría pintado —de un rojo furioso y permanente— la sonrisa de uno de los mayores villanos del universo de DC Comics, el Guasón (últimamente popularizado también con su nombre original en inglés, Joker), no ha dejado de levantar comentarios y críticas desde que se estrenó a nivel mundial el 31 de agosto, después de ganar –sorpresa– el pasado Festival de Cine de Venecia.

En salas chilenas aterrizó el jueves 3 de octubre y solo necesitó de una semana en la cartelera nacional para consagrarse como el mejor estreno que ha tenido Warner Bros. en el país, llegando a convocar a más de 345 mil espectadores durante su primera semana de proyección.

En el resto del globo, el arribo de espectadores a las butacas para presenciar la metamorfosis del príncipe payaso no ha dejado de romper récords. Solamente en Estados Unidos, la recaudación de Guasón, hasta el 9 de octubre, había sido de US$ 129,4 millones ($92 mil millones de pesos). Si a esto se le suma lo recaudado en el resto del mundo, la cifra asciende a los US$ 281,6 millones ($200 mil millones en moneda nacional), según informa el sitio Box Office Mojo.

Opiniones divididas

En vista de la temática que aborda la película, y la manera en que la dupla Phillips-Phoenix presentan y exponen al archirrival de Batman, el filme ha generado opiniones divididas tanto en la crítica especializada como entre los espectadores aficionados y, por cierto, en redes sociales.  

Algunos la han tildado de obra maestra, como Xan Brooks, de The Guardian, quien la describió como “gloriosamente atrevida y explosiva”. Algunos se han posicionado en el otro extremo de la balanza y dudan de su calidad cinematográfica. AO Scott, crítico de The New York Times, opinó que Guasón es un “ejercicio vacío y nebuloso en estilo de segunda mano y filosofar de segunda clase”.

La crítica de cine Isabel Plant, conductora de Pop!, en Radio PAUTA, lo sintetizó así: “Tiene bastantes temas políticos. El talón de Aquiles de Joker es que Todd Phillips no tiene la profundidad suficiente como cineasta a un, por ejemplo, Taxi Driver. Lo insinúa, pero nunca llega realmente a puerto […]. Esta no es una obra maestra del cine”, continúa, pero “estamos frente a una buena película”.

“Guasón cree estar haciendo una cinta de origen de un villano, pero no capta que solo está empoderando la creciente ideología de la victimización y gasta toda su artillería en que apostemos y celebremos al más extraño, emo e intenso en vez de las víctimas reales”, señaló Alberto Fuguet en su crítica publicada en La Tercera.

“Atípica, violenta y a ratos arrebatadoramente bella”. Así la describió René Martín en el mismo sitio, pero con unos días de anticipación. “Un sentido relato acerca de la enajenación y soledad de personas que solo quieren conectar en medio de la enfermedad y el arrebato demoledor”, respondería la crítica de Martín a los párrafos escritos por Fuguet.

En una escala del 1 al 100 agregada por el sitio IMDb, los críticos han puntuado la obra de Phillips con un promedio de 59; los espectadores en promedio la califican con un 9 en una escala del 1 al 10, con una votación de más de 230 mil personas hasta el momento.

Así, no es sorpresa que, con dicha puntuación otorgada por el público, el largometraje ya se haya posicionado en el sitio web como una de las 10 mejores películas de todos los tiempos. Todo esto a pesar de que hace sólo unos días el director de cine Martin Scorsese señalara que, según su parecer, las películas de Marvel —principal competencia de DC— no son cine, lo que avivó aun más la polémica.  

Nuevas oportunidades para los superuniversos

Ambientada en una decadente Gotham ochentera, y rodeada de guiños a las mismas historietas de DC, la película se sirve de aquel universo en que se desenvuelve su personaje para mostrar una realidad que pareciera estar mucho más cerca del mundo real, que de uno ficticio y donde un millonario encapotado que viste de murciélago se presenta como la única esperanza de una ciudad podrida.

Se ha dicho que esta película tiene un tono más “serio” que otras de superhéroes y de hecho, poco y nada tiene que ver el estilo de largometraje con el que se presentan otras cintas de la productora DC Entertainment o las del mismo universo cinematográfico de Marvel.

En lo que sí concuerdan todos, tanto a nivel nacional como internacional, e independiente de qué postura ideológica defiendan ante el argumento de Guasón, es que no es una película recomendable para niños, alejándose así del mundo familiar al que suelen apuntar los filmes de este género.

Se vuelve transversal y una apuesta diferente, llegando también a un público que quizás no está acostumbrado a ver películas de superhéroes o de acción. Guasón es un drama, puro y duro, y uno donde las enfermedades mentales se hacen visibles y, aquellas que están siendo dejadas de lado, claman por ayuda.

El cineasta y documentalista estadounidense Michel Moore, reconocido por sus documentales como Fahrenheit 9/11 o Bowling for Columbine —donde se toma como punto de partida la masacre ocurrida en el instituto Columbine, en 1999 en Estados Unidos, para reflexionar sobre las causas de la violencia en dicho país—, presentó a través de Facebook su postulado sobre la película:

“El mayor peligro para la sociedad puede ser si NO vas a ver esta película. Debido a que la historia que cuenta y los problemas que plantea son tan profundos, tan necesarios, que, si apartas la mirada del genio de esta obra de arte, perderás el regalo del espejo que nos ofrece. Sí, hay un payaso perturbado en ese espejo, pero no está solo, estamos parados justo a su lado”, señala un extracto de la crítica del director.

Guasón es violenta, innegablemente, pero también tiene un mensaje más allá del maquillaje, la sangre, la risa y los pasos de baile. Una postura que, sin ser apta quizás para un público de cierta edad, amerita ser escuchada y generar de manera transversal el debate que, definitivamente, ya ha puesto sobre la mesa.

Revise el trailer de Guasón: