Julio Rojas, autor de ‘Freeland’, se confiesa: “Me dan miedo todas las posibilidades del futuro”
En diálogo con Pauta Final, el escritor y creador del podcast Caso 63 habla sobre su nuevo libro y se declara “tecnopesimista”. Además, plantea que tramas como las que aborda la obra hoy no son tan lejanas y advierte que “hay que ser muy valiente para tener la sensación de que algo es incorrecto y decirlo”.
“Freeland” es la nueva aventura literaria del escritor, guionista y creador del podcast Caso 63, Julio Rojas. El libro cuenta la historia de un joven que habita un pueblo tranquilo y decide desafiar a las autoridades escolares con una arriesgada teoría científica: la Tierra no es plana como todos creen y gira alrededor del Sol. Su tesis cuestiona la verdad oficial y desata una serie de hechos que llevan al estudiante a darse cuenta de que se mueve en un entorno totalitario.
“Es una distopía. Las distopías son gobiernos o sistemas que parten siempre con una buena intención y se desvían, generando situaciones muy terribles y opresivas, por eso es un no-lugar”, comenta Rojas en conversación con Pauta Final, de Radio Pauta.
Para el autor, “uno podría pensar que esta distopía es bastante lejana, pero realmente no. Qué pasaría si un líder que cree que la Tierra es plana, que no cree en las vacunas ni en los dinosaurios, que tiene un pensamiento medio mágico o anticientífico, toma el control y maneja y manipula la comunicación completa, encapsulando a la población en un mundo perfecto. Bueno, en esta novela eso ya sucedió”.
El creador de Caso 63 insiste en que “el pensamiento científico era el sustento de la civilización, y uno siempre pensaba que íbamos hacia arriba en eso y que jamás íbamos a volver atrás a los tiempos en que quemaban a científicos, y puede pasar”.
Julio Rojas reconoce que “todas las distopías tienen algo de ironía. Uno se ríe un poco de nervios, porque de alguna manera uno comprende que si uno maneja mal las decisiones ahora, podemos llegar a lugares así. Lo interesante es que hay dos tipos de distopías, unas son las científicas, donde hay un híper uso de la ciencia para una finalidad opresivas, y también están las de pensamiento mágico”.
Según Rojas, “hoy hay que ser muy valiente para tener la sensación y la percepción de que algo está incorrecto y decirlo, porque las consecuencias son gigantes. Es tétrico”.
“Si vemos cualquier película de ciencia ficción de una distopía, siempre están los disidentes, pero también están los que se sienten protegidos y cómodos porque el otro, el enemigo, está afuera y está callado. Además, el sistema de comunicación es riguroso, y cada cierto tiempo advierte que está en juego la libertad, el freeland. Los sistemas distópicos son paranoicos, porque saben que están construidos sobre palillos y se pueden caer”, dice.
Julio Rojas, autor de ‘Freeland’, se confiesa: “Me dan miedo todas las posibilidades del futuro”
Sobre el mundo actual, el autor de Freeland asegura que “ahora a nadie le importa cómo funcionan las cosas, vivimos con tecnologías mágicas que nos superan, nos dicen dónde llegar, dónde ir, qué comer y qué hacer. Esto es súper peligroso, porque se ha perdido la curiosidad y el cuestionamiento de si es buena o mala la inteligencia artificial y cuál es su riesgo”.
“En este minuto, todavía podemos controlar la inteligencia artificial, pero cuando siga evolucionando, va a llegar un momento en que en el barrio va a haber alguien más inteligente que nosotros. Llegará otro agente inteligente exótico más inteligente que nosotros”, agrega.
Julio Rojas confiesa que “me dan miedo todas las posibilidades del futuro. Estamos en un borde gigante, no hay un antecedente humano de un momento histórico como este, donde todo va a cambiar. Soy súper tecnopesimista”.
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