Entretención

¿Suecia, EE. UU. o China? Un estudio evalúa cuál estrategia respondió mejor ante la pandemia

Imagen principal
Canva
POR Fernanda Monasterio |

La investigación desarrollada por 11 científicos de distintas universidades en el mundo definió tres categorías de respuesta: mitigación, supresión y contención agresiva.

Hace casi dos años comenzó toda esta historia. El último día de diciembre de 2019 quedó sellado como el primer caso oficial de covid-19. Fue en Wuhan, China. Hoy, con la nueva variante ómicron esparciéndose por el mundo, un estudio internacional encabezado por científicos de diversas universidades entrega luces sobre lo aprendido en este tiempo y determina cuál sería la mejor estrategia para enfrentarse ante una nueva pandemia.

Para llegar a esta conclusión, el equipo de 10 científicos liderado por Shishi Wu, investigador de la Escuela de Salud Pública Dalla Lana de la Universidad de Toronto, Canadá, analizó las respuestas que tuvieron -en materia de salud pública- ocho países ante la pandemia de covid-19 en la primera etapa, ocurrida en 2020. El resultado fue el paperContención, supresión y mitigación agresivas del covid-19: lecciones aprendidas de ocho países“, publicado por The BMJ, una de las revistas científicas más respetadas del mundo. Los autores trabajan en universidades de Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Nueva Zelandia, Singapur y China.

Los investigadores agruparon a esos ocho países en tres categorías según las estrategias que usaron para enfrentar la pandemia: supresión, mitigación y contención agresiva.

Ciertamente, y según detalla el estudio, cada estrategia tiene sus pros y contras, pero una de estas se destaca por sobre las demás en lograr reducir el número de fallecidos en caso de que otra pandemia en el futuro se vuelque sobre el mundo.

¿Qué significa cada estrategia?

La estrategia de supresión tiene como objetivo minimizar el número de casos confirmados, sin esperar que la comunidad detenga por completo la transmisión. Los estudios indican que la supresión no puede prevenir una epidemia, pero puede retrasarla hasta que se alcance la inmunidad de la población a través de inmunización o infección natural.

Por otra parte, la mitigación busca minimizar los efectos de la pandemia en población vulnerable y evitar el colapso del sistema, permitiendo la transmisión controlada del virus en grupos de bajo riesgo.

Por último, la estrategia de contención agresiva generalmente se define, según el estudio, como “cero transmisiones comunitarias durante más de 28 días, con el entendimiento de que los brotes pueden surgir de fallas en el control fronterizo”. Esta estrategia logra reducir rápidamente la carga de la enfermedad en el sistema, al reducir los casos de covid-19, las muertes y el riesgo de caer hospitalizado. Una vez que se elimina la transmisión comunitaria, las medidas de control pueden levantarse y las actividades diarias se pueden reanudar en gran medida sin restricciones.

Para determinar las cifras de víctimas de covid, los investigadores utilizaron los datos disponibles más confiables actualmente: Our World in Data, una iniciativa de la Universidad de Oxford.

¿Quién aplicó qué?

Supresión

Estados Unidos, Argentina y Uganda fueron tres países que utilizaron la estrategia de supresión durante el primer año de la pandemia. La pandemia afectó de diferente modo a estos países.

Al 16 de noviembre de 2021, tanto Argentina como Estados Unidos se encontraban entre los países con mayor cantidad de muertes acumuladas por millón de personas. Uganda, un país de menor nivel de ingresos, presentó muertes acumuladas mucho más bajas por millón de personas que otros países que también utilizan la estrategia de represión.

Los países que apuntaron a la supresión vieron una compensación entre las medidas de salud pública y el crecimiento económico- Es decir, enfatizaron la recuperación económica durante los períodos en que las medidas de contención de la pandemia se relajaban.

A pesar de esto, las múltiples epidemias y oleadas, además del posterior endurecimiento de las restricciones, desencadenaron que todos los países debieran entregar estímulos fiscales para las empresas y protección del empleo.

El balance, por lo tanto, no alcanzó su máximo éxito ni medido por el balance sanitario ni económico.

Mitigación

Para analizar la estrategia de mitigación el equipo tomó los casos de Suecia y Reino Unido; eso sí, el gobierno británico modificó su estrategia hacia la supresión a medida que la pandemia se intensificó. Al igual que Estados Unidos y Argentina, Suecia y Reino Unido al 16 de noviembre del 2021 se encontraban entre los países con más muertes acumuladas por millón de habitantes.

Algo que caracteriza a los países que optaron por la mitigación es que retrasaron sus esfuerzos por aumentar el testeo y el rastreo de casos. Claramente, a medida que la crisis aumentó, se sumaron a estas medidas.

Sobre las restricciones a la movilidad, estos países también entregaron más flexibilidades. “En lugar de imponer bloqueos, Suecia emitió recomendaciones para mantener la distancia física en las escuelas, lugares de trabajo y lugares públicos”, ejemplifica el estudio.

“El gobierno introdujo medidas de control más estrictas en noviembre de 2020, como prohibir las reuniones sociales. En diciembre de 2020, los hospitales de Estocolmo se encontraban bajo una gran presión y las camas de cuidados intensivos casi alcanzaron su capacidad”, describe el paper.

Contención agresiva

Esta estrategia fue la predominante en países como China, Nueva Zelandia y Singapur. Con metas definidas, lograron cero casos comunitarios en el primer año de la pandemia.

Asimismo, al 16 de noviembre de 2021 tanto China como Nueva Zelandia se encuentran entre los países con menos muertes acumuladas por millón de habitantes. Es decir, si lo que se quiere es reducir el impacto de la pandemia en cuanto a la cantidad de fallecidos, la contención agresiva pareciera ser la opción más acertada.

Según detalla el estudio, en estos países se tomaron medidas estrictas para identificar, rastrear y aislar los casos de covid-19, y a la vigilancia pasiva se le sumo un rol activo por parte del Estado en el rastreo y detección de casos.

En cuanto a la restricción de movimiento, los tres países implementaron bloqueos o cuarentenas, ya sea en regiones de alta carga o a nivel nacional, los cuales al comienzo fueron más estrictos y prolongados que en los países que siguieron otras estrategias.

“Los tres países lanzaron amplias campañas en los medios a través de múltiples plataformas instando al público a seguir las medidas preventivas. También se involucró de manera proactiva a las comunidades para planificar, entregar o promover la adherencia a estas medidas”, indica el estudio.

Conclusiones del estudio

Según los investigadores, contener la transmisión comunitaria sería la estrategia óptima para salvar vidas y -además- proteger la economía. El aspecto de mayor interés es que se puede alcanzar incluso en ausencia de vacunas y medicamentos eficaces.

Para lograr una contención exitosa se requiere que los países tomen medidas inmediatas en respuesta a los brotes emergentes y definan claramente los objetivos que perseguirán con cada una de sus intervenciones.

De todos modos, es posible que la contención agresiva no sea sostenible a largo plazo, sino que más bien es una medida inicial para hacer frente a la pandemia. Luego de esto, el estudio propone que un enfoque más sostenible y bien encaminado sería el balance entre niveles aceptables de transmisión comunitaria y altas tasas de vacunación.