No será rusa, pero sí hay tres opciones: los planes del Gobierno para ensayar la vacuna
El ministro de Ciencia, Andrés Couve, es escéptico frente al anuncio de Rusia de registrar la primera vacuna.
“Hasta donde sé, esta mañana se registró la primera vacuna contra la nueva infección por conoravirus en el mundo”, dijo el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el martes 11 de agosto en una reunión televisada del gobierno.
Con esto, el mandatario comunicó al mundo entero que Rusia había registrado la primera vacuna contra Covid-19, calificándola de protección efectiva contra el virus, y asegurando que incluso una de sus propias hijas había recibido una dosis.
Pero la elaboración e inscripción de una vacuna no es algo que se pueda tomar a la ligera. Es necesario pasar por una serie de pasos y fases que comprueben su efectividad y seguridad. Pasos que, según el ministro de Ciencias, Andrés Couve, Rusia no ha cumplido con su vacuna bautizada como Sputnik V.
“Esto recién se terminó el 10 de agosto, o sea, hace dos días, con 38 voluntarios y no se ha publicado la información”, aclaró Couve la mañana del 12 de agosto en Un día Perfecto de Radio PAUTA.
La creación de una vacuna
Son dos los términos cruciales que se deben analizar cuando un laboratorio crea una nueva vacuna: su seguridad y su efectividad en humanos. Para esto, se necesita de al menos tres fases, además de una fase cero o preclínica en la cual se testea in vitro o en animales.
“En el caso de la vacuna rusa, que salió solamente en la prensa durante los últimos días, eso fue un ensayo recién de fase 1”, explicó el ministro. Agregó que “ni siquiera se ha reportado oficialmente la primera fase de seguridad”.
El gran problema, según explica Couve, es que mientras no se publique dicha información, no se podrá realizar un análisis de pares a nivel internacional. “Entonces puede que sea una vacuna que está avanzando bien, pero no lo sabemos”, comentó.
¿Y el rol de Chile?
“Hoy día no existe una vacuna y estamos trabajando internacionalmente para que esa vacuna exista y tengamos una o más opciones”, explicó el jefe de la cartera de ciencias.
Ya se cerró un primer acuerdo entre la Universidad Católica y Sinovac. Una vez que se aprueben todos los procedimientos por el Instituto de Salud Pública (ISP) y los comités de ética, partirá un ensayo de la fase 3. “Se van a reclutar aproximadamente 3.000 voluntarios, pero se va a demorar aproximadamente un año. Son ensayos largos, porque necesitamos enforcarnos en la seguridad de la vacuna”, señala Couve.
En cuanto a la vacuna Sinovac, a raíz de los ensayos previos, se conoce que son necesarias dos inoculaciones. Pero hace falta aún un seguimiento bastante largo para ver que se produzca una respuesta inmune, que se genere una respuesta celular y, además, que proteja contra la enfermedad, “que eso es lo más importante de la vacuna y a lo que tenemos que apuntar”, puntualizó el ministro.
Mientras más, mejor
Más oferta, más opciones.
“Nuestra estrategia es que ojalá podamos hacer tres ensayos clínicos de distintos candidatos en Chile de manera simultánea”, comentó Couve.
“La Universidad Católica con Sinovac es el primero, pero estamos ahora en análisis para que en las próximas semanas podamos tener dos candidatos más que se puedan también probar en Chile. Esto se va a hacer a través de un consorcio de universidades, donde hoy día ya hay más de 10 universidades en la Región Metropolitana y a lo largo de todo Chile”, agregó.
Para el ministro, algo es claro: aquí nada está asegurado y hay que tomar las opciones necesarias para incrementar la probabilidad de que Chile tenga una vacuna pronto contra el Covid-19. Además, de este modo y a través de los ensayos clínicos, aspirar a la oportunidad y posibilidad de negociar dosis y precios preferentes.
Revise a continuación la entrevista al ministro Andrés Couve en Un día Perfecto: