La industria minera ante el nuevo coronavirus
¿Cómo ha reaccionado la industria minera frente a la pandemia y en qué se puede mejorar? Sobre esto conversamos con Antonia Fortt, ingeniera civil ambiental y epidemióloga, en una nueva edición de Trazando la Pandemia.
El domingo 14 de junio, varios sindicatos mineros en Chile realizaron un llamado a evaluar si dicha industria debería seguir operando con “normalidad” pese al aumento sostenido de casos positivos de Covid-19 en el país.
En el comunicado -que fue firmado por trabajadores de diversas empresas y faenas del país- se señaló que las medidas sanitarias que se han implementado durante la crisis sanitaria no han cumplido con un correcto resguardo para el personal.
Los trabajadores mineros enfrentan condiciones diferentes y podrían significar un golpe más duro en caso de adquirir el nuevo coronavirus. PAUTA conversó sobre esto con la ingeniera civil ambiental, epidemióloga y exdirectora corporativa de Cumplimiento Ambiental de Codelco, Antonia Fortt.
-¿Los que trabajan en minería se encuentran más susceptibles a complicaciones tras adquirir el nuevo coronavirus? Muchos en su trabajo diario pueden estar más expuestos a material particulado que les afecte sus sistemas respiratorios.
“Así es, el tema de la altura geográfica, el frío y la exposición a material particulado en mina, chancado y emisiones en áreas de proceso los hacen más susceptibles a enfermedades respiratorias”.
-¿Algún trabajador del sector ha sufrido complicaciones por Covid-19?
“El viernes 5 de junio falleció el primer trabajador minero por Covid-19, perteneciente a Codelco en su faena Chuquicamata en Calama. El trabajador tenía 48 años y se desempeñaba en el área del chancado primario, una de las áreas que requiere los principales controles ambientales en términos de emisiones de material particulado”.
-Y el 7 de junio el ministro de Salud anunció la cuarentena en Calama.
“Tal cual. Dos días después de lamentar esta primera muerte por Covid-19 en minería, el ministro de Salud decretó cuarentena en la misma ciudad. A dos meses de la llegada de esta pandemia a Chile, en Codelco ya habían implementado una buena cantidad de medidas de prevención de la enfermedad. La pregunta que nos debemos hacer es: ¿Han sido suficientes o efectivas las medidas que se han adoptado en la minera estatal o se puede hacer más y mejor?”.
-¿De qué medidas estamos hablando?
“Como en la mayoría de las situaciones, la industria minera reaccionó a tiempo y con las mejores medidas conocidas por sus áreas de salud ocupacional para prevenir contagios en los trayectos a las faenas y dentro de ellas”.
“Se implementó el uso de mascarillas y distanciamiento de un par de metros, medidas de higienización en los espacios de trabajo e identificación de grupos de riesgo para que trabajen desde sus casas. Algunos implementaron turnos con estadías más largas en sus faenas, de turnos 4×3 (cuatro días en faena y tres días en casa) pasaron a turno de 7×7 hasta 14×14”.
-Pero el tema de estos nuevos turnos puede traer alguna consecuencia negativa, ¿no?
“Se arriesgan consecuencias familiares frente a este escenario de pandemia. Además, sumemos a esto el trabajo en altura geográfica de la gran minería (3.000 a 5.500 msnm), el frío y el aislamiento”.
-¿Cómo se organizaron estas medidas en una industria tan amplia?
“Codelco posee varias faenas y proyectos que funcionan como gobiernos federados, es decir cada uno tiene un gobierno local -su gerente general- y un gobierno central -el vicepresidente de Operaciones,- de modo que cada faena y proyecto maneja las medidas preventivas o los protocolos de seguridad de manera independiente y con los recursos que posee. Lo mismo ocurre en las mineras privadas: cada una aplica encuestas de salud en todas las subidas a los turnos, algunas utilizan software de identificación de contactos cercanos con Covid-19 positivo, y la mayoría a estas alturas posee test rápidos a los ingresos de los turnos”.
-Además, muchos mineros deben trasladarse entre una ciudad y otra para cumplir con sus labores. ¿Podría esto implicar un riesgo en materia de “movilizar” el virus?
“Haciendo seguimiento a las ciudades con mayores números de contagiados por Covid-19, podemos observar que Tarapacá, Antofagasta, Valparaíso y Concepción son las regiones cuyas comunas principales han sido las más afectadas y coinciden con las ciudades en que habitan los mineros -el 25% de los mineros de Chile viven en la zona central-, quienes podrían estar movilizando del centro al norte de Chile el virus. Esta es una hipótesis que debe ser estudiada, ya se han reportado brotes en campamentos mineros o aviones en regiones mineras de Canadá y Perú”.
-Y ahora con las cuarentenas, ¿los trabajadores mineros que se desempeñan en terreno tienen que seguir asistiendo?
“Sí, tienen que hacerlo porque son servicio esencial. Esto es así en casi todo el mundo, menos en Sudáfrica”.
-Entonces, ¿cómo cree que se podrían mejorar las condiciones durante esta pandemia?
“Visualizo dos ejes centrales de trabajo y mejora en las medidas adoptadas en la minería chilena. El primero es interno, a nivel de trabajadores, y el segundo, a nivel de comunidades. Respecto de los trabajadores, considero que aislar las faenas mineras de los riesgos que significan los continuos viajes en avión desde la zona centro-sur del país hacia el norte es una forma de protegerlos. Otro es el eje comunitario: unificar -con el mejor estándar conocido- los criterios de prevención, seguimiento y control, con lo cual vamos a proteger al sector de brotes. Miremos a los australianos, canadienses y sudafricanos, todos países con tradición minera”.
-Y en vista de que la pandemia es un hecho, y probablemente casi todas las industrias se verán golpeadas de una u otra manera, ¿cómo esto afectará al sector minero?
“Este ha sido un año difícil para la minería. Se visualiza una disminución de la demanda mundial que desafía nuestra producción, la que se ha mantenido, así como los precios que van al alza. Si sumamos a eso que la minería del cobre se ha visto enfrentada desde hace años a menores leyes de mineral y a crecientes demandas regulatorias y comunitarias, nos vemos obligados a pensarla bajo nuevos paradigmas”.
“En minería existen valiosos recursos. Si las principales compañías entregan apoyo para fortalecer los sistemas de salud de sus vecinos y de las ciudades donde viven sus trabajadores, con una planificación territorial y con una mirada nacional, se protegería a un mayor porcentaje de personas y de ese modo se protegería la industria de forma comunitaria, que es la mirada que debemos tener ante una epidemia”.
-En resumen, ¿qué actitud debe tomar la industria minera para minimizar los riesgos?
“La gran minería tiene la oportunidad de reaccionar de manera orgánica, como sector productivo. En tiempos de pandemia debemos dejar las miradas individuales. Aún las compañías están a tiempo de crear planes conjuntos de apoyo a sus trabajadores para evitar los brotes en faenas o campamentos, que luego acarrean el virus a las ciudades donde ellos viven o lo movilizan dentro de ciudades mineras. Tengamos una mirada colectiva, poblacional, tanto para proteger una industria fundamental en la economía de Chile, como para superar en conjunto esta pandemia, y comencemos a planificar desde ahora esta nueva realidad”.
Revise en la siguiente infografía elaborada por PAUTA los principales puntos de la conversación con Antonia Fortt: