Viruela del mono: ¿A qué nos enfrentamos exactamente?
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Estas últimas semanas se ha dado a conocer un aumento de casos de la viruela del mono en diferentes países. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya son más de 1000 casos confirmados en más de 30 países. Una enfermedad que empieza a generar incertidumbre en la población sobre sus características, riesgos y especialmente la pregunta que muchos se hacen: ¿Se convertirá la viruela del mono en otra pandemia?
Lo primero que hay que saber es que es una enfermedad zoonótica viral, es decir, que se da en animales y estos la pueden traspasar al humano. Los síntomas son fiebre, dolor de cabeza y el más característico: lesiones en la piel en forma de ronchas y costras. Se contagia por contacto directo con las lesiones de una persona infectada y/o fluidos.
A pesar de la alarma que se ha generado por esta enfermedad, los expertos llaman a la calma. “Hay que aclarar que estamos hablando de una enfermedad con una tasa de letalidad muy baja. Las complicaciones que tiene se asocian más a los riesgos por sobreinfección de las lesiones que genera en la piel, especialmente en pacientes inmunodependientes. Sin embargo, al ser un virus propio de animales, hay que seguir observándola, ya que aún no sabemos cómo podría evolucionar en los humanos”, explica Michel Serri, infectólogo de Clínica RedSalud Vitacura.
En el último mes hemos visto un aumento de casos en varias partes del mundo. ¿Se podría transformar en una pandemia con efectos similares a lo que vimos con el Covid-19? “Debido a la globalización sí se puede convertir en una pandemia, en el sentido que podría llegar a todo el mundo”, advierte el doctor Serri. “Pero si llega a serlo, no tendrá el impacto que ha tenido el Covid-19, debido a que este virus no viaja por el aire, sino que se transmite con contacto directo”, explica el especialista que cuenta con más de 15 años experiencia.
Según datos de la OMS, la viruela del mono fue descrita por primera vez en humanos en la década de 1970 y hasta la fecha, han probado ser efectivos algunos tratamientos con medicamentos como el Cidofovir e incluso existe una vacuna. “Efectivamente hay tratamientos que se han usado con éxito en brotes locales, pero estos no están disponibles en forma habitual ni masiva. Por eso lo más importante hoy en día es la prevención, estudio y vigilancia para controlar los brotes y estar atentos a su evolución”, comenta el infectólogo de RedSalud.
¿Cómo cuidarnos? Ante la sospecha de aparición de algún síntoma, hacer test PCR, aislamiento e ir estudiando los casos para ver cómo evolucionan. Tener especial cuidado con aquellas personas que hayan estado en lugares donde haya brotes, ya que la incubación de la enfermedad es de 21 días, por lo tanto, la vigilancia es fundamental.