La lucha y el ascenso de The Notorious B.I.G.
A través de archivos de video y entrevistas a familiares y amigos el nuevo documental Biggie: I got a story to tell (2021) relata la breve e intensa fama de uno de los MC más potentes de la historia.
Cuando Cristopher Wallace improvisaba en la calle junto a otros adolescentes en Fulton Street se encendía el ambiente. Su presencia era difícil de ignorar. Pero Wallace no quería permanecer en la calle donde vivía básicamente de narcotráfico, en la parte más peligrosa de Brooklyn, conocida por sus violentos altercados. En este escenario tanto su madre Violetta Wallace como su vecino saxofonista Donald Harrison trataron de sacarlo de la calle.
El 9 de marzo se cumplieron 24 años de su asesinato en 1997 en Los Ángeles California. En PAUTA recordamos la pérdida del llamado “Rey de Nueva York” a través del documental de Netflix Biggie: I got a story to tell (2021).
La pasión por la música
A sus 14 años hizo su primer demo. Pese a que siempre fue tímido y no cumplía con los rasgos que vendía el ambiente del hip hop, poco a poco cuando conoció al rapero Sean Combs, más conocido como Puff Daddy, su carrera disparó.
“B.I.G. no era como los otros raperos que eran delgados, usaban ropa cara y se humectaban la boca”, cuenta Combs en el documental de Netflix. Sin embargo, para el futuro rapero, su peso y estilo callejero no serían un impedimento.
Cuando lanzó el hit “Party and bullshit” llenó las salas donde cantaba. El público se movía y cantaba al unísono.
La música de Wallace, también conocido como Biggie Smalls, le abrió un espacio al mundo cotidiano de las calles de Brooklyn donde en la actualidad los autos se instalan con las ventanas abajo y la música de su mayor mentor. Ruidos de bocinas, perros y guaguas llorando se cuelan en las melodías de este rapero que alcanzó el éxito contando las dificultades de su vida y también lo positivo: cuando su madre tuvo cáncer, cuando perdió a uno de sus mejores amigos en una balacera o cuando nació su primera hija.
Explorando el dolor
Pocos sabían que el mundo interno de Notorious B.I.G. era profundamente introvertido, porque cuando cantaba emanaba un carisma inigualable. Pero el documental ahonda en la esfera privada del rapero: sus vacaciones en Jamaica (donde nació su madre) y sus esfuerzos por salir de la calle y entrar al mundo de la música.
Se puede decir que esta es la razón por la que marcó un punto de inflexión: no buscó plasmar el lujo, sino que ahondó en la esfera más oscura de la condición humana, como la pérdida, la violencia y el conflicto de poder.
Cuando le dispararon a su excompañero y amigo Tupac Shakur el 13 de septiembre de 1996 estalló la guerra entre las costas Este y Oeste. Quizás la rivalidad siempre existió de manera inconsciente, ya que Tupac perteneció al rap del Oeste que poesía un mayor nivel de profesionalización, mientras que B.I.G. le abrió una puerta a muchos jóvenes que estaban atascados en trabajos ilegales informales en las calles de Brooklyn.