La fiesta de “Los Bunkers” por dentro

Un catálogo de clásicos y covers que se ven y disfrutan bien de cerca, es lo que ofrece la banda chilena en su extensa serie de conciertos en el Teatro Nescafé de Las Artes.
La banda chilena Los Bunkers atraviesa un momento brillante. El impulso de su regreso, con hitos como los emotivos y masivos conciertos en el Estadio Nacional, ha dotado al grupo de un aura especial, que mira con cariño su propia historia y la traslada al presente a través los arreglos y reinterpretaciones de su reciente MTV Unplugged, convertido también en película y ahora en una experiencia en vivo en el particular formato de “residencia”.
Popularizadas en Estados Unidos, en medio de las luces de Las Vegas, las residencias son series de conciertos que un artista realiza en un mismo lugar durante un período prolongado, generalmente varios meses o incluso años. Ejemplos famosos son las largas residencias de Celine Dion en el Caesars Palace o Billy Joel en el Madison Square Garden. En el caso de Los Bunkers, serán un total de 25 fechas en Santiago, entre abril, mayo y junio.
La puesta en escena de la banda aprovecha cada centímetro del Teatro Nescafé de Las Artes para celebrar su amplia carrera y versatilidad en el escenario, con el valor agregado de un recinto íntimo (1000 butacas, aprox.) infrecuente para una banda tan popular. “Nunca tus canciones favoritas estuvieron tan cerca”, dice la publicidad respectiva, y cumple. La distancia física es mínima, los gritos y recados del público son claramente escuchados –y respondidos– desde el escenario: hay bromas con los asistentes, saludos de cumpleaños y a caras conocidas en el público, como PedroPiedra y Álvaro Díaz de 31 Minutos, disfrutando del espectáculo como otro seguidor más.

Podría pensarse que el carácter acústico de estos shows los vuelve más reposados, pero las 25 canciones del setlist rebosan de una energía que no necesita de instrumentos eléctricos. La fuerza acá reside en la probada calidad interpretativa del grupo: con el carisma de Álvaro López como frontman y el desplante de Cancamusa en la batería como ejemplos más claros. Pero Los Bunkers además se apoyan en otros cinco músicos invitados y un cuarteto de cuerdas femenino, completando 14 artistas en escena. Las visitas se roban la película, especialmente los multiinstrumentistas Martín Benavides y Carmen Ruiz, mexicana que es el “arma secreta” de esta etapa en directo.

El resultado es un goce absoluto: el de un público familiar coreando clásicos como “Miño”, “Llueve sobre la Ciudad” y los muy bien logrados covers de Silvio Rodríguez; y el de músicos afiatados, que disfrutan y se ríen en el escenario mientras avanzan las 2 horas y 15 minutos del concierto. Se los ve felices y auténticos, porque estamos cerca para atestiguarlo. Tal vez la mejor manera de experimentar el gran presente de una de las bandas más queridas de la música nacional.
Las últimas entradas para ver a Los Bunkers en Santiago se venden a través del sistema Ticketmaster.