El carisma musical de Ennio Morricone
Cristián Warnken lee la carta fúnebre que dejó el compositor italiano y luego se sumerge en su melodía inmortal.
“Muchas veces las muertes tienen que ver con accidentes absurdos. El compositor italiano Ennio Morricone tropezó con esa trivialidad cuando murió el 6 de julio en Roma por una fractura femoral. Pero tuvo una vida plena. Una vida completamente creativa”, dice Cristián Warnken en Desde El Jardín, de Radio PAUTA
En su carta de despedida leída por su abogado dice:
Yo, Ennio Morricone he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto. […] Solo hay una razón que me impulsa a saludar así a todos, y a celebrar un funeral en privado. No quiero molestar.
En ella recuerda a sus familiares y a su cariño por ellos: “Espero que entiendan cuánto los amaba”.
Amante de Roma
Ennio Morricone nació el 10 de noviembre de 1928 en Roma. A los seis años tocaba trompeta, y cerca de los 10 entró a la Academia Nacional de Santa Cecilia. Fue fiel a su cuidad. No buscó la fama. “Él decía que en Estados Unidos le pagaban mal. Y los norteamericanos nunca le perdonaron que no se haya ido a vivir a Los Ángeles”, cuenta Warnken.
En el cine, a diferencia de las novelas, donde no llegan las imágenes ni las palabras, llega la música. De ese modo, Warnken afirma que la música de Morricone es el alma de las películas. “Porque más que acompañarlas, les agregó una nueva dimensión. Y muchas veces determinaron su profundo significado emocional”, agrega.
Cinema Paradiso (1988)
Giuseppe Tornatore
En medio de la intimidad que se genera entre un director y un compositor surge la pregunta de quién influenció a quién en la creación. En medio de esa discusión Warnken recuerda una anécdota que parece indicar que Giuseppe Tornatore, director de Cinema Paradiso, debió hacer calzar su película con la emocionalidad de Morricone: “Él estaba terminando Novecento (1976). Y me hizo entrar en un gesto que hoy me emociona recordar, a la sala donde estaban terminando la última escena de la película. Vienen los créditos y con ellos la música de Morricone. Me di cuenta de que estaba en un momento sagrado, en el que Tornatore seguía a Morricone para que el cierre calzara con la emoción, con el clímax y con la atmósfera. Era el cineasta quien estaba componiendo para el músico“, rememora.
Tal efecto se logra posiblemente porque el sello que este compositor entrega a la introspección. El anfitrión de Desde El Jardín cree que “Morricone produce esa sensación impresionante que provoca la música cuando penetra en las zonas más internas de nuestro ser”. Es uno de los logros del filme Cinema Paradiso, donde un niño llamado Salvatore encuentra la magia en el mundo del cine.
Por un puñado de dólares (1964)
Sergio Leone
El padre del spaghetti western Sergio Leone logró plasmar la tensión entre Clint Eastwood y los villanos Gian Maria Volonté y Klaus Kinski en el desierto, gracias a la creación de Morricone.
Hasta la actualidad, las orquestas en el mundo recuerdan estas piezas musicales y ven a Morricone como una leyenda. Porque luego del éxito de la banda sonora de Por un puñado de dólares (1964), el compositor también estaría a cargo de crear la música de las secuelas Por unos dólares más (1966) y El bueno, el malo y el feo (1968).
Los odiosos ocho (2015)
Quentin Tarantino
Pocos años tras la Guerra de Secesión, se entrecruzan varias historias de cazarrecompensas y fugitivos en su camino a Red Rock. En este wéstern la música luce el misterio y la comedia negra.
Durante su trayectoria, Morricone no se impuso barreras. Pasó por una amplitud de estilos y utilizó la versatilidad para empujar los límites de la música cinematográfica. Si bien algunos consideran que merecía el mayor galardón antes, fue la banda sonora de Los odiosos ocho la que hizo que ganara Morricone el Oscar el 2016.
“En esta película uno tiene la sensación de que Quentin Tarantino es el que sigue a Morricone en vez de lo contrario”, comenta Warnken.
La misión (1986)
Roland Joffé
Ambientada en el siglo XVIII, La misión narra las incursiones de un jesuita (Jeremy Irons) en Sudamérica, que se gana la aceptación de indios guaraníes. Pero en su encuentro con un extraficante de esclavos (Robert De Niro), quien busca redimirse, la fe y la fuerza entrarán en colisión.
Algunos se preguntan si el compositor italiano, tan adicto a la vida en Roma, fue un hombre espiritual. Y Warnken parece detectar ciertos atisbos de tal exploración en este filme: “En ella muestra una influencia de la música del settecento italiano. Muestra un goce por la música coral, casi mística. Y se desprende de ella un aire de espiritualidad”.
Los intocables (1987)
Brian De Palma
En plena Ley Seca estadounidense un agente (Kevin Costner) buscará detener a un gánster (Robert De Niro).
Es una de las joyas dentro del registro cinematográfico dirigida por Brian De Palma. “Algunos dicen que Robert De Niro no habría logrado la trascendencia de su rol, sin haber escuchado la banda sonora de la película que explora todo el espectro emocional”, señala Warnken.
Un vanguardista
Morricone supo experimentar lo clásico, pero también lo vanguardista. “Tuvo su propio grupo musical con el que se dio el gusto de componer música de sonidos. Tal vez menos melódica”, indica Warnken.
Pero también dice que supo cubrir las emociones, con tonos más clichés. Por eso ganó el Premio Princesa de Asturias 2020. En ese aspecto, fue un músico popular, casi estrella de rock. Llenó estadios hasta sus 91 años y entre sus rasgos personales se destacó su seriedad: el compositor italiano no creía en la inspiración, sino en el trabajo duro.
Revise el programa dedicado a Ennio Morricone en Desde El Jardín