El chef italiano radicado en Chile, que se mueve entre la TV y su restaurante Pastamore, se refirió a lo que disfruta estando en pantalla, al cariño que recibe de los niños y a su pasión por la ropa, con la que busca “destacar sin ser ridículo”. A los 68 años, criticó el culto a la juventud que observa en Chile y en su país: “Se habla de inclusión, pero se olvidan que al crecer se pierden habilidades, como el manejo de tecnologías que no son amigables con uno”.