Vivir en Belén
Este año el encendido del árbol navideño, ubicado junto a la Iglesia de Natividad, ocurrió sin los miles de asistentes que lo suelen presenciar. PAUTA habló con un palestino cristiano radicado en Belén sobre cómo es vivir en la ciudad donde nació Jesús.
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará a mi pueblo Israel.
Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;
y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
– La visita de los reyes magos (Mateo 2:1-12)
La transformación de la tierra sagrada
Belén, en Cisjordania, es una ciudad de convergencia, pero dadas las disputas territoriales también se ha sumido en inevitables conflictos.
Durante la Segunda Intifada (2000-2003) tuvo transformaciones considerables. Se levantó un muro de 14 metros, aún en construcción, para anexar la Cúpula de la Roca en Belén, la cual solo pueda ser vista por israelíes judíos y visitantes internacionales. Asimismo, se redujeron las áreas verdes de la ciudad, dejando como alternativa al valle Al Mahkrour para la recreación de los locales.
Actualmente, Cisjordania está clasificada en tres áreas: A, B y C, como parte de los Acuerdos de Oslo entre 1993 y 1995. La esferas A y B están manejadas por la Autoridad Palestina, que equivalen a un 18% y un 21%, respectivamente, del territorio. La sección C, que representa más del 60% de Cisjordania, contiene 131 asentamientos judíos.
Said Issa Zarzar (32) es un artista que vive en la Calle Estrella en Belén. Está a un minuto de la Iglesia de la Natividad. En agosto de 2012 entró como director creativo del Holy Land Trust, una ONG que se basa en enseñanzas de Jesús para unir a las comunidades israelí y palestina.
En una entrevista vía Zoom cuenta a PAUTA cómo es la vida cotidiana en la ciudad.
Los puntos de control militares
-¿Cómo es vivir en Belén?
“Hace unos meses, la autopista israelí que corta la ciudad en la mitad está siendo expandida, y se está construyendo otro túnel, el cual se llevará gran parte de este valle. Esto significa que, si los territorios no son anexados por la muralla, pueden ser adquiridos por un asentamiento o, en aras de la construcción de una nueva autopista, para colonos que viven alrededor de la ciudad”.
“Son cuatro puntos de control que están localizados en Belén, para dirigirse a Jerusalén. Y solo uno de ellos es para palestinos. Sin embargo, los israelíes y los visitantes internacionales pueden pasar por los cuatro puntos”.
“Históricamente, si quería viajar desde Belén hacia Ramala, es decir desde una ciudad palestina a otra, pasaba por Jerusalén y me demoraba 20 minutos. Pero como hoy esa ruta no está permitida, debemos dar la vuelta por Jerusalén y pasar por cuatro puntos de control. No es una experiencia placentera. Lo más difícil es ver a soldados de 16 o 17 años con fusiles M16, quienes a veces cierran estos puntos porque están cambiándose de turno o porque consideran que un auto es sospechoso”.
-¿Cuánto impacto tiene el cristianismo en la zona?
“Pese a que en Belén el número de cristianos está disminuyendo desde el siglo XIX, la identidad betlemita sigue siendo cristiana. La representación cristiana en el gobierno es más alta que el rango de población cristiana que hay en la comunidad”.
“La mayoría de las tradiciones siguen siendo cristianas, como la Navidad y el Sábado Santo. Y aunque lleguemos a la situación de que quede un solo cristiano, seguirá siendo una ciudad cristiana -y eso es algo que tenemos que proteger-, porque la comunidad cristiana en la tierra sagrada es la que siempre ha estado ahí. Tengo muchos amigos judíos e israelíes y cuando hago clases de historia o tours geopolíticos, pienso ‘ustedes judíos vienen para acá y quieren ver a la persona con sangre más judía, pero aquí estoy yo'”.
(Des)unidos por una tierra
“Mis antepasados se convirtieron del judaísmo al cristianismo y yo sigo acá. A veces vienen turistas y preguntan asombrados hace cuánto me convertí al cristianismo, al ser palestino, y les respondo: ‘Hace dos mil años’. El islam llegó hace 1.400 años a esta tierra y luego adoptamos el árabe como el idioma principal, pero incluso nuestro acento coloquial tiene palabras arameas. Eso significa que somos personajes auténticos, que siempre hemos vivido acá y que tenemos nuestras tradiciones. Porque, finalmente, la comunidad palestina fue la primera cristiana en el mundo”.
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Horas de espera
“Uno debe pasar por un lugar que parece un aeropuerto, donde uno es pasado por diferentes tipos de máquinas de seguridad, para cruzar una distancia de casi tres minutos caminando. Ahora, si un turista llega a Belén y arrienda un auto, puede pasar fácilmente por cualquier punto de control. Y si esa persona lleva a un palestino, para que pueda cruzar en auto con ella, no se puede lograr. El turista debe regresar al punto de control para que el palestino sea revisado, y solo así podrá ingresar a Israel”.
“Esta situación ocurre desde el 2003 y es la gran división actual entre palestinos e israelíes. Entre 1993 y 1999 había mucha conexión entre ambos. Muchas veces los israelíes venían a Belén a celebrar, a comprar y a comer y viceversa. O yo, por ejemplo, podía ir a la casa de mi tío sin tener que pasar por ningún punto de control. Después de la Segunda Intifada los palestinos y los israelíes dejaron de juntarse, porque no hay una plataforma para reunirlos. Y ese el problema principal, ya que vivimos en dos áreas distintas, mientras vivimos en el mismo territorio, a cinco minutos de distancia”.
El declive del turismo por la pandemia
¿Cuál es el principal ingreso económico de la ciudad?
“Más del 80% de nuestra economía depende del turismo; por lo tanto, desde el Covid la gente ha perdido millones de dólares. Y nosotros como organización también dependemos del turismo, porque todos los años traemos a delegaciones de personas interesadas en el mundo que quieren conocer cómo está la ciudad”.
“Pero alrededor de todo Belén las personas están perdiendo sus negocios. La ciudad está viviendo tiempos difíciles como nos sucedió entre 2000 y 2004, durante la Segunda Intifada. Porque los turistas que visitaban Israel no tenían permitido visitar Belén, que es cuando la mayoría de los negocios de la Calle Estrella colapsaron. Más allá tenemos un gobierno corrupto que no nos ayuda, pasamos en cuarentena y desconocemos qué pasará con nuestros impuestos”.
Una Navidad diferente
¿Cómo es la Navidad en Belén?
“Para nosotros el árbol navideño es un símbolo de esperanza y establece un puente con el mundo. Como comunidad cristiana, creemos que nuestras voces son muy pequeñas, y queremos que la gente nos escuche. Sobre todo países como Estados Unidos y Alemania”.
“Estamos en cuarentena y creo que lo estaremos hasta enero. Y ahora, en Navidad, que es un período cuando la gente se quiere visitar, nadie pudo asistir este año al estreno del árbol navideño, cuando se encienden las luces anualmente la noche del 5 de diciembre, junto a la Iglesia de Natividad. Este año solo asistieron autoridades y sacerdotes, cuando cada vez se esperan alrededor de cinco mil personas”.
“Por esto, Belén está muy triste. En Navidad estamos acostumbrados a recibir invitados internacionales. Pese a que sí se percibe el espíritu navideño, no se siente la misma vibración de siempre. Pero, el sábado 19 de noviembre realizaremos un concierto navideño, el cual será transmitido por Facebook y contará con voces musicales de distintas partes del mundo“.