“Fui a ver al juez y la embarré más”: Diana recordó su primera multa
En Tarde o Temprano, Diana Bolocco comentó la historia del primer parte que recibió en su vida.
Las multas, de cualquier tipo, siempre han sido una piedra en el zapato para todas las personas alrededor del mundo, obligándonos a pagar con desagradables trámites nuestros errores al volante.
Sin embargo, ya sea para tratar situaciones que pueden parecer mínimas como una vez que estacionamos mal el auto, o para sancionar casos en los que las personas fueron mucho más allá del límite de velocidad permitido, estas penalizaciones podrían llamarse un “mal necesario”, que ayuda a mantener a ciertos conductores a raya.
Al respecto, en Tarde o Temprano, Diana Bolocco comentó la historia de cómo recibió su primera multa desde que comenzó a conducir. Además, relató cómo vivió una incómoda situación tratando de luchar para disminuir la penalización.
“Fui a ver al juez y la embarré más”: Diana recordó su primera multa
Durante su conversación con Cristián Sánchez, Diana comenzó el relato de su falta explicando que “no había parado tanto en un disco pare”.
– “¿Cómo es eso de ‘no paré tanto’? En un disco pare debes detenerte”, preguntó Cristián, confundido.
– “Bueno, ya, me pasé, puede haber sido eso”, confesó Diana, revelando el porqué de su parte.
– “Después fui a ver al juez y la embarré más”, lamentó Diana Bolocco.
Según narró Diana, a pesar de que “no se había pasado tanto”, tenía que pagar una cifra muy alta por la multa. Por lo mismo, tomo la decisión de ir con un juez a rebajar la sanción.
“Fui al Juzgado de Policía Local, entro y veo a una mujer. Ella me dice: ‘ya la va a atender el juez’; me pareció bien”, agregó.
Diana explicó que “después entré y vi a una señora en un escritorio. Le pregunté: ¿a qué hora llega el juez?, a lo que ella me respondió: yo soy el juez”.
“Ups, entré mal”, admitió.
Finalmente, Diana comentó que “Al final, dije la verdad y no me bajó la multa, porque mi falta era gravísima y no tenía excusas ¿Qué hice? Trabajé, todas las tardes después de mis estudios, para pagar esa multa, y aprendí”.
– “¡Bien, Diana!”, le dijo Cristián con orgullo.
– “Ahora, si me ven conduciendo en la calle y hay un disco pare, arranquen. Porque yo paro uno o dos minutos”, dijo Diana entre las risas de ambos.
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