Humanos y extraterrestres: ocho filmes de encuentros inesperados

David Vera-Meiggs invita a recorrer un universo paralelo en Desde El Jardín, a través de distintas historias de alienígenas.

“Una vez un taxista me contó que cerca de Punta de Tralca vio a un ovni descender al mar de este litoral”, cuenta Cristián Warnken, anfitrión de Desde El Jardín desde Valparaíso. 

Hay momentos en que los planetas están más cercanos. Y, poco a poco, el cine comenzó a acercarse al mundo extraterrestre. Y es en esta conversación con David Vera-Meiggs, el proyeccionista, que entramos a ocho películas imperdibles sobre ese contacto.

Viaje a la luna (1902)

George Méliès

“Mi abuelo me contó que cuando fue a verla la gente estaba asustada, preguntando ‘¿habrán ido hasta Marte a filmar eso?’. Era parte de la ingenuidad del espectador de la época”, recuerda Vera-Meiggs. Pero, “daba en el clavo en la ensoñación de la época”, agrega.

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“Uno puede decir que Méliès estaba en los albores de un nuevo lenguaje fílmico. ¿En qué sentido su cine es importante?”, pregunta Warnken.

“El famoso educador Edgar Morin dijo que antes de la cinematografía de los hermanos Lumière vino el cine de Méliès”, responde el proyeccionista. 

El día en que la tierra se detuvo (1951)

Robert Wise

El año ’47 ocurre en EE.UU. el llamado ‘incidente de Roswell’. La historia cuenta que un platillo volador habría caído a tierra en esta localidad y se habría rescatado un piloto, que fue sometido a una serie de exámenes médicos.

“Todo esto desató una histeria colectiva en EE.UU que duró años y que hoy en realidad la vemos como la histeria colectiva por el triunfo del comunismo en el 49′, en la guerra civil china”, cuenta Vera-Meiggs.

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“Entonces, como una forma de proyección del temor político, la gente veía naves espaciales”, añade. Esto se vincula posteriormente con la persecución anti-comunista del macartismo. Tal paranoia produjo que figuras como Charles Chaplin y Orson Welles abandonaran EE.UU.

En el film, en una breve secuencia, el platillo volador corta la energía y se genera el caos. “Es una idea de una sencillez apabullante. La película no tiene grandes efectos especiales”, dice el proyeccionista. 

La invasión de los usurpadores de cuerpos (1956)

Don Siegel 

A un pequeño pueblo llegan unos invasores que nacen de unos brotes verdes. De ellos se crean seres humanos idénticos a los naturales. Pero los clones, a diferencia de los humanos, no poseen emociones. 

“En este caso, la ficción se podría adelantar a la realidad”, comenta Warnken. 

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2001: Odisea en el espacio 

Stanley Kubrick

Cuando la guerra fría se está dando en el espacio, nace una película  inspirada en El Centinela (1951) de Arthur C. Clark. 

“Stanley Kubrick tenía un gusto musical bastante heterogéneo y a menudo trabajaba sobre los contrastes. Entonces siempre tuvo dificultades con los compositores de la música incidental para sus películas. Entonces para este caso decidió usar fragmentos de distintos autores, bastante disímiles”, señala Vera-Meiggs.

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Sobre el film, estima que “nos entrega una apertura hacia el infinito. Abre una dimensión que es casi imposible de tolerar para la experiencia humana. Entonces se trata de un relato de esta especie de umbral que puede ser la apertura a otro mundo o el cierre de una forma de ser de la experiencia”. 

La otredad no aparece. Y eso es muy potente. 

Encuentros cercanos del tercer tipo (1977)

Steven Spielberg

Aquí humanos y extraterrestres se contactan y comunican de una forma inesperada. El diseño de los alienígenas fue creado por el italiano Carlo Rambaldi que se basó en los supuestos hallazgos del marciano de Roswell.

En este caso, la narración “alude a un encuentro pacífico, lleno de esperanza que pueda darnos un salto cuántico hacia una dimensión de desarrollo y confianza”, cuenta el proyeccionista.

La guerra de los mundos (2005)

Steven Spielberg

Un padre debe cuidar a sus hijos en medio de una invasión alienígena y enfrentar retos inesperados mientras todo lo conocido desaparece

“¿En Spielberg, uno puede hablar de una estética común que va en una línea de búsqueda de un lenguaje? ¿Cuál es tu valoración? ¿Lo ves como cine de autor o cine comercial?”, pregunta Warnken.

“Creo que es un naive. Hace películas para la matiné. Es decir, la función de las tres de la tarde, cuando uno lleva a los niños. Si bien es un cine para niños y adolescentes, es un cine eficaz”, recalca Vera-Meiggs.

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Arrival [La llegada] (2016)

Denis Villeneuve

“Este director canadiense tiene la habilidad para crear un mundo de las cosas nunca están especificadas visualmente“, dice Vera-Meiggs.

“Arrival tiene la seducción de que toda la aventura está en la construcción de un lenguaje que nos permita comunicarnos con estos seres que son totalmente diferentes [de nosotros]”, cuenta. 

Interestelar (2014)

Christopher Nolan

La película parte de una forma agobiante, con un desastre ecológico desatado. Al mismo tiempo, se trata de un padre que no quiere abandonar a sus hijos. Pero se da cuenta que él es el único que puede encontrar la válvula de escape para enfrentar el futuro. Todo esto, sabiendo que se dirige hacia un agujero negro”, dice el proyeccionista.

A través de una relación lejana, nace la sensación de que las emociones son más importantes. 

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